Just Leave [Shawmila]

40.

Se tuvo que controlar debido a que seguía en la mira de las personas. Lamentablemente. Tenía muchísimas ganas de llorar, como nunca antes.

-¡Mila! -abrió la puerta su mejor amigo, Charlie, feliz. Sin embargo al ver sus ojos llenos de lágrimas y observar el pequeño puchero que se le había formado su cara se tornó en preocupación.- ¿Estás bie...? -no pudo acabar la frase debido a que Camila se lanzó a los brazos de su mejor amigo mientras lo abrazaba del cuello y colocaba su cabeza en el hueco que había entre su cuello y su hombro, donde comenzó a sollozar fuertemente. -Troye, cierra la puerta. -dijo a su amigo y este, rápidamente al ver el estado de la castaña, obedeció.

Camila comenzó a botar lágrimas como si dependiera de ello, y los sollozos ya eran inevitables en ella. Recordando una y otra vez su ruptura con su chico.

Inevitables y fuertes.

Charlie comenzó a acariciarle el cabello y la espalda de una forma cariñosa intentando que su mejor amiga, ahora rota, se calme un poco.

Pero la castaña no podía contenerse y seguía votando lágrimas y sollozos como nunca.

La imagen de Becky y Shawn besándose daba vueltas en su mente. Y le dolía. Le dolía recordarlo una y otra vez. Saber que ahora él era libre de escoger a otra chica y volvía a estar fuera de su alcance.

Le dolía demasiado.

Y aún más que esa chica podría ser la que le hizo tanto daño, y él aún sabiéndolo.

No le importó una mierda el daño que Becky le había hecho a Camila.

-Ven, pequeña. -le dijo cariñosamente mientras se dirigían al mueble del living de Charlie. Camila sorbió por la nariz y se sentó en las piernas de su mejor amigo, mientras volvía a ponerse en la posición anterior.

Troye se sentó a un lado de ambos chicos y miró preocupado a Charlie mientras él seguía de sobándole la espalda. Camila también era amiga suya y también tenía curiosidad y preocupación al verla en ese estado.

Hubieron largos minutos en los que Charlie no dijo nada. Conocía muy bien a la castaña y sabía que si decía algo cuando estaba llorando podía empeorar las cosas o hacer que se sienta peor. Esperó pacientemente a que la chica se vaya tranquilizando poco a poco mientras no dejaba de acariciarle la espalda. Sabe que a veces eso le calma.

-Ya... sh... tranquila, Charliux está aquí para ti... Sh... -comenzó a susurrar mientras apoyaba su cabeza en la de la chica y le besaba la cabeza delicadamente.

Le dolía ver a su mejor amiga llorar. Y más aún si es una de las personas que suelen irradiar felicidad siempre.

Después de unos 30 minutos, donde solo se escuchaban los sollozos de la chica, comenzó a calmarse poco a poco. Aún lloraba pero más calmada.

-¿Quieres hablar? -preguntó Charlie cuidadosamente, lentamente.

Camila sacó su cabeza del hombro del chico, sin pararse de su regazo, y volvió a sorber por la nariz.

Tenía los ojos increíblemente irritados y algo corridos de maquillaje. Aún temblaba de nervios y sorbía continuamente por la nariz. Se limpió las mejillas que estaban llenas de lágrimas.

-Shawn y yo terminamos. -dijo en un susurro y casi inaudible. Y después de recordarlo volvió a llorar en el hombro de su amigo mientras su corazón se rompía en pedacitos.

Podía sentir su polo mojado en la parte del hombro. Pero no le importaba. Su mejor amiga estaba totalmente rota y no quería dejarla sola. No la dejaría sola nunca.

-¿Terminaron? ¿Por qué?-preguntó Troye asombrado. Sabía que ambos chicos irradiaban amor por todas partes, a pesar de la dura relación que llevaban  debido a sus trabajos.

Camila recordó una vez más awuella escena tan fea para ella. Sabía que la relación con Shawn se había vuelto muy tóxica últimamente.

Sí, se había vuelto muy tóxica por muchas razones.

Cuando estaban separados por mucho tiempo, debido a giras y presentaciones por parte de ambos, ella se sentía totalmente sola. Hablaban 5 minutos al día, a veces ni hablaban, pero era muy duro para ambos. La castaña se sentía de una forma totalmente diferente cuando se encontraban juntos, y daba todo ese dolor solo por pasar unos días de alegría junto a su novio.

Pero ahora él se ha ido y ya no hay con quien pasar días de alegría.

-Lo encontré besando a otra. -dijo Camila, esta vez sin levantarse del hombro de su castaño.

Charlie se endureció y se tensó mientras la ira comenzaba a correr por sus venas al saber que Shawn había causado tanto dolor en su pequeña de 18 años.

Podía entender que la relación se haya desgastado con el tiempo y por eso hayan terminado, pero eso no pasaba. Tan solo había besado a otra sin importarle lo mal que la castaña se habría sentido.

-¿A quién? -preguntó Troye curioso, quitando suavemente los pelos de la castaña que tapaban su rostro que se escondía en el hombro de Charlie.

-A Becky... Becky G. -susurró la chica.

(***)

Ambos entraron a sus habitaciones, sus sollozos eran incontrolables y agradecían más de mil veces que sus padres no se encuentren en casa.

Camila comenzó a llorar fuertemente mientras se tiraba en su cama sin fuerzas y lloraba a cántaros, sin indicios de querer calmarse.

Shawn sorbió por la nariz mientras se maldecía una y otra vez, y también se tiró en su cama donde comenzó a gritar para desfogarse. Solía servirle.

La castaña tenía la respiración agitada mientras aún votaba lágrimas y sollozaba, sentía que su mundo estaba bajo tierra totalmente, ya nada parecía con sentido y poco a poco se fue hundiendo en una oscuridad que jamás había conocido tan a fondo... Y temía.

El castaño gruñó más de una vez mientras sorbía continuamente por la nariz y su cara se volvía ligeramente roja de la cólera y las lágrimas.

-¡Shawnie! ¿Estás bien? -entró rápidamente, literalmente corriendo, a su habitación su mejor amiga...

Hailee Steinfeld.

Tenía el cabello desordenado y parecía recíen salida de una presentación debido a que tenía un atuendo muy moderno y el maquillaje llamativo. Ni qué decir de los zapatos.

Shawn sacó fuerzas de donde no sabía que tenía y se sentó en su cama, donde Hailee se apresuró a abrazarlo y el castaño la apretaba más a sí mismo, recordando a Camila y tratando de quitar su dolor.

-Vine lo más rápido que pude en cuanto me enteré. Lo siento muchísimo. -dijo Hailee abrazando a su mejor amigo con fuerza, intentando calmarlo como solía hacerlo.

Shawn sollozaba en Hailee, mientras seguía maldiciéndose a sí mismo.

Recordó todos los momentos que pasó con Camila... Año nuevo, navidad, promoción de IKWYLS... Todos momentos únicos.

Sabía que era la única compañía que le quedaba a la castaña sentimentalmente, sin contar a Charlie.

Sabía que estaba delicada debido al trastorno que posee y que no era algo fácil superar y controlar el TOC... Y ahora se podía poner peor debido a lo sola que podría sentirse ahora mismo sin Shawn...

Sabía que él era el culpable y que tal vez nunca se lo perdone, y tendría razón en no hacerlo.

-La perdí, Hailee...

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