Capítulo 23

22.9K 1.1K 188
                                    



Capítulo 23

Me giré lentamente para encontrarme cara a cara con Esteban, sus ojos de color marrón parecían resplandecer. Parecía que habían pasado años desde la última vez que nos habíamos visto, seguía igual que siempre incluso llevaba su ropa para las manifestaciones.

-¡Olivia!- me volvió a llamar.

Le saludé con la mano con una pequeña sonrisa en la cara, todavía no me había olvidado que me había besado.

Corría hacia nosotros y me dio un abrazo empalagoso del que rápidamente me escabullí.

-Hola Esteban- le sonreí

-Siguen sin gustarte los abrazos- comentó de buen humor.

Me encogí de hombros.

-No ha pasado tanto tiempo para cambiar las costumbres.

Esteban sonrió.

-Me alegra que no te hayan cambiado.

-¿Y qué haces por aquí?

-Hay una manifestación- aaah, por eso la ropa- resulta que el párroco de la iglesia ha prohibido que una chica, de la que han abusado, pueda abortar.

-Joder- gruñí- ¡cómo odio estas cosas!

-Sí, eran las que más te sacaban de quicio.

-Dios, ¿qué se creen que son para prohibir semejante cosa? ¡Nosotras parimos nosotras decidimos!

Esteban se rió, pero de repente su risa cesó y se fijó en algo que estaba a mi lado, más bien en alguien.

¡Me había olvidado de Kyle!

Soy una pésima amiga, ya no pudo recriminar a Alex que ella es peor que yo en esto de la amistad.

Los dos chicos se estudiaban cuidadosamente, sentía que había presentado a dos fieras y yo fuera su comida. Esteban frunció el ceño admirando la lujosa ropa de Kyle, seguramente su calcetín costaba más que toda su ropa, mientras que Kyle miraba fijamente el megáfono de Estaban preguntándose qué hacía con él.

-Esteban- intervine entre la fieras- este es Kyle un compañero del internado.

-Hola- sonrió pero no era una sonrisa agradable.

-Y Kyle, él es Esteban un amigo de cuando estaba fuera.

-Encantado- la sonrisa de Kyle si era sincera, él no podía fingir una de sus maravillo... quiero decir sonrisas simplemente sonrisas.

-Veo que te has buscados amiguitos ricos- comentó Esteban.

-El internado está lleno de ellos, uno tendría que haber que fuera decente, y ese es Kyle.

-Con tu ropa podrías comprar una ciudad entera- observó Esteban.

-No me la compré yo, mi madre no deja de mandarme ropa sin mi autorización.

-¿Tu mami decide por ti?- preguntó burlón Esteban.

-Esteban- gruñí- los ricos no dejan hacer nada a sus hijos, siempre deciden por ellos hasta en la ropa.

-Por ti nadie elegía.

-Porque mi padre estaba a saber donde, mi hermana demasiado pendiente de ella misma y mi madre con demasiadas resacas. Hay familias que están unidas, no como la que yo tengo.

-Pero si Gabriela en una tía de puta madre.

-Ahora, pero antes haber quien narices la aguantaba.

Élite (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora