Capítulo 13
El despertador sonó, y yo no quería levantarme de la cama. Ya que significaba que hoy comenzaban las clases, y la verdad no me apetecía ponerme a estudiar. Y mucho menos confraternizar con el enemigo, llamados los otros estudiantes.
-Olivia despierta- me zarandeó Alex, gruñí.
Había pensado que una de las cosas buenas al irme a este internado sería que Gabriela no aparecería algunas mañanas para hacerme levantar de la cama. Sin embargo, había ocurrido todo lo contrario, mi compañera de habitación había usurpado el papel de mi hermana. Pero para su mala suerte yo no solía estar de buen humor por las mañanas y contaba con fotos vergonzosas mías para que me comportara.
-Son las seis y media- me quejé.
-Sí, el desayuno comienza a las siete y podemos comer todo lo bueno si llegamos tarde- me apremió.
-Genial, tengo que levantarme media hora antes porque los niños pijos no saben lo que es la palabra generosidad.
-Vete y date una ducha- me ordenó Alex.
En cuanto el agua comenzó a caer por mi cuerpo este se despertó de su sueño. Mi mente a medida que el agua impactaba poco a poco se iba aclarando, el agua siempre me venía muy bien por las mañanas.
Miré y pude ver que Alex me había colocado mi uniforme ya en el baño, ¿cómo tenía que decirle que no era mi criada? Me coloqué la blusa blanca y por encima una corbata de color violeta. A continuación miré enfadada a la falda totalmente violeta con líneas amarillas que formaban cuadros. Odiaba las faldas. Pero el uniforme era obligatorio, así que no me quedó más remedio que ponérmela.
-Odio las faldas- dije nada más salir del baño.
-Eso que no te lo oigan decir las chicas de aquí- rió.
-A mí no me hace gracia- le fulminé con la mirada.
Yo lo dije. No era buena compañía si me levantaban.
Y las dos fuimos a la mesa del comedor. Me sorprendí nada más entrar, porque había menos alumnos que el otro día, los que estábamos allí éramos tan pocos que podría contarlos con las manos.
Un chico estaba sentado sólo, se había colocado una chupa de cuero encima de su uniforme y estaba haciendo una especie de sacrificio a Mesistoteles. Si... mejor no me acercaba por si acaso. Por otro lado había una chica cuya comida era orgánica, supuse que sería una vegetariana. Luego dos personas, un chico y una chica que se sentaban al fondo, miraban los libros una y otra vez para después echar algún líquido morado en un tubo de ensayo. Si moríamos todos por una explosión la culpa no habría sido mía.
Pero los que sin duda los que me sorprendieron más fueron Kyle y Aarón, los dos estaban eligiendo el desayuno. No los clasificaría por la clase de chicos que madrugan, sobre todo a Aarón.
Ellos tenían puesta una camiseta blanca de manga corta, y por encima tenían una corbata de color azul, y sus pantalones eran de color caqui. Tuve envidia de ellos ¿por qué tenía que ponerme una estúpida falda? Tenía que hablar cara a cara con el encargado de los uniformes.
Alex sin decirme nada había ido a por el desayuno y se había puesto a charlar con Kyle, mientras Aarón los miraba aburrido, luego su vista se fijo en mí.
Levantó una ceja escéptico, como si no supiera algo que tenía que ver conmigo, yo le lancé una mirada envenenada y él desafiante me la devolvió, y enseguida nos adentramos en una lucha de miradas que ninguno quería perder por orgullo.
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Élite (editando)
Novela JuvenilA Olivia Martínez se le podría describir de muchas maneras rebelde, inteligente, deportista... A pesar de que su familia tiene dinero ella aparenta que no lo tiene, se mete en manifestaciones porque cree en un mundo mejor, odia a la gente que se cr...