Capítulo 20: Helados, que gran plan.

14 1 0
                                    


Nos íbamos de viaje el 26 de Diciembre, ya habíamos arreglado las cosas con nuestras familias. La familia de Trisha había estado sorprendida pero su madre había entendido y no había tenido ningún problema después de eso. La madre de Humberto había decidido irse con sus padres a la ciudad donde estos vivían para pasar año nuevo. Y la madre de Sebastián y la mía iban a hacer una gran fiesta de año nuevo, así que mal no la iba a pasar.

Con respecto a noche vieja, había hablado con mi mamá y no había tenido ningún problema con ir a casa de Beto. Debíamos llevar el postre, y como mi mamá no cocinaba ni agua hervida, Nancy nos iba a ayudar con las tortas que íbamos a hacer. Había decidido llevar un pie de limón que era mi favorito, y también una torta de maracuyá que era el favorito de mamá y era deliciosa.

Con los chicos habíamos concertado que en nochevieja íbamos a obsequiarnos libros, era lo más sencillo y no iban a permitir que gastara más dinero en ellos.

Le compre a Trisha "Violet y Finch" y a Humberto "We were liars". Esperaba que les gustaran.


A mamá le compre un tapado de cachemira de un rosa palo, a papá también decidí comprarle algo aunque aun no estaba segura que, no lo vería hasta el próximo año porque tenía un viaje de la empresa e iba a pasar año nuevo allá, solo supongo. A Nancy le compre unos aretes y a Sebastián unas gafas de sol nuevas para su colección, ese hombre tiene una obsesión, lo juro.

*********************************


- ¿Hija ya tienes todo listo?

- Si mamá, no demoran en venir los chicos por mí.

- Ok ¿Y Sebastián?

- Lo recogemos saliendo, ya sabes que vive lo más lejos posible.

- Si hija... ¿llevan comida?

- Algo mamá, igual creo que allá hay ¿no?

- Claro que sí, siempre hay de todo en la casa... Cuídate mucho hija por favor, llámame cuando lleguen ¿sí?

A los pocos minutos llegaron Humberto y Trisha en el carro de él. Pasamos por Sebastián. Íbamos Humberto manejando, Trisha de copiloto y Sebastián y yo atrás. Quería y necesitaba que mis amigos se llevaran bien entre ellos, por eso invite a Sebastián y el primer paso fue que ninguno de los tres pusieran trabas a mi plan, pero aun así quería que por lo menos se rieran juntos, que hablaran sin estar yo presente, y que a largo plazo se pudieran tener confianza. Sebastián siempre había sido muy importante para mí y ahora los eran tanto Beto como Trisha.

Además quería que este año nuevo fuera especial. Hace mucho tiempo que no pasaba algo bueno este día en mi vida. Siempre fue muy impersonal compartirlo con gente que ni siquiera había visto una vez en mi vida. Y la mayoría de las veces cuando daban las 12 estaba sola rodeada de desconocidos. Necesitaba que cosas especiales pasarán este día e íbamos por buen camino.

Sabía que Sebastián y Humberto podían tener cosas en común, pero lo que no sabía era porque Humberto estaba reacio al tema. Cuando le dije que quería invitar a mi amigo, sentí que acepto por aceptar pero no le terminaba de cerrar el tema. Y no quería eso.

Dándome cuenta en ese momento quería demasiadas cosas. Y no sabía lo que iba a pasar más adelante.

Sebastián y yo hablamos un rato, mientras Beto y Trisha hablaban adelante. Después de un rato Beto prendió la radio del carro con su música rara, afortunadamente Sebas conocía a la banda y se pusieron a hablar de ellos, con Trisha claro está. Yo era la única que no tenía la menor idea de que sonaba. Sebas se puso a contar la experiencia cuando fue a su concierto en Suiza y en esas se pasaron un rato, yo solo los escuchaba con una sonrisa en mi cara.

LA VUELTA AL SOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora