Élite (editando)

Capítulo 49

Capítulo 49

-¡Dios!- Érica se llevó las manos a la cabeza- llevamos días buscando información, observándola por si da un paso en falso... ¿y qué hemos averiguado?

-Que sólo come tofu, en resumen que engorda rápidamente- respondí.

Érica me fulminó con la mirada.

-Somos unas espías horribles, no nos ganaríamos la vida investigando.

-¿Ahora te das cuenta?- me reí.

-Es que no la aguanto más, desde que llego a las animadoras ha ido ganándose a las chicas poco a poco, ahora mismo sólo me queda Fede- suspiró- creo que quiere la capitanía.

-Érica voy a decirte dos cosas- dije seria- la primera, no te fíes de la gorda, a la primera de cambio se largará con la otra.

-¡Qué no le digas gorda! Sólo es rellenita, además somos amigas prácticamente desde que pisamos Élite, es una de las pocas personas en las que puedo confiar.

-Si tú dices eso... yo no me fiaría- me encogí de hombros- y segundo has nacido para mandar, seguro que Tania no puede dar órdenes como tú.

Érica sonrió.

-Gracias.- suspiró- ahora en serio Olivia ¿no puedes hablar con tu contacto?

-¿Mi contacto?- ladee la cabeza.

-Sí, conseguiste la información sobre Tania gracias a él.

¡Ah! ¡Mi padre!

Claaaaaro.

-No lo sé- murmuré- sólo puedo hablar con él los sábados cuando nos dejan salir.

-¿Y por qué no has ido a verlo?

-No ha estado en la ciudad.

Era mentira, pero ¿cómo le decía a Érica que no había ido a verlo porque Kyle quería pasear conmigo por la ciudad de la mano como si fuera una película romántica?

Me sentía muy culpable, había dejado de prestarle tanta atención a Tania y sus movimientos y me había centrado en pasar el tiempo junto a mi maravilloso novio y mi mejor amiga, cuando no estaba con uno estaba con el otro, y así pasaban los días...

-¿Y este sábado?

Fruncí el ceño, este sábado Kyle quería llevarme a no sé qué sitio pijo que acababan de abrir hace poco para almorzar, yo no quería ir, prefería una hamburguesa ¡pero no! Tenía que ir al dichoso restaurante.

Nada, me tocaba perder a Kyle por la ciudad.

-Intentaré verle pero ya te digo que lo veo complicado.

-Gracias por el intento, quiero que la princesa Disney salga de mi equipo de animadoras en este mismo instante.

No dije nada, aunque las dos sabíamos que me compadecía, pero aun así ni loca ocuparía su lugar, una apuesta era una apuesta y Érica había pensado que podía ganarme.

¡Por favor! Nadie gana a Olivia Martínez cuando se pone seria.

-Te veo pasado a la misma hora- dije levantándome.

-Adiós.

Y cada una fue hacia su habitación.

Eran las nueve de la noche pasadas, y ya había oscurecido, por eso no me sorprendía que por debajo de la puerta se filtrara la luz.