Élite (editando)

Capítulo 16

Capítulo 16

El pasillo hacia el despacho de la subdirectora era enorme, se notaba que quería hacer reflexionar a los alumnos desde el aula hasta que llegaran a su despacho. Lástima que yo fuera más del tipo de sentirme orgullosa de mis acciones.

Kyle caminaba intranquilo a mi lado.

Lo observé de reojo, miraba a todos lados preocupado y no dejaba de fruncir esos apetitosos... digo labios, esos labios ¿quién ha dicho apetitosos? Nadie.

-Kyle tranquilízate, sólo es una visita a la subdirectora, seguramente como es nuestra primera vez allí nos hablará un buen rato sobre ser responsable y esas chorradas y nos dejará marchar.

-Pero... ¿y si mi padre se entera? Seguro que me estrangula en el acto- suspiró.

-¿Y por qué te importa tanto lo que piense tu padre? Es decir, a mi el mío no me puede dar más igual.

-No lo sé, simplemente quiero que se sienta orgulloso de mí- se encogió de hombros- es complicado.

-No es complicado, solo haces que parezca complicado.

Me miró sin decir palabra, estaba frunciendo el ceño pero al final sonrió, y tengo que decir que mi corazón dio un vuelco.

¿Qué narices me pasaba?

-Olivia eres única en tu clase ¿lo sabías?

-Me lo han dicho más veces de las que puedes imaginar.

Nos paramos enfrente de la puerta de la subdirectora, era de roble y áspera al contacto. Encima había una placa en la que ponía su nombre completo "Ana Fulgencia Simón".

¿Se llamaba Fulgencia? Joder, su madre debió de odiarla desde el momento en que llego al mundo, incluso antes si lo decidió cuando aún no había nacido. ¿Quién llamaba a su bebé Fulgencia por propia voluntad?

-Fulgencia- murmuró Kyle intentando aguantar la risa.

-Bonito nombre- comenté divertida mientras tocaba la puerta.

En unos segundos se abrió y me encontré con Ana, fruncía el ceño mirándonos una y otra vez. Me aburrí de su escrutinio y miré hacia su despacho y fíjense mi sorpresa cuando pude observar como Érica con cara de pocos amigos estaba allí.

-¿Qué hacéis aquí?- preguntó.

Kyle tragó saliva, y como deduje que no podía hablar lo hice yo.

-El dinosaurio de Historia nos mandó hacia su despacho porque decía que no prestábamos atención a su clase.

Me lanzó una mirada fulminante antes de hacernos pasar a los dos.

Tengo que decir que no parecía impresionada con mi presencia. Eso me ofendió un poco. ¡Yo podía comportarme si quería!

Nos sentamos en dos sillas al lado de Érica, ella no dijo nada pero estaba más que descontenta con nuestra repentina aparición.

-Señorita López, espero que no le moleste la intervención- sonrió mientras volvía a sentarse en su silla de cuero- quiero que me siga contando que hace aquí.

-La profesora de música me mandó aquí cuando me vio caminando por los pasillos cuando debería estar en clase.

-¿Y por qué no estaba en clase?

-Porque a Fede le entró en la cabeza la absurda idea de que estaba gorda y nos hice ir a mí y a Flabia con ella para ayudarla a bajar kilos.

Upsss, creo que es culpa mía que este aquí...