Cap 8: Fuertes Declaraciones

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— ¿Qué hacen despiertos? — nos preguntó Erick nervioso rascándose la nuca una vez que soltó a Sarah.

Fruncí el ceño,— La verdadera pregunta es ¿Qué les pasa a ustedes? - comenté algo confundida,— Ayer me dijeron que no había nada entre ustedes y ahora están... están... ¡Así! — los apunté de pies a cabeza.

Sarah miró a Erick como tratando de buscar una respuesta, luego de que pasaran varios segundos y yo no recibiera ninguna decidió decir,— Solo fuimos de compras, nos despertamos a la vez así que él quiso acompañarme. No pasó nada.

Asentí comprensiva y busqué las bolsas que lógicamente deberían traer en las manos,— ¿Y las compras?

Sarah abrió los ojos más de lo normal y apretó los labios,— Por... ahí.

Rodé los ojos y me crucé de brazos,— Por favor díganme que está pasando, no quiero más sorpresas. De verdad. 

Uy, soné como mi madre. Diug.

Erick abrió la boca soltando un resoplido, listo para contestar mi pregunta pero Sarah lo interrumpió,— ¡Nada! ¿Ok? No esta pasando nada. Solo fuimos de compras y es todo. Créanme o no es la verdad.

Erick la miró con cara de interrogante y confundido,— ¿Qué?

Sarah lo miró,— ¡Lo que dije! Todo esta bien. Ahora ¿Disfrutemos de estos días juntos sin peleas? 

Volví a mirar a Erick escaneando su actitud.

Oh-Oh, esa mirada no me gusta.

— Vuelvo enseguida para desayunar. Iré al baño,— comentó él y subió las escaleras. Todos estábamos en silencio y claramente pudimos escuchar el suspiro de Sarah. 

—No se porque presiento, que me acabas de mentir,— le dije y bajó la mirada a sus dedos de las manos,— Pero no insistiré para saber la verdad, muy bien lo sabes, porque en algún momento quieras o no, la verdad saldrá a la luz. 

Una vez terminé mi comentario, subí corriendo al segundo piso para ver a Erick. Llegué al baño y toqué la puerta tres veces, sin oír respuesta.

-Erick, se que estas ahí...- comenté con una voz suave y dulce para que el ambiente se relajara un poco. 

Apenas pasó un minuto y Erick salió de inmediato con una sonrisa de oreja a oreja como si nada hubiera pasado,— ¡Oh! Hola primita, ¿Quieres ocupar el baño?

Le di mala cara. Conocía a Erick, sabía que estaba mal pero no sé la razón, sin embargo quiero ayudarlo.

Suspiré,— ¿Quieres decirme de verdad lo que esta pasando? No quiero verlos mal.

— Ya todo esta dicho ¿No? Nunca a pasó nada con Sarah,- contestó y su sonrisa fingida se esfumó al instante,- Y nunca pasará.

Asentí. Conocía perfectamente a los dos, sabía que ambos me estaban mintiendo y que estaban dolidos. Pero no podía presionarlos para que me lo digas, como dije, en algún momento la verdad saldrá a la luz y si no lo hace, significa que siempre la verdad estuvo delante de mi. 

Le revolví el cabello,— Esta bien tonto, vamos a desayunar. Me muero del hambre. 

(...)

—¿Qué haremos después de almorzar? — preguntó Erick secándose su cabello mojado después de salir de la ducha con una toalla. 

—Mi tía la próxima semana tiene una fiesta por su empresa,— comentó Sarah haciéndose una coleta alta,— Me transfirió dinero a mi cuenta bancaria para que me comprará un vestido y la acompañara.

Él es Mi IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora