—¿Q-Qué haces...?— miré lo que tenía en sus manos,— Lucas, Dios, yo...
Lucas tenía un parche en el tabique de su nariz. Y en sus manos un ramo de flores junto a una carta.
—Pilar, tienes que escucharme,— dijo con una mueca de suplica. Luego sus ojos se desviaron a la mirada de odio de Johan, y su rostro cambio a uno enojado,— Tienes compañía.
—Vete de aquí, Crone,— dijo Johan acercándose a la puerta,— Si no quieres que te vuelva a romper al nariz.
Miré a Johan, tenía su mandíbula tensa y su mirada demostraba odio puro.
Lucas se veía ansioso por decirme algo, y cerrarle la puerta en la cara no estaba en mis planes,— Johan, espérame aquí. Volveré de inmediato,— le dije y me frunció el ceño.
Avancé un paso afuera de mi casa y cerré la puerta para poder hablar con él en privado.
—Quiero que sepas—
—No vengo a darte un discurso ni mucho menos a escuchar tus disculpas de parte de Johan,— me interrumpió y abrí los ojos impresionada,— Solo quiero que recibas esto.
Me entregó la carta y el ramo de flores. Las recibí con el ceño fruncido, no entendía nada de lo que estaba pasando.
—Espero volver a verte Pilar,— me dijo con cierto tono triste, me besó la frente y se dirigió a su auto.
Con la carta y el ramo de flores en mis manos veía como se alejaba. Estaba totalmente en shock, muchas cosas raras han pasado estos últimos días y mi estado sentimental subía y bajaba.
Entré a la casa y no vi a nadie más que mi hermana, le pregunté donde estaba Johan y me dijo que subió a mi habitación. Subí en dirección a ella. Johan estaba sentando en la orilla de mi cama con su celular.
—¿Se puede pasar?
Johan me miró entornando los ojos,— Es tu habitación ridícula.
Mierda. Que pregunta tan estúpida.
Entré y dejé el ramo de flores junto al otro que me regaló Lucas el día de ayer, encima de ellos dejé la carta. Me senté al lado de Johan, ambos estábamos en silencio. Miraba el perfil de su rostro, tenía la mirada perdida en algún punto de la habitación.
—¿Estas molesto?
Su mirada estaba fija en el suelo, yo creo que ni siquiera parpadeaba. Jugaba con los dedos de su mano y en ningún momento su mirada se desvió hacia mí.
—No.
Resoplé,— Avísale a tu cara.
Él se levantó rápidamente y se acercó donde tenía la carta con las flores. Tomó el sobre y leyó lo que había afuera de este.
—Léela,— me dijo entregándomela, sin mirarme,— Me quedaré aquí hasta que la leas. No me moveré.
Sonreí sin mostrar los dientes. Sabía que estaba enojado, pero me impresionaba mucho que decidiera quedarse conmigo mientras leo la carta de Lucas.
Realmente nos sabía si hacerlo o no, una parte de mi decía que no, que sería mejor leerlo a solas, y otra decía que la leyera porque la ansiedad me estaba matando.
Abrí el sobre y saqué el papel. Johan esta sentado frente a mí en un pequeño sofá que tenía. Serio.
Abrí el papel y comencé a leerlo.
"Ayer fueron un día de muchas emociones, curiosidad, felicidad, enojo y amor. Nunca había hecho algo sin pensarlo, siempre analizaba las situaciones y las consecuencias antes de seguir mis impulsos.
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Él es Mi Idiota
Teen FictionNormal. Mi adjetivo favorito. Nunca me han gustado los cambios. Mi vida es normal, mis padres, amigos, calificaciones, escuela, todo es absolutamente normal. Pero solo bastó una persona, solo una, para que mi adjetivo favorito quedara en el pasado...