Capítulo 61

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Alysse estaba recostada en su cama mirando el techo. Pensaba en todo lo que había sucedido esos 3 meses. Pensaba en Z, en sus labios, en su pelo, en su cuerpo. Pensaba en que estaría haciendo, si la extrañaría. Si bien la traicionó, le seguía queriendo, pero trataba con todas sus fuerzas de olvidarse de el. Había pensado en escribirle o llamarle, pero luego recordaba que él siempre cambiaba el móvil por temas de seguridad y no tendría el mismo número desde aquella ves. Desde que despertó de la crisis nerviosa no volvió a hablar de el con los demás y los demás tampoco sacaban ningún tema referido a él.
-Iré al centro comercial, ¿me acompañas? -Lucy entró de repente a su habitación. Alysse sacudió su cabeza como tratando de olvidar sus pensamientos.
-No tengo voluntad. -le contesto, Lucy se acostó a su lado.
-¿Te sientes bien?
-Si, estoy tranquila.- dijo mirándola.
-¿Has tomado tu medicamento para el corazón?
-Si, hace media hora. - Dijo pausadamente. Antiguamente ella no creía en los medicamentos, se negaba a tomarlos. Pero luego de lo sucedido prácticamente la obligaron a tomarlos y decidió ser responsable, no se olvidaba de ninguno. Z volvió a su cabeza, era imposible olvidarlo. Cerró los ojos.
-¿Estabas pensado en él no? -dijo Lucy cómo leyendole la mente. Ella casi nunca hablaba de eso con Al. Pero sabía que necesitaba desahogarse. Alysse la volvió a mirar.
-No lo puedo olvidar. Fue el único que ha podido derribar mis muros de contención.- comenzó a soltarse -  a veces lo extraño tanto y luego me inunda una gran rabia cuando recuerdo todo. Podríamos haber sido felices, iba todo viento en popa, hasta que la cagó.
-¿No has pensado en que tal ves te decía la verdad?
-Lucy, si el decía la verdad entonces hubiese luchado por mi. Aparte, no se lo he dicho a nadie, pero lo he visto con ella algunas veces.
-¿me jodes?
-No, la última ves lo he visto en un restaurant, cuando fui con Ron hace unas dos semanas atrás, él estaba comiendo con ella. Ron también lo vio, pero no dijo nada, no quería tocar el tema así que nos fuimos de ahí.
-Cabrón.
-Muy cabrón. -Lucy se levantó de la cama y se paró a su lado.
-Necesitas comprar algunas cosas para tu nuevo apartamento. En unos días te dan la llave.
-Lo sé.-suspiro pesadamente. Y la miró- vamos, te acompaño al centro comercial.

Las dos chicas se prepararon y bajaron al living. Ahí las esperaba Robert. Su padre insistía en que Alysse debía salir con alguien de seguridad. El de decía que las amenazas habían cesado y que Olivia había desaparecido nuevamente. Pero ella sabía que eso no era así, sólo trataba de no preocuparla.
-Robert, vamos al centro comercial, ¿nos acompañas?
-Estoy siempre listo señoritas.- dijo divertido.

Los tres salieron y se subieron a una de las camionetas. Alysse sentía un vacío en su cintura, es porque antes siempre salía con su arma, pero ahora ya era distinto, estaba tratando de cambiar, así que salía desarmada. Igual seguía guardandola en su cuarto, por las dudas.

Llegaron al centro comercial, a Robert le había costado encontrar un lugar en el estacionamiento.
Entraron y Lucy corrió a las tiendas de ropa, como siempre. Y llevaba a rastras a Alysse.
Robert las seguía divertido, él era muy simpático.
-Te quiero regalar algo, hace mucho que no te compro ropa.
-Esta bien, me entrego a ti para que me pruebes ropa. -Lucy salto en su lugar y dio un pequeño gritito de emoción. Le alegraba que su prima comenzara a ser más flexible en esos temas.
Le probó muchísima ropa, y luego de elegir una gran montaña de ésta y pagarla, se fueron de la tienda con muchas bolsas. Robert cargaba con algunas ya que a las chicas no les daban las manos. Las dos rieron divertidas cuando éste actuaba como afeminado con las bolsas.
-Vamos a comprar algunas cosas para el apartamento.
-Está bien.
Entraron a la tienda en donde vendían cosas de decoración y de más. Alysse encargó algunas de esas cosas y pidió que las llevaran a su nuevo apartamento unos días más adelante. Pagó y salieron.
-Bien chicas, ¿ahora que harán?- dijo Robert.
-No lo sé, ¿comemos un helado?
-Okey, a la heladería.- Dijo Alysse.

Se sentaron en una de las mesillas y luego de pedir sus helados comenzaron a conversar de diversas cosas.
De repente Alysse se tenso, Robert y Lucy dirigieron la mirada hacia donde la tenía ella.
Z estaba entrando con la chica a la heladería. Tenía unas grandes ojeras y se había dejado la barba. Estaba más flaco pero a la ves se le notaban más los músculos. Su cara no era de buenos amigos. La chica caminaba delante de el.

-Vamos gatito, ¡quiero comer helado!- dijo Sarah con voz chillona tirando de él.
-Ve a pedir tu, yo te guardaré un lugar en una mesa.
-Okey cariño. - A Alysse le dolió el pecho al escuchar esas palabras.
Z se sentó en una de las mesas del fondo. Aún no los había visto. Comenzó a jugar con su móvil, tenía la mirada ida. Se notaba que estaba cansado. Alysse no le quitaba la vista de encima y como si el la sintiera, levantó la mirada y la vio. Sus ojos se abrieron con sorpresa de par en par. Alysse tenía la mirada serena. Él se levantó de su lugar y camino sin pensar hacia ella. Cuando estaba por llegar se interpuso un gran cuerpo y le impidió el paso. Era Robert.
-Déjame pasar. -dijo con los dientes apretados.
-No puede acercarse a la señorita, el jefe lo ha pedido así.
-Tu jefe sabe como son las cosas, necesito hablar con ella.
-Chico, no quiero montar una escena de violencia aquí, hay niños. -dijo Robert serio.
-Entonces déjame pasar.
-Robert, vamos ya no tenemos nada que hacer aquí.-dijo Alysse.
-Nena, déjame hablar contigo.-Alysse sintió tristeza al escuchar dirigirle la palabra.
-Vete con tu nueva novia Zack, ya no molestes. -dijo agarrando las bolsas.
-Alysse, te extraño cariño, por favor déjame hablar contigo. Déjame explicarte todo.- seguía tras el cuerpo de Robert.
-No hay nada que explicar "gatito". -salió rápidamente de la heladería junto con su prima. Z cerró los ojos con fuerza, ya no podía con eso. Luego de que Robert verificó que no los seguiría también salió de la heladería tras ellas.
Sarah apareció de repente con dos helados.
-¿Que ha pasado nene?
-Nada Sarah -dijo visiblemente estresado- vamos a sentarnos.- la dirigió a una mesa y se sentó junto con ella. La chica no estaba enterada de nada, ella estaba ciega por el y también era muy tonta.

Encuentro fatal. TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora