Especial San Valentín.

29 6 2
                                    

La mayoría a elegido Alex y Lean, entonces ésta pareja será la principal en el Especial.

Aviso:
Todo lo que suceda en éste Especial no afectará en el transcurso de los próximos capítulos, ósea que si ocurre algo entre estos dos, nunca pasó en realidad.

De todas maneras, ¡Disfruten del Especial!

[Casa de Alex, 15:45 de la tarde]

Toqué el timbre, acomodando mi cabello un poco, tomando con fuerza el ramo de rosas que sostenía con fuerza entre mis manos. Dí un brinco del susto al escuchar la puerta abriéndose y revelando al chico con el que me encontraba enamorado.

-¿Lean?- preguntó.

-El mismo- sonreí y elevé el ramo de rosas.- Para ti, si se ven marchitas es porque se las robé al vecino mientras salía de casa.

Alex rió y se hizo a un lado para dejarme pasar, acepté la invitación y entré dándole un piquete en el estómago, haciéndolo gritar un poco. Reí y me senté en el sillón, mirando a la pared.

-¿En serio robaste éstas rosas?- preguntó Alex, dejando las rosas en la mesa.

-¡Por supuesto que no!... solamente se las pedí prestadas- Alex se cruzó de brazos.

-Éstas mientiendo, tú sabes a la perfección que no me gusta que hagas eso

-Y cuando hago explotar cosas, jamás te eh visto enojado- sonreí con victoria.

-Touché- exclamó él.

Alex se sentó a un lado de mi y prendió el televisor, para después mirarme con los ojos entre cerrados.

-¿Qué? ¿soy tan guapo que ni siquiera te dejo ver la televisión?- mi sonrisa se ensanchó.

-¡No seas idiota!, solamente me estoy preguntando que demonios haces aquí

-¡Ay si, ajá!- hablé con sarcasmo.

-¿Porqué siempre eres tan contradictorio?- exclamó Alex.

Me mantuve en silencio y pasé un brazo por su espalda baja, y el otro brazo rodeó su estómago, Alex sólo se mantuvo inmóvil, sonrojandose un poco y bajando la mirada, pasando uno de sus cabellos por detrás de su oreja con nerviosismo. Mis labios rozaron su cuello y respiré en esa zona por un momento, erizando la piel de mi acompañante.

-Lean..., Mason se encuentra en casa- susurró Alex, poniendo sus dos manos encima de mi brazo que se encontraba en su estómago.

-¿Eso importa?, ese chico es un idiota que solamente conociste en el cementerio hace unos meses atrás, me olvidaste por completo, ¿sabes?, eso me dolió- me incliné hacia el lado de donde se encontraba Alex, acostandolo con lentitud.- ¿Debería castigarte por eso?

Miré la expresión de miedo en el rostro de Alex, era cierto que yo nunca fuí de esa manera, cómo todo un hombre demandante y castigador.

-Lean...- susurró Alex, sintiendo cómo mis manos entraban con lentitud por su camiseta, acariciando su estómago.

Alejé mis pensamientos que me advertían sobre que esto estaba mal, me importaba poco que su novio nos viera, después de todo, yo fuí el primero en tenerlo debajo mío suplicando por más, y créanme que fueron las súplicas más eróticas que haya escuchado en toda mi maldita vida.

¡¡Las Personas Son Raras!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora