Villanos (La guerra eterna parte III)

Capítulo 49

Arista

Me reí al ver a Aiden perseguir a Erica que iba directo a la fuente de sangre, con la trayectoria que llevaba se la echaría encima. Max parecía encantado de ver cuanto había crecido la mayor de las gemelas.

Aiden la tomó de la mano y habló con ella después de lanzar una exclamación, pero parecía apenas encontrar la paciencia. Luci llegó por su espalda y se le pegó. 

- Creo que sería más fácil para él tomar el reino ahora, que cuidar a las pequeñas.- Dije sosteniendo mi copa de licor.

- Tiene merito, parece llevarlo bien.- Dijo Max.- Aiden procura tener cuidado con ellas y es justo.

Asentí.

- Aunque Luci parece querer acapararlo.- Murmuré pensativa, no sé si era bueno o malo, la necesidad de atención y amor de una gemela podría dejar a la otra sintiéndose sola, al menos era lo que parecía al ver la mirada de Erica con recelo cuando Aiden se giraba y trasladaba su atención a su hermana menor, luego se alejó, como si quisiera demostrarle al mundo que no necesitaba nada. Max también se dio cuenta de eso, le di un pequeño empujón.

- Salió igual a ti.- Le dije.- Solo le falta una lengua afilada y mala actitud.

- Y yo me pregunto a quien se parecen tus hijos.- Dijo Maxwell.- Ambos son demasiado buenos, les falta maldad. 

Me reí. 

- Yo creo que así están bien.- Bebí de mi copa.- Malek tampoco tenía maldad y creció en un entorno en el que vio nuestras decisiones más crueles.

Max sonrió con cierta tristeza.

- Pero era Malek, creo que era especial en muchos sentidos.- Dijo desviando la mirada hacía la multitud, Idara estaba charlando con Cayden y la duquesa Dragomir.- Me pregunto si algún día nos volveremos a encontrar, ¿Ya habrá renacido?

Sacudí la cabeza, era muy difícil saber eso.

- Si fuera así y lo recordara, nos buscaría, ¿No? - Aunque casi me lo estaba preguntando yo sola, sentí el inicio de las lagrimas formarse en mis ojos pero no cayeron. 

Él puso una mano sobre mi cabeza.

- Lo haría, Cal. No puedes dudar de eso.- Dijo antes de llevar de nuevo su atención al inicio de las palabras de la reina de los vampiros.

Idara Arscorth proyectaba una imagen que seguridad y autoridad que antes no había liberado, se veía muy bien ahí arriba, le quedaba perfecto el puesto de reina de los vampiros. 

- Se ve hermosa.- Susurré y Max asintió, parecía estar embelesado con esa nueva imagen de ella. Me sentí muy feliz al verle así, lo merecía en verdad. Habíamos conseguido colarnos a la fiesta porque ya había terminado mi entrenamiento y consideramos que lo mejor sería comenzar a involucrarnos primero entre las sombras para luego revelarnos, Maxwell se hacía cargo de manipular las mentes de la gente a nuestro alrededor para que solo nos vieran como desconocidos. Idara habló sobre la crítica situación de la guerra y quienes eran los enemigos detrás de las Kisas, el panorama general no era bueno.

- ... La última derrota marcó el inicio del final de esta guerra, tenemos que decidir si ese final que nos espera será la muerte o la victoria...- Aplaudimos junto con el resto.

Sin embargo, tenía que llegar el alma de la fiesta. Ambos lo percibimos incluso antes de que entrara.

Aryan Markovic hizo, como siempre, una gran entrada aplaudiendo con lentitud y burla. ¿Qué trataba de hacer?

- Ah... Hacía tiempo no escuchaba tantas tonterías, una seguida de otra.- Dijo entrando con la vista fija en Idara, la veía como una presa.- Oh, perdonen mi grosería, dejen me presento. Mi nombre es Aryan Marokovic Arscorth, heredero legítimo de la familia Arscorth y cabecilla principal de la familia Markovic.- Sacudió la cabeza.- Soy un ancestro.- Todos se pusieron a la defensiva y yo puse los ojos en blanco, algunos a nuestro alrededor se pusieron en posición de ataque pero Aryan ni los vio, no eran una amenaza para él, solo miraba a la reina. Maxell ordenó que todos salieran, nos escondimos detrás de unas columnas en medio de la confusión y observamos, solo habían algunos miembros importantes todavía aquí.