Capítulo 85

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Alysse despertó luego de varias horas. El olor a humedad que había en la habitación era abundante. De a poco fue abriendo los ojos. No había luz, estaba todo oscuro. Se sentía mareada, en cualquier momento vomitaria.
Estaba sentada sobre un colchón en el piso. Podía ver luz debajo de la puerta. Se paró con dificultad y camino hacia ella.
Puso una oreja sobre esta y trato de escuchar. Sólo sentía algunos pasos y unos pequeños gritos. Algo arrastraban cerca, podía sentirlo. 
La puerta comenzó a moverse de repente indicando que del otro lado había alguien más tratando de abrirla. Alysse camino hacia atras con cautela. La puerta se abrió y Alysse cerró los ojos por la luz.
-Muévete zorra.- dijo un hombre arrastrando algo, sentía que una mujer lloraba. Alysse quiso ver pero aún no se acostumbraba a la luz. Pasó las manos por su para para poder despertarse más.- miren quien ha despertado. -dijo el hombre acercándose a ella y dejando el bulto en el suelo.
-¿Quien eres? -dijo Alysse haciéndole frente. No le tenía miedo.
-Tu no haces las preguntas. -Dijo dándole un puñetazo de repente. Alysse se mareo aún más pero no cayó. Avanzó para enfrentarlo y lo golpeo hasta dejarlo en el suelo. Se subió sobre el y lo siguió golpeando hasta hacerlo quedar inconsciente. 
Agotada y más débil que nunca se paró y camino hacia el bulto que estaba al lado de una pared. Al acercarse pudo notar que era una persona. Abrió los ojos, puso una mano sobre el hombro de esa persona para darla vuelta. Y cuando lo hizo se quedó sin aire.
Su cerebro se paró y sus ojos estaban abiertos de par en par.
La vio golpeada y con grandes ojeras sobre sus ojos.
-Alysse..- dijo en un susurro mientras lloraba. Podía odiarla por quitarle al padre de su hijo, pero verla ahí le dio algo de tranquilidad, ella era más fuerte y creía que podía protegerla. 
-Sarah, ¿que es este lugar? -pregunto luego de varios minutos pero en ese momento sintió algo metálico introducirse en su piel en la parte del cuello. Sintió un ardor en éste y su cuerpo aflojarse completamente. -Tenían razón cuando dijeron que eras fuerte pequeña idiota. -alguien más hablo en su oído. Después de eso vio todo negro.

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-Okey, ¿está todo listo ya? Has demorado como nunca, si sigues así te mataré y juro que lo haré de la peor forma Jhon. -dijo Z enojado, el otro chico terminó de conectar algunos cables y encendió una computadora.
-Bien Z, llama, esta todo listo. - Z tomo el móvil y puso el número en este. Lo colocó en su oreja y espero a que alguien atendiera.
-Has demorado. -dijo una voz distorsionada del otro lado.
-¿Donde están?- Z apretó sus dientes.
-No estás en posición de preguntar nada, más bien de cumplir órdenes.
-¿Que quieres? Te daré un puto tiro en la frente. -perdió el control.
-Cálmate machote, cuando lo hagas te llamo.- y corto la llamada. Z camino por la sala y tomo una de las lámparas que aún estaba en pie y sana, la estampó contra la pared.
-No he podido, ha sido poco tiempo la máquina no ha llegado. - Z apretó aún más los dientes si podía y camino rápidamente hacia Jhon. Lo tomo por el cuello de la camisa y lo estampó contra la pared.
-No Z, ¡no!. El no ha tenido la culpa. -dijo Jack tratando de separarlo de Jhon. Z respiraba profundo y agitado. Su mirada irradiaba odio, desesperación y tristeza. Soltó a Jhon y camino hacia la habitación que alguna vez compartió con Sarah.
Se encerró allí, tenía que pensar algo urgente.

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-Alysse despierta. -dijo Sarah golpeandole el rostro suavemente. Alysse tenía sangre seca sobre el labio ya que por el golpe que le propinaron le salió ese líquido por la nariz. -Alysse hace 4 horas que duermes, vendrán a golpearnos, necesito que estés alerta.- Dijo en un susurro. Alysse no despertaba.
Los minutos pasaban y la panza de Sarah había quedado dura de los nervios. Sabía lo que venía ahora y no le gustaba para nada.
Hacia 3 días que estaba allí y sabía perfectamente toda la rutina que hacían. Cuando la pusieron en la habitación con Alysse pensó que sería diferente pero en realidad esa situación no había cambiado ya que ella estaba inconsciente casi todo el día.
-Tu papá vendrá a buscarnos, estaremos bien.- le hablo a su panza mientras la acariciaba. Se sentó al lado de Alysse y la observó. Se quedó un largo tiempo en esa posición hasta que escuchó la puerta. A su panza le dio un calambre y soltó un pequeño gemido.
Un hombre se acercó a ella y amago con golpearla, Sarah se encogió en su lugar pero el golpe nunca llegó a su cuerpo.
-Has entendido pequeña perra. -dijo riendo.- ahora mismo no necesito de ti, pero volveré. Me llevaré a esta idiota.- cargo a Alysse en sus brazos, salió y volvió a cerrar la puerta con tranca. Sarah sólo comenzó a llorar, tenía mucho miedo por Alysse, por su hijo y por ella.

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Una cubeta de agua fría cayó sobre su cuerpo y despertó exaltada. Abrió sus ojos y trató de acostumbrarse a la luz, pudo notar que estaba en otra habitación. Buscó a Sarah con la mirada pero no la encontró.
Se dio cuenta de que estaba atada de pies y manos en una silla.
-Hola zorra.- dijo un hombre sonriente frente a ella.
-¿Quien eres? -pronunció Alysse con debilidad, aún tenía los efectos de la droga que le inyectaron.
-No te interesa.- Alysse se alteró y trató de safar su agarre pero era imposible.- veo que no has entendido, ya no tienes autoridad aquí.- la golpeo, un golpe seco en su nariz provocó que ésta expulsara sangre nuevamente.- Me ha gustado golpearte, te veías tan mala antes y ahora eres tan... débil.- dijo golpeandola nuevamente. Alysse agachó su cabeza mareada, la sangre corría libremente por su rostro. Ésta vez le cortó la ceja.
-Hijo de puta, te mataré. -dijo Alysse con rabia levantando la cabeza.
-No, ¿no recuerdas? No puedes hacer eso, tendré que castigarte.- camino por el lugar y luego de varios minutos sacó una navaja de su bolsillo. Alysse abrió los ojos de par en par. El hombre sonrió.- Oh por favor -rodó los ojos- ¿Ahora me tienes miedo? -sonrió.
La miró a los ojos y se acercó a ella. Alysse se movía incómoda. Sabía lo que venía, ella había hecho eso en algún punto de su vida. El hombre clavo la navaja en su muslo derecho. Alysse emitió un gran grito, si que le había dolido. Podía sentir la hoja de la navaja presionar en su carne. Trató de concentrarse, cerró los ojos con fuerza y apretó sus dientes tanto que sintió que se rompían.
Una radio sonó llamando la atención del hombre, éste saco la navaja de su pierna y la guardo en su bolsillo.  Lo llamaron a una tal "oficina de la jefa". La desató y la arrastró hacia la habitación en donde estaba con Sarah. En el camino Alysse trató de observar todo y guardar cada detalle. Abrió la puerta y la tiró dentro, luego cerró. Quiso pararse pero su pierna no la dejaba, tenía una hemorragia en ella. Sarah corrió hacia ella y la observó. Alysse tenía sangre en su rostro y uno de sus ojos hinchados.
-¿Estas bien? -pregunto asustada. Alysse asintió con la cabeza, sentía un gran mareo.

Encuentro fatal. TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora