Tú Mi Destino

Capítulo 7

*editado*

Narra Savannah

Al llegar a mi casa, mi hermano se encontraba en el sofá, mirando fijo al televisor.

Decidí ignorarlo y subir directo a mi cuarto, deje sobre mi cama mi cartera, y me deshice de mi ropa para darme una ducha, hacia mucho calor.

Es algo obvio 16:30pm, es hora de que haya mucho calor, ¿no?
Aparte estamos casi llegando a verano.

En fin. Al salir de mi relajante ducha, me coloque algo cómodo, como por ejemplo una remera 3 tallas más grande que yo y un short.

Baje las escaleras y fui hacia la cocina por un vaso con agua. Mi hermano seguía en la misma posición de hace unas horas. Hasta que decidió hablar.

- Savannah. - Me dice serio.

- ¿Si? - Le sonrió con el vaso en mis labios.

- ¿Dónde estabas?

- ¿Yo?

- No, mamá, si tú.

Odio a mi hermano cuando se pone así y más cuando hace bromas con mi madre.

Sabe que me duele, ¿por qué lo hace? Ya tengo la respuesta. Porque es un idiota.

- ¿Por qué mamá? ¡SABES LO MUCHO QUE LA EXTRAÑO Y TE PONES A HACER BROMAS! -Caminé hacia la escalera.

- ¡Bueno, perdón! ¡YO TAMBIÉN LA NECESITO, NO ERES LA ÚNICA!

- Pues, no parece, eres un idiota. - Le digo furiosa.

- Savannah, ese vocabulario.

- ¿Qué te crees? ¿Qué soy una bebé, Lucas? Te recuerdo que tengo dieciséis años.

- Cuida tu vocabulario. ¿Dónde estabas?

- A ti no te importa. - Dije subiendo las escaleras aún más rápido.

Subí a mi cuarto, ignorando todo lo que mi estúpido hermano me decía.

Al subir cerré mi puerta con fuerza y me tire a llorar sobre mi cama.

Minutos después escuche la puerta de abajo cerrarse y allí me dormí.

****
- ¿Qué pasa? ¿En que piensas?

- En ti.

- No entiendo. - Digo confundida.

- Yo tampoco.

- Eres un tonto. - Le sonrió.

Te amo...

****

- ¿Sav? ¿Savannah?

- ¿Mm?

- Despierta -Me volvieron a mover.

- ¿Qué pasa? ¿Quién eres?

- Savannah, soy Alan.

- ¿Qué paso? ¿Mi hermano?

- Tu hermano salió, ¿a quién le dijiste eso?

- ¿Que cosa? - Me despierto al instante.

- Savannah -Se puso serio- Dijiste Te Amo, ¿a quién o por qué lo dijiste?

Ay, la pucha.