Élite (editando)

Capítulo 52

Capítulo 52

Las tres nos encontrábamos en la habitación, Érica caminaba de aquí para allá nerviosa, no hacía muecas de dolor pero se notaba que le costaba caminar.

-¡Sigo sin comprender cómo has conseguido que un médico venga aquí!

Me encogí de hombros.

-Tengo buenos recursos.

Érica me miró de arriba abajo, parecía que me estaba analizando.

-Primero consigues esa información de Tania, sobre que su padre es el mismísimo Antonio Garrido subdirector del bufete de abogados Martínez y ahora consigues que un médico venga aquí... debo suponer que todo es gracias al famoso contacto.

Me mordí el labio nerviosa, y evité mirarla a los ojos.

-Sí, es bueno tener amigos poderosos.

-Amigos...-murmuró- ahora que lo pienso nunca has dicho quiénes son tus padres.

-No son nada importantes.

-Seguro que los conozco.

-Tal vez- me encogí de hombros- pero lo importante no es quienes son o no mis padres, lo verdaderamente importante es quién soy yo en realidad.

-¿Y quién eres?

-Olivia, a la que no le importa mover montañas por los que quiere, soy la que no aguanta las injusticias, a la que nunca van a poder controlar porque soy un alma libre.

Alma libre...

Kyle me había llamado así...

Lo echaba de menos, no debería haberme puesto como lo hice, él tenía razón no puede odiar a alguien porque yo se lo diga aunque yo lo haría si fuera al revés...

¡Basta! En un rato iré a disculparme a su habitación, recemos para que no esté muy enfadado.

-Supongo que sí- sonrió Érica aunque en sus ojos podía ver que quería averiguar qué era lo que pasaba conmigo.

Pero por ahora estaba a salvo.

Unos golpes en la puerta.

-El médico ha llegado- murmuró Alex.

Mi mejor amiga se levantó y el médico entró en la habitación.

-Hola soy el doctor Aparicio, vengo a tratar a una chica ¿quién de ustedes señoritas?

Érica tímidamente levantó la mano.

-Yo.

-Bien, túmbate por allí, veremos que ocurre- luego su vista se fijo en mí- tú debes de ser su hija- asentí- eres la viva imagen de tu padre.

-Eso me han dicho.

-Soy un viejo amigo de la familia, siempre he querido conoceros a ti y a tu hermana.

-Lo que ocurra aquí con ella quiero que no se lo cuente a nadie, ni a mi padre, es importante- le supliqué con los ojos.

-Está bien- sonrió- deberíais iros, necesito intimidad para tratar a vuestra amiga.

Miramos a Érica.

-Está bien, podéis iros.

-Yo me quedo- dijo Alex firme- Olivia no te vio como yo lo hice, te curé las heridas, si vuelve a pasar quiero estar preparada.

-Alex...

-Tú puedes irte Olivia, ya me ocupo yo de todo.

Sonreí y me fui de la habitación.