Capítulo 65

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Fran y Robert habían ido por ella, ya estaba preparada. Tenía puesta la remera manga larga, negra y ajustada, el pantalón de cuero ajustado, sus botas negras militares, un reloj, su chaleco antibalas, arnés, dos armas y una de repuesto, una bomba de gas, una linterna y su navaja. Se había puesto guantes negros, nunca los usaba, pero nadie le diría nada y como era su última misión los llevaría.
Rogó al cielo no encontrarse con ningún vecino cuando bajaba por el ascensor, sería una situación incómoda por la que no quería pasar. Dios escucho sus plegarias porque ninguno apareció. Alysse salió fuera y vio la gran camioneta negra blindada de su padre, éste no estaba dentro, pero sabía que Fran y Robert si.
Se subió a la parte trasera y los saludo mientras se dirigían al primer encuentro.
Cuando llegaron, a las seis, pudieron notar que ya había gente esperándolos, había algunos Bennet y algunos Falcon. La mayoría habían trabajado juntos ya, así que entablaron distintas conversaciones amistosas entre ellos.
Bajo de la gran camioneta y camino con Fran y Robert detrás. Imponía presencia, como siempre. Todos la miraron, ella hizo un saludo general con su cabeza y camino hacia una improvisada mesa con planos. Recordó que debía tomar su medicación. Siempre llevaba un pequeño estuche con ella para no olvidar tomarla, ya que si o si debía hacerlo 3 veces por día, todos los días. Fue una pequeña condena que le había dejado su corazón de por vida.
-Luka- llamó a un chico morocho que se encontraba en el lugar.- ¿podrías buscarme una botella de agua? Te lo agradecería.
-Si jefa, vuelvo enseguida.
-Bien, ¿que tenemos? -se dirigió a los demás.
-Aún no podemos empezar jefa, Z no ha llegado.
-No me interesa si ha llegado o no, la reunión era a las seis y ya son seis y diez. No podemos hacer lo que queremos, tenemos los horarios marcados. - hablo con autoridad, todos se miraron entre ellos.
-Según investigue, son unos 100, tienen una pequeña casa en donde se encuentran todos, ahí, hacen la droga, la empaquetan y la distribuyen. -Hablo uno de los hombres, todos prestaban atención. De repente llegó una camioneta a toda velocidad. Z bajo de ella, llevaba un pantalón militar, botas, una remera manga larga negra y su chaleco. Alysse se mordió el labio, estaba guapo.
-Lo siento, se me ha echo tarde.- todos asintieron, Alysse miró a Robert cómplice.
-De seguro el gatito se atraso por su barbie. -susurró sólo para que él la escuchara. Robert sonrió suavemente tratando de no llamar la atención, Z miró a Alysse de arriba a abajo, estaba jodidamente sexy vestida así.
-¿En que estaban?- habló
-Decíamos que son aproximadamente 100 personas. Iremos a una pequeña casa en donde se lleva a cabo todo el negocio. Nosotros somos 70, tendremos mucho trabajo que hacer en caso de que la droga no sea de buena calidad. -todos asistieron.- Jefes-  se dirigió a Alysse y Z- ¿que armas usaremos?
-Estaba pensando en utilizar los subfusiles MP40, nos dividiremos en dos grupos, tiradores y chocadores.  Los tiradores utilizaran los francos AS-50. Chocadores esperarán fuera, cuando demos la orden entran, los francos estarán fuera alertas, todo el que salga, si no es de nuestro equipo, le disparan. Algunos pueden ubicarse arriba de las camionetas, ahí tendrán mejor visión. - hablo Z
-¿Por qué aún no ha venido los que probarán la mercadería?- dijo Alysse.
-Están viniendo.- hablo uno.
-Bien, siguiendo la planificación, entramos, probamos, compramos o eliminamos, y salimos, quiero que en aproximadamente dos horas hayamos terminado todo, sean rápidos, precisos y gasten todas las balas necesarias. Se cubren entre ustedes, quiero el mínimo número de heridos.- dijo demandante Alysse. Todos asintieron.
-Carguen sus armas y preparen sus chalecos. En 20 minutos salimos.- hablo Z.

Un chico llegó apresurado a donde estaba Alysse y le entregó una botella de agua.
-Gracias Robin- dijo ésta. Z observó todos sus movimientos.
La chica fue hacía la gran camioneta y saco una pequeña pastilla, la puso en su boca y tomo agua. Bastante agua. Suspiro y se volteó para volver a donde estaba. 
Una camioneta llegó apresuradamente levantando polvo. Bajaron 4 chicos y dos hombres armados.
-¡Alysse! -grito uno, éste se veía visiblemente demacrado, tenía la piel demasiado blanca y unas grandes ojeras. Era muy flaco, sus huesos se le notaban.
-¡Carlos! -gritó ella, los dos se acercaron y se abrazaron. Z que observaba sintió unos grandes celos.- hacia tiempo que no te veía, ¿como has estado?
-Trabajando.
-Tienes que dejarlo amigo, esa mierda está terminando contigo.
-¡Es el trabajo de mis sueños! ¡Consumo lo que me gusta, obtengo placer y además me pagan!- Alysse rió.
-Tienes que ver si la mercadería que compraré es buena, me dices con toda sinceridad ¿okey?
-Okey. -dijo alegre Carlos.- ¿Como ha ido tu vida? Me enteré lo de tu madre, lo siento mucho chica.- puso su mano en la espalda de Alysse y la sobó suavemente. Z apretó los dientes. No podía escuchar la conversación pero veía los gestos.
-Gracias amigo, de a poco voy aprendiendo a convivir con el dolor.
-Es difícil, pero eres una mujer fuerte, podrás seguir adelante.
-Lo sé, estoy tratando de hacerlo.- llamaron a los chicos para explicarle el plan y Carlos se fue. Z le dirigió una mirada asesina cuando éste pasó por su lado, pero el chico no se inmutó.
Luego de explicar todo y preparar todas las armas y chalecos se subieron a las camionetas y partieron. Tenían que recorrer 40 kilómetros.
Alysse trató de disfrutar de la poca tranquilidad del viaje y se preparó mentalmente para lo que venía. Hacia ya 4 meses que no llevaba a cabo una misión. Había entrenado unas horas antes de partir, le dolían algo las piernas pero nada fuera de lo común. Hizo todo tal cual el doctor le indicó. Se sentía contenta, por fin estaba saliendo adelante por si sola. Llamo con su móvil a alguien y encargo dos camionetas más con hombres, no se confiaba. Ellos llegarían después de todos.
Cuando llegaron y vieron la pequeña casa, todos la analizaron, siempre hacían lo mismo.
-Okey, entremos. -dijo Z poniéndose al lado de Alysse.
Robert y Fran caminaban detrás de ellos.
Z golpeo la puerta y todos esperaron. Los demás chicos se posicionarnon en donde habían quedado en la planificación.
Un gran hombre, aún más alto que Z abrió la puerta. No habló, ellos sólo entraron pero cuando Robert y Fran fueron a pasar éste no los dejó.
-Sólo ellos. -dijo de repente. Robert iba a resistirse pero Z se dirigió a ellos.
-Está bien, tranquilos. Vamos ella y yo.
El gran hombre cerró la puerta y los chicos quedaron adentro. Los dirigió a un pequeño despacho que la casa tenía. En el camino pudieron divisar a varios hombres, el ambiente era oscuro, había bastante humo de cigarrillo flotando en el lugar y se sentía olor a humedad. Alysse camino y Z se puso tras ella para cubrirla. Los hombres la miraban babosos. El hombre que los dirigía golpeo la puerta.
-¡Pasad! -grito alguien desde dentro. Ellos obedecieron y entraron. Allí dentro se encontraron con dos hombres sentados en unos sillones ejecutivos. Los dos fumaban. Alysse y Z permanecían con sus rostros serios. Debían tener presencia y autoridad.
-Haremos esto rápido.- hablo Alysse.- traigan la mercadería. No hay mucho de que hablar.
-Cariño- dijo uno levantándose de su lugar, Z tenso sus músculos.- primero hablemos de los precios y luego prueban la mercadería. Los vendedores somos nosotros, están en nuestra zona, aquí mandamos nosotros.- tiró humo de cigarrillo en la cara de Alysse, está no se inmutó. Lo miraba con su peor cara. Z al ver ese gesto gruñó.
-Los que compramos somos nosotros y en ésta jerarquía tenemos el poder, hacen lo que mierda digamos nosotros y punto.- hablo Z. El otro chico pensó.
-Esta bien, hagamos un negocio tranquilo.- llamó con su móvil a alguna persona.- traigan la mercadería.- Z también llamó, mando a buscar a los chicos que la probarían. Luego de unos minutos, el gran hombre tocó la puerta del despacho nuevamente e hizo entrar a los 4 chicos. Tras ellos venían dos jóvenes con distintas pruebas de droga. Las pusieron sobre el escritorio y se retiraron. Dos de los empleados de los Falcon/Bennet se encargaban de inhalar cocaína, mientras que los otros dos encendían un cigarrillo de marihuana. Entre los que inhalaban cocaína estaba Carlos, el amigo de Alysse.
Apenas lo hizo, mostró una mueca de inconformismo con su cara.
-Esta mal molida, algunos de sus granos raspan los conductos respiratorios, se supone que no la debes sentir. -hablo.
-Okey- dijeron Alysse y Z al mismo tiempo. Prestaban atención y tomaban nota mental de todo.
Los chicos de la marihuana terminaron el cigarrillo.
-Está seca y no es muy fuerte. Normalmente los clientes piden marihuana de la fuerte, tanto que debe quemar la garganta. Ésta ni siquiera se siente, el humo del cigarrillo es aún más fuerte. Le falta potencial.- habló uno.
-Ésto no está haciendo efecto en mi Alysse, es de mala calidad. -dijo Carlos con sinceridad. Z y Alysse se miraron a los ojos, sabían cuál era el siguiente paso. La eliminación.

Encuentro fatal. TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora