Antonio.
Al día siguiente del suceso desgarrador,Borrunio me había dejado en mi casa y se fue después con el pequeño cordero a quien sabe donde.
Me había quitado ese horrible vestido y me puse mi ropa normal,no salí de casa y me quedé sentada en la mesa comiendo helado y galletas que había preparado mi abuela.Estuve pensando en esa misión,fue todo un éxito,logramos....digo,logré recuperar al hermanito de Borrunio y también pensé en...Lean.
Lloré todo el día en la mesa,escondiendo mi rostro en mis manos,me sentía culpable,el sabía que no sobreviviria y de todas formas se arriesgó,empujandome dentro del ducto de ventilación,aún recuerdo esas palabras que me dijo cuando traté de regresar con él.
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Lean se veía nervioso y se mordia el labio,mirándome con la cabeza inclinada hacia atrás ya que yo aún seguía arriba de sus manos.Los pasos de los guardias comenzaron a escucharse cerca de la habitación y Lean sólo me sonrió para después con sus manos levantarme más y que yo pudiera entrar al ducto de ventilación.
-¡¿Lean que haces?!.-pregunté tratando de dar la vuelta pero mi tamaño sólo me dejaba seguir adelante y no poder regresar.
-¡Tranquila Antonio,continúa adelante sin mi,se que lo puedes hacer sola,eres una mujer increíble!.-me gritó Lean desde la habitación y no pude evitar soltar unas cuantas lágrimas,Lean podría salir herido por parte de esos hombres,si por lo visto eran muy fuertes y por si no fuera poco,estaban armados.
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Al recordar esa parte,no aguanté y lloré mucho más,hasta el punto de gritar y romper cosas,mi abuela no se encontraba en casa así que seria fácil comprar nuevos muebles.
Al mirar el desorden que había hecho,decidí salir de casa e ir a la de Alex,no podría guardarme más este secreto,quiero decírselo y saber que Alex esté informado sobre lo que le sucedió a su novio.
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Toqué el timbre y esperé a que abrieran la puerta,sentía nervios de decirlo pero era lo correcto para todos.
El padre de Alex abrió la puerta,se encontraba en tan sólo unos boxer de Bob Esponja,me miró de arriba abajo y se hizo a un lado para que yo entrara.
-Hola Franklin.-le dije al estar dentro de casa.
-Hola Antonio,¿buscas a Alex o a Lean?,aunque...No e visto al rubio desde ayer.-dijo poniendo una mano en su barbilla.
-E-Emm,¿puedes hablarle a todos,por favor?.-pregunté con súplica.
El asintió y se acercó un poco a las escaleras.
-¡¡Vengan rápido a la sala o los golpeare!!.-gritó y después se escucharon los pasos de todos bajando las escaleras.
-¿Antonio que haces aquí?.-preguntó Alex,que fue el primero en bajar las escaleras.
-H-Hola Alex.-dije nerviosa.
Cuando todos se encontraban en la sala,yo sólo apreté con fuerza los puños y suspire rendida.
-E venido a darles una importante noticia...s-se que todos se preguntarán en donde se encuntra Lean.-miré a Alex y a la madre de Lean,eran los que se encontraban más ansiosos.-B-Bueno se que pensarán que esto fue una gran estupidez,pero salvamos a alguien que era muy especial para un amigo.A lo que vengo es que...L-Lean...-No pude contener las lágrimas y me tape el rostro con mis dos manos,sentí unos golpecitos en mi espalda,era Franklin.-L-Lean está....m...m...¡Muerto!.-grité con fuerza.
Hubo un silencio extremadamente incómodo,todos se encontraban perplejos y los más perjudicados eran Alex y la madre de Lean,al mismo tiempo se echaron a llorar,Alex se tiró al suelo y se tapó el rostro con sus manos,la madre estaba peor ya que tomó un palo de golf y comenzó a golpear los muebles.
Franklin y Jessica (la madre de Alex),fueron a calmar a los dos,yo por mi parte me sentía devastada al igual que ellos.Me acerqué a Alex y me senté en el suelo para abrazarlo,él correspondió mi abrazo y lloramos juntos por un momento.Al separarnos toqué suavemente su cabello y el se recargo en mi pecho continuando con su llanto.
Al levantarnos abracé de nuevo a Alex y quité sus lágrimas de la cara,dándole un beso en su frente,el sólo me sonrió y puso mis manos en sus mejillas y encima puso las de el.
-Lo lamento mucho Alex.-susurré con tristeza en mi voz.
-No...te preocupes Antonio,yo se que...Lean está bien en donde sea que esté.-habló Alex con lágrimas aún en sus ojos.
Miré sus manos que aún seguían encima de las mías y pude ver un anillo dorado en su dedo anular.Abrí los ojos y tomé su mano para acercarla a mi cara.
-¿Que demonios?.-pregunté tratando de analizar lo que ocurría.
Alex sólo rió cerrando sus ojos y miró el anillo.
-Lean y yo...nos hibamos a casar.
--Tirititi,cortes comerciales.--¿Sorprendidos?,yo se que si.
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¡¡Las Personas Son Raras!!
HumorNuestra familia rara regresa, pero ahora con más poder de volver locas a todas las personas. Las cosas nunca cambiaron, pero ahora ellos se encuentran en la ciudad. ¿Qué estupidez harán ahora? ¿Por qué no lo descubres ti mismo? ¿Por qué tengo hambre...