[Pista de patinaje,14:43 del día]
Dentro del gran establecimiento se encontraba helado, supongo que para que la pista se encontrara de manera sólida y no se derritiera con tanta facilidad, es por eso que se encontraba en un lugar cerrado.
-¿Asustado?- preguntó Thomas, sentándose aún lado de mi, en la larga hilera de sillas.
-Un poco, soy un idiota en el patinaje, si me escuchas gritar llama a la Policía, no quiero explotar este lugar- puse mis brazos en mis piernas y agaché la cabeza, levantandola un poco para mirar el techo blanco.
-Ya te había dicho que te ayudaría en eso, no es tan complicado, aprenderás rápido, y si estoy equivocado, al menos tendré la oportunidad de estar junto a ti- Thomas me sonrió y yo lo miré con la misma sonrisa.
-¡Pónganse los patines y vámonos!- gritó Antonio, entrando a la gran sala en donde estábamos ubicados.
-¡Si, ya vamos!- tomé los patines que estaban en el suelo, tenían mi talla exacta, metí primero uno y amarre las cuerdas para hacer el mismo procedimiento con el otro patín.
Me levanté con lentitud de la silla, perdiendo un poco el equilibrio, pero recomponiendome rápidamente. Caminé con lentitud por la alfombra azul fuerte, mirando hacia abajo y con los brazos a los lados para no perder el equilibrio, levanté la mirada y ya me encontraba frente a la gran pista de patinaje, había un pequeño muro y de esta estaba una puerta para entrar, me acerqué a ella y la abrí con lentitud, me agarré del pequeño muro y comenzar a caminar tomado del muro.
-Demonios, esto está muy resbaladizo- continué caminando, agarrando con fuerza el muro.
Miré la gran pista de hielo, hasta que Antonio pasó por ahí gritando un "¡Wiiiii!". La chica daba vueltas sobre su eje, mientras su cabello rosa y azul se movían del lado contrario a donde daba las vueltas, tenía el torso paralelo al hielo y la rodilla de la pierna libre a la altura mínima de la cadera, estaba haciendo una pirueta de ángel.
-Impresionante, ¿no?- preguntaron en mi oído.
Dí un pequeño salto del susto, giré mi cabeza hacia la izquierda y miré con enojo a Thomas, éste sólo estaba riendo un poco, al verme asustado.
-¡No me asustes de esa manera!- le dí un pequeño golpe en el hombro.
-Hahaha, lo lamento, pero me encanta ver esa expresión tuya- me abrazó por la cintura y me dio un pequeño beso en la mejilla.
Miramos juntos como Antonio daba vueltas y saltos, aún lado de ella estaba Rogelio que perdía el equilibrio cada 10 segundos, una de las muchas veces que perdía el equilibrio se terminó cayendo de boca contra el duro hielo.
-¡A huevo, como en Yuri on Ice!- gritaba Antonio, continuando con su patinaje.
Thomas se separó del muro y me dio la espalda, hasta que comenzó a moverse rápido por la pista, dando algunas piruetas y saltos largos. Después Antonio y Thomas comenzaron a hacer un tipo de baile juntos, moviéndose en sincronía, riendo de vez en cuando.
Me crucé de brazos con una mueca de decepción hacia mi, me encantaría poder patinar, pero soy demasiado estúpido en esos temas. Miré hacía un lado y Rogelio se acercaba a mi, tomado del muro, hasta que se puso aún lado de mi.
-¿No patinarás?- preguntó Rogelio, mirando al suelo con cierto miedo de caerse.
-No, somos demasiado malos en esto- me encogí de hombros y continué mirando a los dos patinando.
-Si, yo nunca e hecho este tipo de cosas, son algo complicadas- dijo Rogelio, mirando también a esos dos.
Nos mantuvimos en silencio, miraba con seriedad a esos dos, me sentía un poco mal por no saber patinar. Apreté con algo de fuerza mis antebrazos ya que aún seguía con los brazos cruzados.
Thomas y Antonio se separaron y los dos se acercaron a nosotros, ellos al mismo tiempo extendieron sus manos hacia nosotros.
-¿Bailamos?- preguntaron en sincronía.
Rogelio y yo nos miramos, hasta que decidimos tomar sus manos, Thomas me sonrió y me acercó a él, tomando con una de sus manos mi cintura y con la otra tomando nuestra mano, como si estuviéramos en un baile.
-Sólo cierra tus ojos y disfruta de la sensación- susurró Thomas.
Hice lo que me pidió, y sentí como comenzabamos a movernos por la gran pista, sintiendo un escalofrío en todo mi cuerpo, me relajaba de sobre manera y me movía al compás que Thomas.
-Divertido, ¿no?- susurraron cerca de mis labios.
-S-Si- Sonreí un poco y me dejé llevar por el pequeño baile que teniamos.
Se sentía tan bien, nuestra cercanía me relajaba, su aliento en mi mejilla me hacía cosquillas. Abrí los ojos y Thomas me miraba con una enorme sonrisa, sonreí de igual manera y me acerqué con lentitud a su boca, él hizo lo mismo, pero para ese entonces había perdido el equilibrio y al sentir panico me agarré a la chaqueta de Thomas, tirandonos al suelo.
Al estar en el suelo, miré a Thomas que estaba aún lado de mi y reí a carcajadas, Thomas hizo lo mismo y se abrazó a mi, basándome un poco el cuello.
Debería aprender a patinar..
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¡¡Las Personas Son Raras!!
HumorNuestra familia rara regresa, pero ahora con más poder de volver locas a todas las personas. Las cosas nunca cambiaron, pero ahora ellos se encuentran en la ciudad. ¿Qué estupidez harán ahora? ¿Por qué no lo descubres ti mismo? ¿Por qué tengo hambre...