Cap 26: Ahora todo tiene sentido

1.1K 58 25
                                    

—Que tengan un buen día señoritas,— nos dijo el señor al entregarnos las bolsas con las compras.

—Gracias,— contestó Johan en forma irónica. Solté una risa y salimos de la tienda.

—¡Tengo una idea! — exclamó emocionada Mariana,— Comprémosle ropa a Johan.

—¡Tengo una idea mejor! Iremos a casa, nos acostaremos en nuestras camas y dormiremos una agradable siesta hasta que sea el año 2050 ¿Les parece? — preguntó Johan sarcásticamente.

—¿Por qué eres tan aburrido? Vamos a comprarte ropa,— dijo Adele con una sonrisa.

Aguante mi risa al ver la cara de "Mátenme" de Johan,— No quiero,— se negó como un niño.

—Sí, si quieres,— insistió Mariana,— Iremos a dejar estas bolsas al auto y luego iremos a la tienda de hombres.

—Oblígame,— contestó desafiante Johan cruzándose de brazos.

(...)

—¿Les gusta más la camisa negra o la celeste?

Coloque mi mano en mi barbilla pensativa mirando las dos camisas que sostenía Johan,— Ambas me gustan.

—Ponte la negra otra vez,— ordenó Mariana y Johan hizo caso.

Nos encontrábamos en al tienda de hombres sentadas en un sofá viendo como Johan nos modelaba la ropa que se probaba.

Los hombres de esta tienda parecen que no tienen amigos porque están muy amargados. Se ven muy serios comprando un traje o camisa. Johan es el único que se esta comprando ropa veraniega.

Él salió del probador con la camisa puesta. Tenía las mangas arremangadas hasta los codos y los primeros botones estaban desabrochados.

—El cuello de la camisa,— comenté apuntando su cuello. Johan me frunció el ceño,— Esta mal puesto,— se lo intentó acomodar pero falló,— Ahg, déjame ayudarte.

Me levanté y me acerqué para acomodarle bien el cuello de la camisa. Rocé con mis manos su cuello, percibí como inmediatamente como su piel se erizaba y su rostro vacilón se transformó en un coqueteo tímido.

Estaba tan concentrada en la cuello de la camisa que no me di cuenta que él me estaba mirando. Mi corazón se aceleró mil por hora y ese sentimiento raro en mi estómago volvió.

Respiré hondo para tratar de controlar las sensaciones que estaba experimentando, pero fue peor. Su perfume invadió mis fosas nasales y no pude evitar suspirar.

Me reí inconscientemente por la escena que estábamos viviendo, él también soltó una risa seguido de un carraspeó de garganta.

Me alejé un paso y dije,— Listo, así esta mejor.

—Mucho mejor,— agregó él. Sonreí y me senté al lado de Mariana.

—Que tiernos son,— murmuró ella y la miré,— Le gustas mucho.

Me reí burlescamente,— Solo somos amigos Mariana, es imposible que yo le guste. No soy su tipo.

Mariana negó con la cabeza,— Eres mucho más que su tipo. Créeme.

Me reí.

El tipo de conexión que tengo con Johan, con nadie más lo había sentido, y me agrada que sea así. Somos buenos amigos y me alegra mucho encontrar una persona tan linda como lo es él.

Es por eso que no le creo lo que dice Mariana, a Johan le gustan otro tipo de chicas, y nosotros solo funcionamos como amigos.

Es así, y así será.

Él es Mi IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora