Malcom siguió al hombre del mercado por los prados a oscuras. No hablaron ninguna palabra mientras salían del Parque de la Libertad. Prefirieron ocupar sus sentidos en detectar posibles amenazas. No sabía por qué pero se sentía cómodo en la presencia del hombre. AI margen de su reciente rescate, vio que ambos compartían cosas sin necesidad de hablarlas. Esto llamó mucho su atención. Por un momento consideró que en realidad su salvador podría estarlo llevando a una trampa, así que pensó que de todas formas era mejor estar preparado para todo, como decía su madre. Pero no sintió nada raro en el hombre, de modo que lo siguió. AI menos hasta fuera del parque. Una vez fuera, cruzaron una ajetreada avenida y se detuvieron en la esquina contraria.
̶ Muchas gracias, - dijo Malcom, a falta de un comentario más elocuente - quiero decir, no tenía por qué hacerlo. Estoy en deuda con usted.
̶ No te preocupes, – dijo el hombre - no fue nada. De hecho, fue bastante entretenido.
̶ ¿Por qué me estaba siguiendo?
̶ Afuera del mercado, vi que esos chicos se te acercaron, de forma demasiado amistosa. No eres de por acá. Probablemente pensarían que serias presa fácil. Tuve mis dudas y decidí asegurarme de que, al menos hoy, no muriese un amante de la fruta, no durante mi guardia.
El hombre mostró una sonrisa cómplice, y Malcom soltó una sonrisa avergonzada y se apresuró en aprovechar el buen momento.
̶ Mi nombre es Malcom.
̶ Mucho gusto, mi nombre es Nihas Cole, pero puedes llamarme Cole.
̶ Mucho gusto Sr. Cole.
̶ Sólo Cole, por favor.
̶ De acuerdo, y bueno, como ya sabe, no soy de acá y me preguntaba si me podía ayudar.
̶ ¡No hay problema! ¿A dónde deseas llegar? ¿Alguno de los estadios? ¿Vienes a ver el campeonato de Jai Alai? Soy fan número uno. 0 ¿tal vez vienes a comprar algo al centro de comercio?. ¿Necesitas algún repuesto para el viejo tractor, eh? ¿O el comunicador? Si lo que deseas es conocer los espectáculos y la vida nocturna no soy un buen guía, pero si vienes a expandir tus fronteras culinarias te puedo dar algunas recomendaciones muy buenas. Aunque, pensándolo bien, tal vez los platos elaborados no sean lo tuyo - dijo tomándose la barbilla con los dedos índice y pulgar, y levantando un ceja.
̶ Necesito hablar con el Payaso - dijo Malcom muy seriamente.
Cole se puso serio inmediatamente y lo observó con una mezcla de curiosidad e inverosimilitud.
̶ ¿EI Payaso? ¿Necesitas hablar con el Payaso?
̶ Sí.
Cole hizo una mueca de quien está frente a una montaña de trabajo.
̶ No sabes lo que pides ¿sabes?
̶ ¡No es muy difícil! Creo que el Payaso vive en ese edificio ahí. Está muy cerca, sólo necesito que me ayude a pedir una audiencia.
̶ ¿Ése edificio? ¡Es la oficina de correos!
Malcom guardó silencio mientras se sentía el más grande ingenuo de todos los tiempos. Cole seguía observando hacia el obelisco.
̶ No deberías creerle a tus guías turísticos.
̶ Es urgente.
̶ Bueno, antes de eso, necesito saber para qué deseas hablar con él. Y antes de eso necesito cenar, pues ya me he pasado bastante de la hora.
Cole comenzó a caminar avenida abajo.
̶ ¡Por favor! ¡Es muy urgente! - gritó Malcom - No puede esperar.
Cole giró hacia él con sus ojos hacia el cielo como quien ha explicado lo mismo cien veces.
̶ De todas formas, si puedo arreglar una cita con él, y nótese que digo "sólo si puedo", eso no va ocurrir a esta hora pues incluso él duerme por la noche. Bueno, al menos la mayoría de las noches. Está bien, tal vez no la mayoría, pero aun así necesitamos un plan y no puedo trazar uno aquí en medio de la nada y con el estómago vacío.
Cole continuó caminando por la avenida. Luego volteó impaciente hacia Malcom quien permanecía inmóvil.
̶ ¿Vienes o no?
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ENTRE BESTIAS - Parte I - Hijo del Bermellón [COMPLETA]
AventuraSi te gustaron LOS JUEGOS DEL HAMBRE, has llegado a tu próxima adicción... Rhor está sitiada por la peor amenaza de las Tierras Abiertas: las Bestias, y se ve obligada a enviar a uno de los suyos a buscar ayuda. Pero, cuando gritas en una habitació...