¿Qué es lo qué le falta de mí? ¿Acaso no me ama más? ¿Por qué me pidió ser nuevamente su novia? ¿Quiere verme sufrir aún más? ¿Qué es lo qué quiere en realidad? ¿Jugar con el corazón de una mujer que lo dio todo solo para estar con él? ¿Por qué caí en su juego dos veces?
Caminé por las calles de Londres mientras más preguntas se formulaban en mi mente. No tenía respuestas para cada una de ellas y poder liberarme de mi interrogatorio. Dejé la idea de ir al restaurante a un lado y me dirigí con todo el dolor del mundo hacía mi casa. Al entrar, me dirigí a la sala de música, donde había para grabar al cantar y tocar piano, entre otros instrumentos. Digamos que es como un estudio de grabación. Mis hombros estaban caídos, al igual que cada gota pequeña salada caía de mis ojos. Ignoré la mirada de mi madre y mi padre, junto con la mirada de Tara, mi tía. Ellos estaban teniendo una discusión, me observaron y callaron de lo que hablaban.
Entré a la sala de grabación y cerré la puerta con una débil fuerza que dieron mis brazos. Entré a la pequeña sala del estudio donde estaba mi piano, mi preferido piano, el único que puede expresar mis sentimientos y pensamientos en cualquier momento. El que me deja demostrar como estoy y no tiene ninguna palabra para poder regañarme por algo malo que hice o alguna palabra de consuelo que necesite en momentos tristes. Lo único que quería ahora era concentrarme en las hermosas y suaves teclas blancas que estaban debajo de mis dedos. Dejé que mis manos hicieran lo suyo, mientras mi cabeza miraba con atención cada una de las teclas. Mis lágrimas seguían cayendo sin permiso. ¿En qué momento de mi vida yo estaba sufriendo por amor? Nunca había sentido por lo que siento por Zayn, nunca. Si amarlo a él es un delito, yo estaría en prisión o en un loquero.
De pronto la puerta se abre de golpe, giro mi vista y veo a Zayn quien viene corriendo hacía mí. Sus ojos estaban húmedos, las lágrimas salían y eso me destrozaba cada vez más. Me levanté de la banca negra y di un paso hacía atrás para no quedar tan cerca de su aroma.
-____, amor, no es lo que parecía, cielo, lo juro por nosotros... Yo te amo.- acarició mi mejilla, respiré profundamente para obtener su aroma y así grabarlo en mis fosas nasales y en mi mente.
-Zayn...- dije y saqué su mano de mi mejilla. Mis lágrimas salieron aún más. Me apoyé contra la pared y oculté mi rostro en las palmas de mi mano, sollocé y luego sentí unos brazos refugiarme. Puse mis manos en su pecho en intento de alejarme de él.- Zayn, déjame.- dije con voz temblorosa.- Quiero estar sola, déjame.-
-Por favor, ___.- dijo murmurando, su voz estaba entrecortada. Me observó a los ojos y luego besó mis labios. Solté un sollozo en medio del beso.- Te amo.- susurró.- Enserio, ___.- juró.-
-No es verdad, si me amaras no te hubieras besado con Alexa.- negué con la cabeza mientras más lágrimas salían.
-Zayn...- dijo una voz, ambos guiamos la vista hacía allí. Estaba mi hermano en la puerta con Eleanor, Danielle y para mi sorpresa Amanda.
-Sal de aquí antes de que te las veas conmigo.- amenazó Eleanor con tono frío. Mi cuerpo se deslizó débilmente por la pared, me sostuve mi cabeza, esta me estaba dando muchas vueltas. Mi vista estaba nublada y me hacía difícil respirar. Hice fuerzas para recobrar mi equilibrio al intentar levantarme del suelo, pero terminé nuevamente deslizándome en la pared. Sus bocas se movían y no entendía de qué estaban hablando. Zayn vino corriendo hacía mí, tomó mi rostro entre sus manos y me observó a los ojos. Tocó mi frente en sus manos, hizo una mueca y luego tomó mi pulso. Se dio la vuelta y dijo algo. Todos se acercaron a mí y me ayudaron a levantarme. Amanda me trajo un vaso de agua fría para beber. Traté pero no pude. Entre mi visión borrosa veo a mis padres acercarse hacía mí. Me llevaron en brazos hasta una habitación. Me acostaron en una cama y pusieron un paño frío en mi frente. Cerré mis ojos con fuerza y luego los abrí. Mi vista se fue aclarando de a poco.
-Debemos dejarla descansar.- Dijo mi madre.- Lo necesita.-
-Duerme, cariño.- Dijo mi padre mientras acariciaba mi mejilla, cerré mis ojos mientras dejaba que mi respiración tratara de normalizarse.
-Tres horas después-
Me levanté por un ruido en la habitación. Abrí mis ojos y me encontré a Alexa. Ella tenía algo en sus manos, como una especie de balde con agua. La lazó sobre mí y yo me levanté de repente de la cama.
-¿Qué es lo qué te ocurre?!.- grité con todas mis fuerzas. Mi cabeza aún estaba dando vueltas. Ella se acercó amenazadora hacía mí.
-Aléjate de él.- dijo ella mientras me apretaba contra la pared.- Será mío, no sé en qué se fijó de ti.- continuó mientras hacía una marca con un fierro fino y puntiagudo en mi mano. Hice una mueca de dolor, ya que fue profundo el corte. Vi como se fue luego de marcarme completamente la piel de la mano. Gemí en voz baja del dolor, tomé mi mano que estaba marcada con la derecha. La observé y mucha sangre comenzó a correr. Salí de mi habitación sintiéndome débil. Caminé hacía la cocina buscando algo para ocultarme la herida. Tomé muchas vendas para mi mano. Cuando acabé de envolver mi mano, agarré un trapo de suelo y comencé a limpiar toda la sangre que había en el camino por el que vine. Fui hasta la habitación en la que me dejaron y también limpié.
Salí un rato de casa, no me importaba salir en el estado que estaba. Necesitaba tomar aire. El viento sopló por mi rostro, haciendo que mis cabellos se vayan hacía atrás. Fijé la hora en el reloj de mi celular. Eran la una de la mañana. De pronto una llamada insistente llamaba a mi móvil. Observé quien era y su foto apareció allí, como siempre, tan perfecto, sonriendo. Tragué saliva y corté.
Alcé mi vista y vi que estaba en el hotel en el que me hospedaba antes cuando estaba mi madre distante conmigo. Entré y pedí las llaves de mi anterior departamento para observarlo y quedarme allí un rato.
Al llegar, cerré la puerta de este y observé todo. Estaban los armarios vacíos, no completamente, apenas tenía una prenda de ropa aquí para vestir. Suspiré y me senté en el sofá. Oculté mi rostro en mis manos mientras sollozaba. ¿Por qué esto me tiene que pasar a mí? ¿Qué es lo que realmente quiere el destino de todo esto? ¿Verme mal, tal vez? ¿Eso es lo que quiere? Saqué mi rostro de las manos y con ojos húmedos observé que había una libreta en la mesa ratona, no la había visto antes. Estaba con una pluma encima, en la hoja había escrito algo. Lo tomé y comencé a leer.
'Una noche más, sin saber porqué, me quedé mirando, tú foto en la pared. Y antes de dormir, yo te acaricié, siempre quise hablarte, pero nunca me animé.
Y aunque mis amigos se rían de mí, yo me siento triste, porque sé que te perdí. Nadie más, podrá hacerme decir TE QUIERO, nadie más, compartirá lo que yo siento, nadie más, será PRINCESA DE MI CUENTO, como me falta tu amor...
Otra noche más, en mi habitación... Me quedé mirando, la luna en un rincón. Y antes de dormir, yo te acaricié, siempre quise hablarte, pero nunca me animé. Y aunque mis amigos se rían de mí yo me siento triste, porque se que te perdí.
Nadie más, podrá hacerme decir te quiero nadie más, compartirá lo que yo siento, nadie más será princesa de mi cuento. Como me falta tu amor. Nadie mas, podrá hacerme decir te quiero. Nadie más, compartirá lo que yo siento, nadie más, será princesa de mi cuento. Como me falta tu amor.
Una noche más, Y otra noche más, Tú no estas.´
A lo último de aquellas letras hermosas y escrito con azul marino claro, en una esquina decía: Te amé, te amo y te amaré por siempre. Siempre serás el amor de mi vida, te llevaré marcada en mi corazón, haría lo que fuera por ti, porque eres tú, nadie más.- Zayn.
Mi corazón comenzó a latir rápido. Estúpido corazón. ¿Puedes en algún momento dejar de sentir cosas hacía él? Sinceramente yo sí tenía la respuesta hacía esa pregunta; no, no podía y por más que quisiera, no podía hacerlo, y no quiero hacerlo, lo amo con todo mi ser y no podré olvidarlo.
ESTÁS LEYENDO
La Bella Durmiente - (Zayn y Tu) Terminada ©
FanficHe perdido a mi mejor amiga por alguien que no valía la pena. Ella tenía razón. ¿Por qué no me di cuenta? ¿Qué es lo que hice mal? Ella me repetía mil veces que no me caiga en sus encantos, que me iba a lastimar, que soy como la bella durmiente; que...