—Quita tu trasero de una maldita vez.
—Apoco no es lindo mi trasero. Es redondito.
—¡Cállate!
—Cállame.
Leo estaba sentado en mis piernas desde hace ya un buen rato, ya se me estaban doliendo y tenerlo cerca me daba mucho más calor.
Hoy era un día de mucho calor en Los Ángeles y nos estábamos derritiendo.
Bueno, tal vez no literal.
Johan decidió invitarnos a todos a su piscina para sobrevivir un poco al calor. Pero me era imposible refrescarme si Leo seguía en mis piernas.
—¡Leonardo! ¡Sal de una vez! — grité y lo empuje. Me sacó la lengua y se sentó frente a mí en un pequeño sofá.
Johan, Erick y Sarah se estaban bañando mientras que yo compartía algunas palabras con Mariana y Leo.
Aunque Mariana tenga quince años, es bastante madura. Su puede hablar de cualquier tema con ella sin recibir prejuicios o malos comentarios. Me impresiona mucho de que sea así, yo a los quince años me reía cada vez que decían "Trasero".
Tal vez lo sigo haciendo. Solo tal vez.
Ella nos contaba que en la fiesta de su amiga conoció a un chico muy guapo, un año mayor que él pero que le pareció demasiado atractivo. Era alto y de ojos verdes. Hablaba de él como si lo conociera de toda la vida.
—Ahg,— reclamó Leo mirando su celular.
—¿Qué sucede? — le preguntó Mariana dejando su vaso con agua en una pequeña mesa de centro.
—Es Emily, no deja de escribirme mensajes,— se quejó.
—Espera,— dije un poco confundida,— ¿Emily Parks?
Leo asintió con una mueca de disgusto,— Así es.
Abrí la boca sorprendida,— ¿Y qué es lo que te dice?
Se rascó la nuca,— Dice que le gustaría mucho salir conmigo alguna vez, que le parezco un chico atractivo y ardiente,— comienza a enumerar con sus dedos,— Que sería capaz de dejarlo todo por mi, y muchas otras cosas que no valen la pena decirles.
Mariana soltó un "Aw" y yo una risa,— Ahora lo recuerdo, Emily siempre te perseguía en jardín de niños,— comenté y solté una carcajada.
—Esta siento un poco estresante que me persiga tanto la verdad,— se quejó Leo.
—¿Por qué no le das una oportunidad? Es decir, sal con ella alguna vez y verás si es tu tipo o no,— comentó Mariana.
La miré sorprendida,— Leo, escucha a esta chica. Es más sabia que todos nosotros aquí.
Él sonrió,— Me parece una chica muy linda pero no creo que sea mi tipo.
—Lo sabrás cuando lo averigües,— comentó Mariana levantándose y dejando ver su hermoso bikini color celeste,— Ahora me iré a dar un chapuzón, ¡Adiosito!
Sonreí tiernamente al verla correr con emoción a la piscina y lanzarse.
Mis ojos se posaron en Johan. Estaba riéndose de las tonterías que hacia Erick junto a Mariana. Su torso mojado en lo primero que lama mi atención.
Ya lo has visto mojado, no es algo del otro mundo. Ridícula.
Sus ojos se achinan cuando sonríe y eso es algo que me encanta. Su hermana se subió a sus hombros y Sarah a los de Erick. Estaba haciendo una guerra de qué chica caía primero al agua.
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Él es Mi Idiota
Roman pour AdolescentsNormal. Mi adjetivo favorito. Nunca me han gustado los cambios. Mi vida es normal, mis padres, amigos, calificaciones, escuela, todo es absolutamente normal. Pero solo bastó una persona, solo una, para que mi adjetivo favorito quedara en el pasado...