Capítulo 35

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Capítulo 35

Los pulmones me ardían y las piernas me dolían pero no deje de correr, el ejercicio que no había hecho durante las navidades empezaba a pesarme, tendría a partir de ahora que salir a correr.

Cuando se dejaron de oír los gritos y las alarmas de los coches patrullas fue cuando por fin me paré.

Miré a mi alrededor, pero estaba sola ¿dónde estaban Gabriela y Aarón?

¡Mierda! Los había perdido.

Me mordí el labio nerviosa, y recordé el momento en el que Kyle y yo huimos de las policía, a él no lo había soltado y nunca se separó de mí pero debería haberle tapado la boca... en cambio ahora no había cogido a ninguno de los dos, había dejado a mi hermana y Aarón solos.

Era una "amiga" horrible y hermana aun peor.

-¡Olivia!- me giré y encontré a Aarón.

Suspiré aliviada, él estaba bien. No me lo pensé y me abalancé sobre Aarón.

Mis brazos rodearon su cintura y lo atrajeron hacia mí, mi cabeza fue hacia su pecho y aspiré su aroma, olía a naranjas, me gustaban las naranjas. Primero Aarón estaba estático y luego poco a poco me respondió al abrazo y colocó su cabeza sobre la mía.

La electricidad corría por nuestros cuerpos, y mis labios comenzaron a picar.

Cualquiera que pasara por allí habría pensado que éramos una pareja haciéndose arrumacos, pero no se imaginarían lo equivocados que estaban.

Nos separamos poco a poco y puede ver una sonrisa radiante en su cara.

-Pensé... pensé que estarías sólo y...

Me mordí el labio y Aarón me levantó suavemente la barbilla para que le mirara a los ojos, unos ojos azules grisáceos que parecían la calma personificada.

-No estaba solo, te seguí lo que pasaba es que eres más rápida que yo.

-¿Y Gabriela?

-Se fue por el otro lado, creo que pensó que tendría más probabilidades de escapar entre las sinuosas calles. Ya sabes que no es muy rápida.

-Seguramente la habrán pillado- murmuré preocupada. 

Aarón se revolvió el pelo.

-Es muy inteligente cuando quiere, vamos a las tiendas de ropa, estará por allí.

No dijimos ninguna palabra más mientras caminábamos, pasamos de tienda en tienda observando si Gabriela estaba en ellas. Sin embargo, todavía la imagen de Esteban tirada en el suelo me invadía la mente.

-Pegaste a Esteban...- susurré.

-Sí, no me gustó que te estuviera insultando.

-Puedo defenderme yo sola- dije orgullosa- pero... gracias.

Aarón me dedicó una sonrisa torcida y seguimos buscando a Gabriela, y de repente nos encontramos con otra persona que no era mi hermana...Esteban.

-Hola- sonrió.

-¿Hola?- pregunté- creí que la policía te habría cogido, es más, rezaba por ello.

Me dedicó una sonrisa cínica, no sabía cómo no había visto antes su parte oscura. Había estado muy ciega e irónicamente había sido Élite la que me había abierto los ojos.

-Yo... fui un imbécil.

-¿Me lo cuentas o me lo dices?

-Lo siento ¿vale? Te quiero Olivia y me duele verte tan alejada y con ese...Kyle, pero ahora estás sola.

Élite (editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora