Capitulo 1: Él

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Hoy es el primer día de clase. De mi último año. Como se pasa el tiempo. Hace nada estaba jugando a las muñecas con mis amigas y ahora ya estaba en último año, pronto iría al universidad, y lo más probable es que no las volviera a ver, ni a ellas ni a mi familia.

No es que eso me importara demasiado. Mis padres no eran muy amorosos, en realidad creían más que todo que dándome cosas materiales me daban amor. Era hija única por lo tanto me daban todo lo que tenían. Todo era mío. ¿Pero y el amor? ¿El ser padres? De eso nada. Ni por asombro.

Me tenían inscrita en uno de los mejores colegios de mi ciudad. Amaba mi colegio en realidad. Llevaba toda mi secundaria en él y nunca había tenido problemas. Tomábamos las clases que nos interesaban y potenciaban nuestras habilidades. Yo quería estudiar literatura. Para mí era todo. Quería escribir, quizás trabajar en un editorial, ayudarle a otro escritores. Además de eso, amaba leer, era todo para mí. Cuando no estaba en el colegio o con mis amigas, leía. Leía todo lo que se me atravesaba. Desde ciencia ficción hasta contemporánea, desde thriller hasta poesía.

Tenía tres amigas, desde pequeñas estábamos juntas, éramos vecinas y habíamos ido siempre al mismo colegio. Era normal estar juntas. Pero yo era la más tímida de las tres. Ellas eran todo lo que yo no era, hermosas, extrovertidas y sociables. Toda la escuela nos conocía, aunque lo mío solo fuera por asociación. .

No podía quejarme, mi infancia y adolescencia había sido buena. Pero sentía que el mundo en que vivía no era en el que quería estar. Quería unos padres que me amaran. Quería unas amigas que me entendieran.

Siempre había estado con ellas, pero eran tan superficiales, tan diferentes a mí. Yo amaba leer, escribir, ellas amaban la moda, el maquillaje, los zapatos. Últimamente me estaba cuestionando de sobre manera todo esto, era mi último año y quizás nunca las volvería a ver ¿valdría la pena seguir en contacto? O ¿podría seguir con mi camino y buscar personas como yo?

Pese a todo, este año sería diferente, dos de mis amigas, Daniela y Caro, no iban a estar con nosotras en la escuela. Sus padres las habían mandado a la mejor escuela de toda la ciudad y ellas encantadas se habían ido. Así que solo quedábamos Lorena y yo.

Por mi lado había escogido materias de literatura e inglés, cursos de escritura y plan lector. Lorena quería cursos fáciles, en los cuales no se tuviera que esforzar como economía familiar, pobre no sabía que tendría que cocinar. Aun así teníamos clases en común como literatura.

Al contrario de lo que todo el mundo podría pensar, no tenía auto, a mis 17 años me daba miedo manejar, sobretodo porque los autos de papá eran de lujo, y aunque él no tendría ningún problema en dejarme manejarlos, no los quería. Toda mi vida había soñado con un auto clásico, pero papá ni loco me lo daría. Así que Lorena pasaría por mí en su radiante convertible.

Teníamos a primera hora clase de literatura. La profesora, la señorita Spencer, era la mejor profesora del mundo, había sido autora publicada, pero no había vuelto a escribir para editoriales y había tomado el camino de la educación. El año pasado había tomado su clase y era lo mejor que me había podido pasar. La amaba. Y esperaba que este año en su clase destacara y me diera una carta de recomendación para la universidad.

La clase era a las 8 am y como siempre Lorena llegaba elegantemente tarde por mí.

- Hola princess...

- Hola Lore...

- ¿Cómo va todo?

- Bien ¿sabes algo de las chicas?

- Si, ya iban hacia el cole, estaban felices, lástima que no pude ir con ellas... - la mire – que no pudimos ir con ella princess.

- Si claro.

Y esas eran las cosas que a veces se les escapaba. Eran una unidad y yo simplemente era el relleno. La que estaba de más. Odiaba eso, odiaba sentir que no hacia parte, que era diferente, que no pertenecía.

Afortunadamente Lorena coloco música a todo volumen y no tuvimos que seguir hablando. Mire por la ventana todo el camino pensando en mi clase de Literatura. Lorena parqueo el coche y nos bajamos. Ya casi todos estaban en los salones cuando llegamos. Quedaban pocos dando vueltas, y nuevos perdidos buscando sus salones.

- Princess tengo que ir al baño antes de entrar a clase.

- Pero ya va a sonar el timbre, vamos a llegar tarde.

- Ve tú, ya me inventare algo si la profesora me reta. Me guardas un asiento a tu lado.

- Ok.

Llegue al salón justo cuando sonó el timbre. La maestra estaba escribiendo algo en la pizarra. Era su nombre y la clase. No sé para que lo hacía si la mayoría en el salón habíamos tomado su clase el año pasado.

- Buenos días Miss Spencer.

- Hola Andrea ¿Cómo estás?

- Muy bien ¿y usted?

- Ansiosa por un nuevo año, siéntate, vamos a comenzar.

- Si señora.

Hasta ese momento en realidad no había mirado que asientos quedaban o su distribución. Y teniendo en cuenta que era una de las últimas en llegar era normal que no quedaran muchos de ellos. Así que el plan de sentarme con Lorena se había ido por el retrete. Las mesas en nuestra escuela eran mesas de 3 estudiantes. Cada uno se sentaba como quería el primer día, con la única condición que durante el resto del año ese debía de ser su asiento.

Cuando voltee para saber dónde ubicarme quedaban dos asientos libres. Uno estaba en la mesa en la parte de atrás y teniendo en cuenta que me interesaba mucho la clase no quería ese asiento. El otro estaba en la mesa al lado de la ventana en la primera fila. Pero lo que más me llamaba la atención era que en la mesa estaba él.


HOLA, BUENAS NOCHES CHICOS, LES TRAIGO UN CAPITULO DE ESTA NOVELA NUEVA, NO SE CADA CUANTO ACTUALIZARE PUES ESTOY ESCRIBIENDO TRES HISTORIAS AL TIEMPO Y MI PRIORIDAD ES ACTUALIZAR DESCUBRIÉNDONOS PARA NO DEJARLA ESTANCADA, TRATARE DE ACTUALIZAR LO MAS PRONTO POSIBLE, OK? DISFRUTEN!!

LA VUELTA AL SOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora