La Bella Durmiente - (Zayn y Tu) Terminada ©

-Capítulo 22♥

-Al día siguiente- 



Me levanté de la gran cama que tenía en la casa de mis padres y mi hermano. Aún conservaban mis cosas en la habitación en la que dormía. Saqué las sábanas que cubrían mi cuerpo, me senté en el borde de esta y tallé mis ojos. Me coloqué mis pantuflas y fui hacía el baño para ducharme. Cogí una toalla blanca y la ropa que me pondría hoy para ir al instituto. Entré al baño, abrí el grifo y esperé a que el agua templara en una temperatura media, así el agua caliente no me quemaba tanto. 

Al salir del agua artificial envuelta en la toalla blanca que había agarrado antes de entrar, sequé mi cuerpo y me coloqué mi ropa. Me aseguré de que no se notara tanto mi vientre. 

Me arreglé mi cabello, me maquillé naturalmente. Me puse perfume y cepillé mis dientes. Salí del baño para luego agarrar mi celular. Tenía que ir a buscar mi mochila al departamento. La puerta de mi habitación se abrió, dejándome ver a mi hermano sonriéndome. Vino hacía mí y me abrazó. 

-Buenos días, peque.- dijo él y me besó mi frente.

-Buenos días, hermanito.- dije y besé su mejilla. 

-¿Lista para irnos? 

-No tengo mi mochila. Tengo que ir a buscarla al departamento.

-Por eso no te hagas problema, papá y yo la fuimos a buscar cuando te fuiste a dormir.- dijo sonriente.- Está abajo, en el sofá de la sala. 

-Gracias.- sonreí. Bajamos abrazados por las escaleras. Louis me sacaba una sonrisa. Él acariciaba mi vientre mientras le hablaba. Llegamos a la sala y agarré mi mochila. La colgué por los hombros. Saludé a mis papás, mi hermano imitó mi acción. Nos fuimos en su carro hasta el colegio.

Al llegar, había música en el campus. Nos bajamos cuando Louis aparcó el auto en el estacionamiento. Caminamos hacía el campus y vimos que todos estaban cantando una canción. Mi hermano fue con sus amigos, mientras que yo observaba como un chico de cabello rojizo y Justin cantaban. Entré al instituto a dejar algunos libros en el casillero. Salí nuevamente hacía el campus. Justin me abrazó y acarició disimuladamente mi vientre. Luego seguimos escuchando a los chicos que cantaban. 


Luego de que todos hayan cantado, entramos todos a las aulas. Me llevaba la miradas asesinas de Amanda y las miradas de tristeza de Zayn. Las miradas de Eleanor, las cuales me indicaban que ella me extrañaba. 

Cuando el horario de colegio terminó, me encaminé un rato al centro comercial. Tenía ganas de caminar un poco, de tomar aire. Mientras avanzaba un paso sentía miradas detrás de mí, pero me daba la vuelta y nada. Dejé de darme la vuelta, a lo mejor era una ilusión mía. Entré a un lugar de ropa. Comencé a buscar algo para que no se note mi vientre y así pueda ocultarlo. 

Me compré como cinco bolsas de ropa, necesitaba de esta. Caminé hasta mi casa, mi papá y mi hermano iban a traer mis cosas, no me harían cargar todas mis cosas pesadas. Cuando llegué a esta, abrí la puerta y me encontré en la sala a mi hermano con sus amigos. Estos se dieron la vuelta para observarme. Zayn me miraba aún con tristeza, sus ojos decían algo más de lo que me había dicho ayer. Había algo que él estaba ocultando. Subí por las escaleras para dejar mis bolsas en mi habitación. Aún sentía aquella mirada en mi cuello, sentía el presentimiento de que alguien me estaba siguiendo y que no era mi imaginación. De pronto se rompió el vidrio de mi habitación, agarré lo que habían tirado, era un ladrillo con una nota. 'Ten cuidado, no sabes quién está detrás de ti, es mejor que no lo sepas. Cuida tus pasos, estás en peligro.´ Mi cuerpo empezó a sentir miedo. Mis manos comenzaron a temblar. De pronto mi celular comenzó a sonar. Lo tomé y leí el mensaje. 'Estás dentro del juego. ¿Te arriesgas o te salvas?´ Era de un número desconocido. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Bajé las escaleras con el ladrillo disimuladamente. Miré hacía todos lados y caminé hasta la cocina. Tiré el ladrillo en el cesto de basura. Me lavé las manos y luego subí con la escoba y la pala para tirar los vidrios rotos. Cuando los junté, bajé y tiré los trastos en el cesto de basura. Subí nuevamente a realizar la tarea, tenía que despejarme, no quería estar muy atenta a estos mensajes. 

Cuando terminé los deberes, me coloqué mi pijama y me cepillé los dientes para luego dormirme, no iba a cenar, si no que quería dormir y tratar de relajarme un poco. Hoy es un día muy extraño, mañana ojalá no lo sea.