Capitulo 15: Siento que tengo un peso fuera de mí.

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Las tres semanas que le siguieron a esa reunión fueron absorbentes. Repartíamos el tiempo entre la escuela, los deberes, y nuestras solicitudes. Hablar con Miss Spencer había sido increíblemente sencillo. Le alegro que pensara en ella para mi carta de recomendaciones y me dijo que con mucho gusto la escribiría, que era un honor para ella hacerlo.

Humberto al fin había convencido a su profesor de comunicaciones para que le diera su carta y Trisha a su profesora de sistemas.

Definitivamente lo que más nos estaba costando era escribir nuestra propia carta. Yo que había escrito toda mi vida estaba totalmente bloqueada. Creo que el problema radicaba en que tenía que escribir sobre mí, sobre lo que sentía y quería, y eso nunca había sido una opción.

Habíamos estado varias veces trabajando en ello, tanto en mi casa como en la de Trisha.

Por otro lado también habíamos trabajado en el proyecto de Literatura y por fin había conocido la casa de Beto. Y a su mamá claro está, lo que fue una situación realmente muy incómoda para mí, pero una vez nos conocimos me di cuenta que su madre era realmente una mujer muy dulce y le estaba cogiendo cariño. Desafortunadamente también trabajaba mucho, y aunque eso no le impedía estar con Humberto, si le impedía muchas veces hacerse cargo de la casa o acompañarnos cuando íbamos a estudiar, a diferencia de la madre de Trisha.

Volviendo al tema de la carta, les había estado ayudando a ellos dos con las suyas pero la mía no avanzaba y cada vez estaba más cerca la fecha. Lo más difícil es que la carta debía modificarla tres veces para que se adaptara a cada universidad.

Cuando faltaba una semana yo todavía estaba intentando escribirlas. No les iba a mentir, había avanzado, pero nada me convencía. Esas cartas iban a abrirme las puertas más importantes en mi vida, y necesitaba que fueran perfectas. En este punto, estaban muy alejados de eso. Y me estaba frustrando de sobremanera.

Afortunadamente al final logre llegar a un punto donde me gusto lo que escribí, lo transforme tres veces, junte todos los documentos, hice tres paquetes, los marque, selle y los tenia listos para mandarlos.

Habíamos quedado con los chicos de ir a enviarlos todos juntos, era algo importante y Trisha quería hacer algún tipo de ritual de la suerte.

- Siento que tengo un peso fuera de mí - dijo Trisha. 

- Y yo, menos mal que es la única vez que tenemos que pasar por esto - Le respondí. 

- Ciertamente, porque si no creo que podría volverme loca.

- ¿Mas? - pregunto Humberto divertido. 

- Muy gracioso Humberto.

- Ya lo sé.

- ¿Saben? Deberíamos ir a comer, yo los invito. Pero por favor, que no sea pizza de nuevo, la amo, pero si como más me voy a cansar de ella y no quiero que pase – dije siendo dramática.

- Ok, pero nosotros pagamos nuestras partes – dijo Humberto.

- ¿Qué pasa Beto? ¿No te gusta que las mujeres paguemos?

- No es eso, no me gusta que gastes tu dinero en nosotros.

- Es una sola vez Humberto, no me voy a morir por eso.

- Bueno ya, paz entre todos. Andrea, esta vez pagas tú y la próxima nosotros y fin.

- Bueno señora – molesto Trisha.

- Así que ¿A dónde vamos?

- Comida mexicana!!! – grito Trish.

- Comida mexicana será.



LES CUENTO QUE ESTOY SUBIENDO CAPITULOS CORTOS PORQUE LLEVO MAS DE UNA SEMANA SIN ESCRIBIR Y YA CASI ACABO CON TODOOOOOO Y NO QUIERO, ASÍ QUE ESPERO ESTA SEMANA SI PODER SENTARME A ESCRIBIR, YA QUE YA ME ESTOY ADAPTANDO AL TRABAJO. GRACIAS POR LEER. 

LA VUELTA AL SOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora