Capítulo 38

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Z se acercó a Alysse y la abrazo, Al lo beso.
Disfrutaba de estos pequeños momentos con el. Le había sido de gran apoyo este último mes. Le comenzaba a querer, está ves quería que sea diferente. Sus relaciones anteriores eran monótonas y artificiales,  prácticamente usaba a los hombres para tener sexo y luego desecharlos. Con Z era diferente, Z le demostró que alguien la podía querer así como era, desprolija y mal educada. No sabía cuanto iban a durar ni cuanto lo podía llegar a querer, pero por una ves iba a poner empeño en una relación, quería algo diferente y no iba a desaprovechar la oportunidad. Probaría ser feliz junto a alguien.
El beso se intensificó y de un momento a otro los dos estaban acostados en la cama. Alysse le quitó la remera a Z y pudo apreciar su cuerpo marcado. Sus abdominales lograron hipnotizarla. Los dos se miraron con lujuria. Le besó el cuello, bajó por su pecho duro, sus músculos estaban tensos. Delineó todos sus tatuajes con su lengua. Z encontró ese acto demasiado excitante, rápidamente le quitó la remera y la dejó en brasier. Era única. Se posicionó entre sus piernas, aún tenían los jeans puestos, pero no durarían mucho. Beso su cuello, olía a vainilla. Inspiró fuertemente para recordar su olor. Le quitó el brasier y tomo sus pechos con sus enormes manos. Alysse gimió fuertemente. Los dos se deseaban. Z colocó uno de sus pezones en su boca y succionó.
Tocaron la puerta.
Los dos cerraron los ojos, no podía ser. Z soltó el pecho de Alysse.
-¿Quien? - dijo con voz ronca Alysse
- Fabio tiene la cifra, te espera en el despacho. -hablo Fran
- En un momento voy - estaba enfadada.
Sintieron los pasos de Fran alejarse.

-Luego lo seguimos. - dijo Z parándose. Miró a Alysse, no podía ser más hermosa. Ésta se cubrió los pechos y sonrió.
- No me mires así, pareces un sátiro.- dijo mirándolo, Z comenzó a reír.
- Tu me miras igual, y no me quejo. Parfavar, que vergüenza. - dijo fingiendo, se tapó sus pechos. - Alysse río fuertemente, este hombre era un caso especial. Se colocó el brasier y la remera.
- Vamos, hay que seguir trabajando. - dijo desganada, Z también se colocó su remera.
- Ven aquí, dame un beso. - la tomo por la cintura y la besó. - recuérdalo, tenemos un asunto pendiente, y un Bennet nunca deja un asunto pendiente. - levantaba y bajaba sus cejas rápidamente. Alysse rió nuevamente.
- Un Falcon tampoco, así que, si quieres guerra, te la daré.
- Eso que acabas de decir hará que mi pene rasgue mis jeans.-  señaló su bulto
- Trata de calmarlo, tenemos una reunión en 5 minutos. - Alysse tomó su bulto con una de sus manos y apretó levemente. Z cerro los ojos y gimió. Un gemido ronco, de imprevisto. Lo había sorprendido. - Luego seguimos cielito. - dijo en su oído. Logró ponerlo aún más duro. Luego de eso. Lo soltó, sonrió y se fue. Lo había dejado caliente y demoraría en poder bajar eso que tenía entre las piernas. Sonrió, había conocido otra faceta de Alysse, y esta era sin duda la que más le gustaba.

Alysse entró al despacho.
- ¿Novedades? - dijo seria.
- He calculado la cifra de hombres que Jason utilizará.
- ¿Cuantos son? - se sentó en él sillón principal
- 258
- ¿Por qué tan pocos? - se sorprendio
- No lo sé, supongo que la mayoría de los Williams lo abandonaron por traición. - Alysse pensó
- Buen trabajo Fabio, avísales a todos que a las 5 de la tarde habrá una reunión.
- Okey jefa, nos vemos. - el hombre salió, Z entró después de el.
- ¿Y? - Alysse sonrió, lo vio algo incómodo.
- 258
- ¿tan pocos?
- es lo que pienso, creo que esto es una emboscada.
- pero nuestros padres están ahí, no entiendo porque tiene tan poca seguridad.
- Enviare más espías, demoraremos un día más, pero estaremos seguros.
- ¿Cuantos necesitas?
- unos 10, no mucho, tiene que ser una investigación profunda pero que pase desapercibida
- Esta bien, pondré a los míos a trabajar.
- He convocado una reunión a las 5 con todos.
- Bien. ¿El plan sigue en pie?
- Si, sólo que con menos hombres.
-¿Y el otro plan?
-¿Que otro plan?
-Ya sabes. - dijo con cara divertida acercándose a ella.
- Z, estamos trabajando. - sonrió, las manos de Z rodearon su cintura.
- ¿Nunca lo hiciste en el trabajo?- le dijo al oído
- No, pero ya tendremos tiempo.- Dijo Alysse soltandose de su agarre. - iré a ducharme.- camino hacia la salida.
-Con agua fría, así te bajan las revoluciones. - dijo Z riendo.
Alysse levantó su dedo corazón y se lo mostró.
- Que carácter tienes, dulzura. - Al salió del despacho. Z se quedó ojeando unas hojas, el hecho era que no podía dejar de pensar en ella. Sonrió.

Alysse entró a su baño. Por fin se daría una ducha relajante. Tenía mucho trabajo que hacer y la verdad era que Z se había robado todos sus pensamientos. Le gustaba, le gustaba mucho. Cuando vio las toallas en el baño se acordó de cuando Z le alcanzó una, comenzó a reír recordando ese momento. De verdad se la estaba pasando bien junto a él. Y sorprendentemente ahora eran novios, recién había caído en eso. Pensó que de el amor al odio había una sola y fina línea de división y ellos habían podido traspasarla fácilmente.
Puso su cuello bajo el agua caliente enseguida sus músculos aflojaron. Estaba muy tensa.
Se tomo su tiempo en el baño, se depilo, lavo su cabello y luego de salir se puso la crema de vainilla que tanto le gustaba por todo el cuerpo. Se vistió y salió. Justo Susy, una de las empleadas, llamó a almorzar a todos los presentes.
La larga mesa de madera maciza estaba tendida, y unos pocos estaban ya sentados concentrados en sus móviles.
Susy le indicó donde debía sentarse. Era en el lugar donde su padre siempre se sentaba, en la punta. Siempre que lo veía, sentía su autoridad sólo de estar sentado ahí, decía que podía verlos a todos y mantener el control desde ahí.
Miró a Susy.
-No me sentaré ahí -dijo sería
-Eres la jefa ahora Alysse, al menos hasta que tu padre vuelva. - dijo cariñosamente la mujer
-Joder. - dijo enojada, retiro la silla hacia atrás de malos modos y se sentó. Su padre tenía razón, podía ver todo desde ahí.
Z apareció en la sala. La busco con la mirada, al verla le sonrió.
- Señor Bennet, puede sentarse aquí. - indicó la silla al lado derecho de Alysse. - en breves serviremos el almuerzo.
- Gracias Susy-  dijo Z
Miró a Alysse, ésta lo veía seria.
-Te ves importante sentada allí. - dijo ya sentado
-No entiendo por que le dan tanta importancia a un simple lugar. Si fuera por mi comería en el sillón. - Z río
- Quien iba a imaginar a un Falcon y un Bennet almorzando juntos y... - se acercó a ella para hablarle al oído. - a compartir cama.
Alysse se sonrojo.
- Aún no hemos compartido cama. - dijo en un susurro, no tenía intenciones de que los demás escucharan.
-Tarde o temprano sucederá, me la debes.
Los dos sonríeron.

Luego de que todos llegaron, el almuerzo se sirvió. Todos comieron tranquilos, algunos Bennet estaban sentados junto a algunos Falcon.
Si en el pasado vieran esa situación todos reirían irónicamente. Era algo que jamás podía suceder. Y sin embargo ahí estaban todos, comiendo sin armas de por medio.

Encuentro fatal. TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora