Meses después...
Me suda el trasero y estoy a punto de vomitar.
—Bueno jóvenes, esta es su última oportunidad. Quiéranlo o no después de este examen no hay segundas oportunidades,— decía el profesor paseándose de un lado a otro en el salón de clases,— Les deseo mucha suerte y prepárense para su último examen escolar.
Voy a vomitar, voy a vomitar.
—Sé que muchos no dependen de este examen para volver en verano a la escuela o incluso repetir el año, sin embargo hay muchos otros que depende de este, así que les pido por favor a todos que lo hagan a consciencia,— dijo el profesor sentándose en su escritorio mirando su reloj,— Pueden comenzar... ahora.
El último examen de la secundaria.
¡El temido examen que involucra todas las materias de todos los semestres!
Dios mío, voy a vomitar. Enserio voy a vomitar.
Como bien dijo el profesor, muchos dependen de este examen para graduarse como otros lo dan solo por compromiso a realizar todos los exámenes.
Uno de los que lo dan por obligación es Erick. Tiene tan buenas calificaciones que si le va horrible en este examen, se graduará de todos modos.
¿Cómo es eso posible? No tengo idea. Seguramente hizo un pacto con el diablo o algo así.
Después estoy yo, que tengo que sacar por lo menos una B para graduarme. Sí, lo sé. Dependo de mi increíble cerebro para esto que hasta al momento solo piensa en que en cualquier momento vomitaré.
Desearía ser Sarah en estos momentos. Podría fingir que tengo ganas de vomitar por mi embarazo y salir corriendo de aquí. O ser Johan, ser tan popular que podría decir que si no me ponen una A en el examen, los demando.
Pero lamentablemente solo soy yo, quien lleva cinco minutos mirando el maldito examen sin hacer nada.
Ok Pilar, solo tranquilízate.
Inhala, exhala. Inhala, exhala.
Tomé mi lápiz y me dispuse a comenzar hacer el examen, rezando para que no me equivocara en nada y así sacar una excelente calificación.
Miré en donde tenía que colocar el nombre.
Pff, esto es fácil.
Nombre: Pilar Evans.
Listo, tengo un puntito asegurado.
Apellido:
Oh, mierda.
(...)
—¿Qué haces aquí?— la voz de Johan hizo que levantara la cabeza y sonriera.
—Sarah y Erick están ahí adentro,— dije apuntando el baño de mujeres,— Y debo cerciorarme de que no entre nadie más.
Johan frunció el ceño y se sentó a mi lado en el frío suelo del pasillo, apoyando su cabeza en los casilleros,— ¿Esta vomitando?
Asentí apoyando mi cabeza en su hombro,— Sí, los síntomas del embarazo se presentan cuando menos te lo esperas.
—Me refería a Erick,— explicó y solté una risa.
—No, él ya lo superó. Después de que Sarah vomitara en mi escusado y Erick mi bañera a la vez, esa situación no se ha vuelto a repetir.
Ambos soltamos una risa y nos quedamos en silencio, mirando la puerta del baño de mujeres.
—Iré a ver a mi abuelo,— comentó Johan,— Esta en la ciudad y quiere cenar conmigo.
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Él es Mi Idiota
Ficção AdolescenteNormal. Mi adjetivo favorito. Nunca me han gustado los cambios. Mi vida es normal, mis padres, amigos, calificaciones, escuela, todo es absolutamente normal. Pero solo bastó una persona, solo una, para que mi adjetivo favorito quedara en el pasado...