Just Leave [Shawmila]

25.

-Me duele mucho. -sollozó la castaña, abrazándose aún más al chico, mientras este curaba la herida con un poco de alcohol y algodón.

-¿Quieres que vayamos al hospital? -preguntó el chico preocupado por el estado de su novia.

La castaña negó rápidamente mientras apretaba sus ojos.

-No es tan grave. Ya dejó de sangrar. -dijo observando su antebrazo, ahora con un feo corte en el centro.

-¿Qué pasó, linda? -preguntó el chico, pasando otra vez el alcohol sobre el corte con cuidado. La castaña sollozó y se aferró más al chico mientras comenzaba su relato de las cosas.

Pequeñas lagrimillas comenzaron a caer.

Ese día había llorado 2 veces. Es una llorona.

-¿Fue Becky? -dijo Shawn tensándose al escuchar el nombre de su ex.

La chica asintió.

-Sabe que estamos juntos. -siguió Camila mientras miraba al piso.- Pero no le tengo miedo, no te preocupes.- dijo muerta de miedo.

-Mila... Te conozco. Tienes miedo. -dijo el chico, mirando a Camila a los ojos.

-Puede que sí, pero eso no importa. -dijo restándole importancia.- ¿Puedes dejar de hacer eso? -chilló observando su herida.

-Necesito que se desinfecte para poder vendarlo. -dijo observando el blanco brazo de la chica.

Camila bufó mientras se sobaba sus ojos.

-Hoy me espera un día cansado, bueno, unas presentaciones cansadas. -dijo recordando que ese día es el show del MSG.

-¿Estás lista para eso? Puedes cancelar la presentación que tienes conmigo y cantar con tu banda. -sugirió.

La chica negó.

-Hablando de presentaciones... LA Reid me ha mandado más horarios que arreglar. -bufó.- Es estresante.

-Puedo ayudarte. -se ofreció Shawn.

-¿Puedes? Son miles de llamadas y tendrías que rogar para que te dejen cambiar el horario. -advirtió la castaña, observando como la gaza cubría su brazo, perfectamente envuelto por su novio.

-Claro, puedo ir hoy a tu casa después del MSG, o sino puedo ir mañana. No hay problema para mí. -dijo el chico, levantando el brazo de la chica.

-No sé como agradecerte, enserio. -dijo la chica mirándolo a los ojos.

-Oh, sí lo sabes. -dijo el chico, guiñándole el ojo.

La castaña rió y juntó sus labios con los de él.

(...)

La castaña se miró fijamente al espejo, mientras se arreglaba su falda azul y era maquillada.

Comenzó a ocultar lo más que pudo su vendaje del corte para que nadie lo note, pero falló.

-¡Mila! ¿¡Qué te hiciste ahí!? -preguntó una de las estilistas, arremangando parte de su vestuario.

Las 4 chicas levantaron su vista al escuchar la preocupada voz de la estilista.

Camila se mordió los labios debido a que había tocado su corte.

-Oh, nada. Fue muy tonto, luego te digo. -dijo nerviosa, odiaba mentir pero no iba a darle mala fama a la carrera de Becky G.

La estilista asintió y siguió con su trabajo mientras la castaña arreglaba nuevamente su vestuario.