Capítulo 41

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Capítulo 41

-¿¡Has visto el pelo de Tania?!- gritó Alex entrando alterada en la habitación.

Me reí, por supuesto que no lo había visto, estaba en el entrenamiento cuando ocurrió la tragedia, pero Érica se encargo personalmente de enviar una foto de Tania a cada estudiante. Me gustaba la mente de esa chica, si no fuera tan perra me gustaría ser amiga suya.

-Me enviaron una foto- dije con una sonrisa.

-Pobrecilla, Érica es muy cruel.

-A mí me pareció gracioso.

-¿Qué tienes tú contra Tania? Es una buena chica, pero tú le has cogido una manía que no se merece, después te preguntas porque no tienes muchos amigos.

-Es que tiene algo...- murmuré- algo malo, y mi instinto nunca se equivoca.

-¿Cómo no se equivocó con Aarón? Al final resultó ser una buena persona, me ayudó a salir de la biblioteca.

-Aarón en un imbécil pero tú no puedes verlo.

-Siempre pensando mal de la gente- rodó los ojos.

No pensaba mal de la gente... simplemente Aarón ya había demostrado que era un niño pijo de mamá como supe el primer día y Tania... era demasiado perfecta y la perfección no existía, tenía que tener algo... y yo pensaba en descubrirlo.

-Me voy a correr- dije.

Me levanté y salí corriendo de la habitación, necesitaba aire fresco.

El primer día estaba siendo terrible, todo por culpa de Aarón y su nueva novia, lo único que me había gustado de este día horrible había sido Kyle, después de todas estas dudas gracias al comportamiento de Aarón había visto que Kyle era a quien quería de verdad.

Una sonrisa estúpida se formo en mi boca, y mi corazón comenzó a latir rápidamente tan solo con pensar en estar cerca suyo.

Tenía que hablar con Kyle, él me había confesado sus sentimientos antes de irnos de vacaciones y creo que era hora de confesarle lo que sentía, aunque se había previsto cuando me lancé sobre él pero Kyle no era bueno con las señales.

Estaba dispuesta a ir a su habitación cuando oí un llanto.

Seguí el sonido y me encontré algo inaudito, Érica se encontraba sentada detrás de un arbusto, cada mechón de su pelo iba en una dirección diferente y su maquillaje estaba corrido. No parecía ella misma.

-¿Has venido aquí a verme humillada?- preguntó ahogando un llanto.

-No, ha sido porque tus llantos se oyen desde un kilómetro de distancia. Si quieres llorar deberías irte a un lugar más apartado, mejor si es un bosque.

-¿Por qué me das un consejo?

-Porque a mí también me ha pasado.

Recordaba cuando era pequeña y no tenía más de diez años y mi hermana se dedicaba a joderme la vida, cuando era de noche y quería llorar me escapaba hacia el jardín, no era un bosque pero como se parecía tanto yo lo llamaba así.

-¿Por qué eres amable conmigo con la mala que he sido?

-No lo sé, será que eres como yo sólo que una versión más...

-No hace falta que lo digas- me saqué un pañuelo del bolsillo y se lo di, ella se limpió las lágrimas- gracias.

-¿Tengo que preguntarte que te pasa?- ella me miró- lo sé, no se me da bien consolar a la gente, yo era quien los hacía llorar no quien los consolaba.

-Pero aun así estás aquí.

-Tengo buen corazón, eso me pasa por pasar tanto tiempo con Gabriela.

-Todo es culpa de Aarón.

-¿Por qué no me sorprende?- me senté a su lado mientras le daba más pañuelos- ¿qué ha hecho?

-Sé que he sido una perra con él y con todos, pero... yo lo quiero, y si estuve con Mason fue porque... sentía que no me quería, ya no pasaba tiempo conmigo y me sentía...abandonada.

-Entonces la ruptura fue por los dos- deduje- él ya había decidido que no quería nada más.

-Sí, pero no se animaba a decirlo pero yo lo notaba, así que le di una razón para cortar. Y ahora está con esa... no es juego limpio- Érica y yo compartíamos el mismo punto de vista, no sabía si eso era bueno o malo- sé que esconde algo.

-Me gustó la foto, cuando volviera a la habitación me iba encargar personalmente de que se hiciera viral.

Érica se rió.

-Me di cuenta de que tú me habías dado la idea del pelo apropósito.

-Pero lo de la fotografía... no se me habría ocurrido en años- sonreí- buena jugada.

-Gracias... pero a Aarón no le gustó y... dijo cosas horribles, la gente piensa que sus comentarios no me afectan pero también tengo corazón.

Me sentía identificada con Érica, al final no era tan mala simplemente no quería mostrar debilidad delante de las personas, y por ello se convirtió en lo que era.

-Sí, Aarón puede hacer daño cuando quiere- suspiré.

-Lo quieres.

-Pensaba eso, pero... no era como yo creía...

-Nunca lo es, un momento puede ser la mejor persona del mundo, súper sensible y atento pero al otro... difícil.

-Ya... no se merece la madre que tiene.

-¿La conoces?

-Un poco- murmuré.

-Olivia podríamos ser... compañeras.

-¿Compañeras?

-Sí, tú y yo queremos desenmascarar a esa... Tania, y juntas podremos hacerlo pero te necesito, no puedo hacerlo sola.

Fruncí el ceño.

-¿Por qué querría hacerlo? Aarón ya no me puede importar menos, y que se pudra con esa que seguramente le romperá su corazón en miles de pedazos, quiero verlo destrozado.

Érica abrió desmesuradamente los ojos, lo sé a veces podía ser muy cruel cuando quería, pero cruel es bueno.

-Porque te importan Kyle y Alex y se están haciendo amigos de esa... y serán los primeros en sufrir cuando ella haga algo malo porque tú y yo sabemos que lo hará.

Kyle, Alex... no podía permitir que ellos sufrieran, eran las dos únicas personas que me importaban realmente en este sitio.

Las únicas que me aceptaban como era.

-Está bien pero tú y yo nunca hemos hablado.

-Nunca- sonrió Érica- en cuanto la hayamos hundido seguiremos odiándonos a muerte.

-Me parece justo.

-Ya sabes lo que dicen, el enemigo de tu enemigo es tu mejor amigo- sonrió.

-Tengo una nueva mejor amiga entonces.

-Pero es temporal.

-Érica, si quieres seguir llorando mejor vete al laberinto de setos, allí no hay mucha gente.

-Sí, parece la mejor opción.

-Te veré mañana, para comenzar con todo este barullo.

-No te olvides Oli.

-Sigue sin gustarme que me llames Oli.

Érica me guiñó un ojo.

-Hemos pactado una pequeña alianza no una tregua- dijo con una enorme sonrisa y se dirigió a los setos.

Yo suspiré y me dispuse a irme a mi habitación cuando recordé hacia donde me dirigía antes de encontrarme a Érica. Iba a ir a por Kyle.

Mi corazón latió deprisa, era hora de poner mis cartas sobre la mesa.

Y prácticamente corrí hacia la habitación de Kyle.

Élite (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora