—Permiso. Permiso. ¡Ay, disculpe! Permiso. Uy que piernas tan enormes,— repetía y repetía Emily al pasar entre las personas para llegar a nuestros asientos en las gradas para el partido.
—¿Tanta comida traes?— le preguntó Madison una vez que llegamos a los asientos en donde ella y Sarah nos estaban esperando.
—Para alimentar al bebé,— respondió ella sentándose.
Rodé los ojos,— El bebé inexistente que tienes ahí,— apunté su estómago.
Así es. Los resultados apuntaron que no estaba embarazada y sobre las pruebas de embarazo, algunas pueden equivocarse.
Para celebrar, con las chicas le compramos una caja de condones para que los use más seguido.
Somos tan buenas amigas.
Emily se encogió de hombros, tomó un puñado de palomitas y se la metió a la boca.
El partido comenzaría en menos de cinco minutos y todas estábamos muy ansiosas por ver a los chicos.
—¿Vieron los carritos de comida? Eso nunca se había visto aquí,— comenté.
Y era cierto. Siempre en los partidos de temporada apenas había un carrito que entregaba palomitas y gaseosa. Pero ahora hay muchísima variedad, de hecho, demasiada variedad.
—Escuché que alguien externo a la escuela los había contratado, pero no sé porque,— respondió Madison y agarré un puñado de palomitas,— Lo que sí se que es de apellido Crone.
Me atraganté con las palomitas alarmando a todas,— ¿Cómo dijiste?— preguntó Sarah al igual de impactada que yo.
—Crone,— repitió Madison,— ¡Oh mira, parece que ahí está!— apuntó a la cancha y desvié mi mirada hacia allá,— Uh, y es muy guapo.
Y efectivamente, Lucas estaba ahí, al lado del director hablando muy a gusto. Un chico le entrega el micrófono al director y le levanta el dedo pulgar para indicarle que ya está funcionando.
Comenzó a hablar y a darle la bienvenida a ambas escuelas a este partido de temporada. Simplemente yo no escuchaba nada, estaba atenta a Lucas.
Venía muy casual, una playera color gris, unos jeans negros y zapatillas del mismo color.
—¿Vieron lo fascinante que son los carritos de comida? ¡Todo esto es gracias a Lucas Crone que hizo el contacto para que pudiéramos disfrutar variedades de comidas y gaseosas! ¡Un aplauso!— gritó el director a través del micrófono y apuntó a Lucas. Él solo sonrió y saludó a todos como si fuera el mismísimo Miss Universo.
—Quiero vomitar,— comenté,— Quiero vomitar, quiero vomitar. ¡Voy a vomitar!
—¡Cálmate estúpida!— me gritó Sarah lanzándome palomitas a la cara,— Cálmate, Lucas no te ha visto. Eso es muy bueno.
Sarah tiene razón, debo calmarme, si Lucas no me ve todo estará bien.
El problema es que seguramente Johan escuchó su nombre y debe estar furioso.
Como por obra de magia por las hadas. Me llega un mensaje de Johan diciéndome que esta cerca del baño de la mujeres y que quiere verme antes del partido.
Esto esta mal, muy mal.
Johan POV
3 minutos antes...
Todos estamos listos para salir a la cancha. Algunos muy nerviosos, otros ansiosos y otros que son un maldito iceberg y no sienten nada.
—¡Chicos, acérquense!— gritó James y justo el director comenzó a hablar a través del micrófono,— Hoy es un partido muy importante, es hora de demostrar cada uno de nuestro talen... ¡Connor, estas pálido, si quieres vomitar ve afuera!— le gritó a un chicho y este salió corriendo,— Me quitó toda la inspiración. Salgan a la cancha y hagan mierda al otro equipo.
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Él es Mi Idiota
Novela JuvenilNormal. Mi adjetivo favorito. Nunca me han gustado los cambios. Mi vida es normal, mis padres, amigos, calificaciones, escuela, todo es absolutamente normal. Pero solo bastó una persona, solo una, para que mi adjetivo favorito quedara en el pasado...