Capítulo 51

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Capítulo 51

-Olivia ¿por qué miras a todas partes?- me preguntó Érica nada más entrar en la cafetería.

-Porque Tania me amenazó ayer y tengo que estar alerta- respondí mientras observaba a los cuatro monos de siempre desayunar- pero no creo que haga nada si hay testigos.

-No, es muy cuidadosa y no dejará que su máscara caiga- comentó Alex caminando a por el desayuno.

Nos sentamos en otra mesa, la más alejada de la antigua, ninguna teníamos ganas de compartir mesa con Tania y estaba segura que si Aarón se sentaba con nosotras ella también.

De reojo vi como Érica hacía una pequeña mueca al sentarse, todavía le molestaban las heridas del día anterior.

-¿Seguro que estás bien?- pregunté- podemos hacer que traigan un médico.

-No- dijo- seguro que preguntarán como me he hecho estas heridas, ¿y qué le vamos a contar?

-¿Qué una princesa Disney con su grupo de animadoras te pegaron la paliza de tu vida?- me fulminó con la mirada- vale, si contratamos a uno privado...

-Que no, traerlo sería imposible.

Cierto, en Élite había mucha vigilancia, no sería la primea vez que los niños de mamá intentaran hacer que alguien entrara con una mercancía o conocimientos que ellos desearan, pero siempre acaban pillando al sujeto entrando o saliendo daba lo mismo.

Pero yo podría tirar un poco de mis hilos, es decir suplicar, llorar y berrear a mi padre por teléfono para que trajera un médico para una amiga.

-Yo puedo hacer que uno venga.

Érica alzó la ceja.

-Eso no lo ha conseguido ni el mismísimo Elliot- Elliot era un chico al que podías pedirle cualquier cosa desde una compresa hasta coca, que por un módico precio lo entraba.

-Pero puedo hacerlo.

Me miró interrogante pero no dijo nada, seguro que había aprendido de que era capaz de hacer muchas cosas después de que le ganara en buscar la información sobre Tania.

Alex apareció con una bandeja llena de alimentos para las tres.

-¿De qué habláis?

-Olivia dice que puede hacer que un médico entre en Élite y salga sin que se den cuenta.

-Sin que se den cuenta no he dicho- sonreí- pero sin que llamen a la policía para que lo arresten o nos caiga un buen castigo sí.

-Eso es imposible- exclamó Érica- ¿tú me crees que verdad?

Alex nos miró a cada una, luego suspiró y se llevó un cruasán a la boca, después de tragarlo dijo:

-Yo ya creo que Olivia es capaz de todo.

Érica rodó los ojos.

-¿Apostamos algo?

-¿Qué quieres apostar?

-No sé... si lo consigo me debes un favor y si no te lo debo yo a ti.

-Me parece justo.

Las dos nos dimos la mano dando por finalizado el trato, pobre ingenua Érica, no había tenido suficiente escarmiento.

-Princesa- Kyle apareció a mi lado, pero no me besó como normalmente hacia por las mañanas al verme- ¿podemos hablar?

Miré a las chicas y ellas asintieron, me levanté y acompañé a Kyle a la esquina de la cafetería, donde no había nadie.

Élite (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora