Villanos (La guerra eterna parte III)

Prólogo

CALIOPE

La mano de mi hermana mayor era reconfortante en mi espalda. Larissa, la princesa heredera de las hadas, tenía una expresión amable en el rostro, su porte erguido hacía que su presencia fuera difícil de ignorar y el vestido blanco que se extendía más allá de sus tobillos harían que cualquiera la confundiera con una Diosa, sobre todo cuando esos hermosos ojos color rosa te devolvían la mirada, su cabello rubio era incluso el más impresionante, me enorgullecí de tener el mismo color que mi hermana mayor. Elle, mi hermana menor, era apenas una bebé, así que no podía estar presente. Mi padre, Delton, estaba justo a lado de Larissa, su cabello negro era el único que desentonaba entre nosotras, pero sus ojos eran justo el color de mi hermana mayor. Mi madre había muerto durante el nacimiento de Elle, así que yo también llevaba el vestido blanco de luto, aunque el mío tenía varías capas y volantes, las damas me llamaban tierna, así que asumí que así me veía... justo después de cumplir los 9 años. 

Justo ahora estábamos recibiendo a los invitados del reino de los vampiros. No entendía porque, pero Lari decía que era importante que me comportara bien.

- Es un placer conocer a su majestad el rey Nicolas y la reina Lyana Arscoth.- La voz de mi hermana mayor sonó dulce y suave como de costumbre, al mismo tiempo realizó una limpia reverencia que causó buena impresión en los monarcas de los vampiros. Lari, asumía el rol de mi madre después de su muerte en cada evento diplomático logrando que su reputación creciera aún más. Sería la mejor reina.

- El placer es nuestro, princesa Larissa.- El rey de los vampiros, un hombre de cabello castaño y ojos azules le sonrió.- Permítame presentarle a mis hijos.- Ignoró a su esposa quien planeaba hablar y comenzó a presentar con orgullo a sus hijos varones.- El príncipe heredero, Lucas Andreas Arscorth.- Señaló a su lado izquierdo, a un chico de la edad de mi hermana de cabello castaño y ojos verdes, como la reina. Él sonrió de manera escalofriante mientras la miraba de arriba hacía abajo, dio un paso al frente y tomó la mano de mi hermana pronunciando unas cuantas palabras diplomáticas pero pasando sus labios de manera grosera por su mano. Apreté con fuerza las manos en mi vestido preguntándome si los vampiros siempre eran así de groseros. 

El segundo príncipe era de cabello negro y ojos azules, parecía tener unos quince años, el rey solo lo mencionó de pasada. Me alegré, porque ese chico olía fuertemente a sangre, no quería pensar en la razón. El rey mencionó a su hija casi como si le diera vergüenza haber tenido una niña, la princesa de los vampiros, Lyesel Arscorth tenía cabello castaño y ojos violeta, era casi como una copia femenina del rey, estaba detrás de todos ellos, evitando contacto visual. Y por último...- Este niño es el príncipe Lucius Maxwell Arscorth.- El rey señaló a un niño que parecía tener mi edad de cabello rubio como el de la reina y ojos azules como el rey, su mirada sin expresión lo hacía destacar sobre todos sus hermanos y además... mi cuerpo reaccionó por si mismo, sintiéndome atraída por el dulce olor que emanaba de él, era como de chocolate y menta. Me acerqué a él rompiendo el protocolo y le extendí mi mano mostrando mi mejor sonrisa. Instintivamente quise estar cerca de él, vi como su pequeña nariz aleteaba ligeramente, sus ojos se abrieron un poco.

- Hola, soy Caliope, espero seamos amigos.- Mi madre siempre me dijo que un día encontraría el olor de alguien que quisiera tener en mi vida siempre. No lo conocía, pero confié en mi nariz.

Él niño me miró fijamente por un corto periodo de tiempo antes de volver a poner expresión de desinterés y golpear mi mano con fuerza.

Un silencio llenó la atmosfera y mis ojos se llenaron de lagrimas. Mi hermana me abrazó por la espalda y me acurruqué contra su falda.

El niño desvió la mirada como si verme llorar fuera aburrido. Lloré con más fuerza, sintiéndome agraviada.

De repente una suave risa interrumpió el ambiente.

- Ah, los niños son difíciles.- Dijo la reina de los vampiros logrando quitarle peso a la situación, sus palabras fueron seguidas por el cambio de tema de otro de los príncipes y la situación paso sin más.  

Me di la vuelta con mi hermana, sintiendo que el príncipe había sido demasiado grosero. La tristeza me nubló lo suficiente como para no darme cuenta de que Lucius estaba apretando sus pequeñas manos fuertemente contra sí mismo después de rechazarme, mientras que los ojos de sus hermanos mayores brillaban con extraña satisfacción.

Así fue como conocí a Lucius Maxwell Arscorth, el futuro rey de los vampiros y la persona más importante en mi vida.

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Y así arrancamos con la historia de estos dos amigos. Espero que me cuenten sus expectativas y dudas. Me entusiasma saberlas.

Espero que les haya gustado. 

Realmente estoy emocionada, eh estado esperando por escribir sobre ellos como cuatro años y por fin espero cumplir con sus expectativas.