Rosas rojas.

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Meses y más meses,que puedo decir,han pasado años y todos han recuperado la felicidad,excepto el pequeño Alen y Borrunio,los dos anteriormente se veían decaidos,Borrunio porque se sentía culpable y Alen decía que su padre estaba vivo,pero nadie le creía.

Mason se volvió parte de nuestra familia,pero al principio nadie lo tomó muy bien que digamos.

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Al sentir que mi teléfono vibraba,lo tomé de inmediato y contesté la llamada.

-¿Bueno?.-pregunté.

-¡Hey!,soy Mason,el del cementerio,vengo a llamarte para preguntarte si podríamos ir a la plaza,ya sabes,para que despejes tu mente de todo lo ocurrido.

-Oh...¡Está bien!.

-¿A las 3 de la tarde estaría bien?.-preguntó.

-Claro.

-Excelente,bueno nos vemos.

Al colgar,levanté la vista y todos se encontraban mirándome con los brazos cruzados.

Después de unos momentos en los que me arreglé,bajé las escaleras,aunque...todos seguían mirándome enojados,sólo iría a dar un paseo con un amigo,eso era todo.

Cuando tocaron la puerta,me acerqué a ella y la abrí encontrandome con Mason mirando la casa con una expresión triste.

-Hola.-hablé con una sonrisa.

-¡Oh Alex,Hola!.-dijo Mason.

Estaba apunto de salir pero alguien me abrazó por la espalda y me metió de nuevo a la casa.Eran mi padre y Alejandro,amarrandome con una cadena y sentandome en el sillón,mientras que mi madre,mi tío Frank,Alen y Borrunio se lanzaban contra Mason.

-¡Tu no irás con nuestro pequeño Alex!.-gritó mi tío Frank,pasando la silla de ruedas por el cuerpo de Mason.

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Fue un suceso muy extraño,después de que mi familia golpeara a Mason,les expliqué que él sólo era un amigo y ellos al ver su error se diculparon.Después de eso,Mason se fue encariñando con todos y todos de él.

Pero la única a la que no vimos en todo este tiempo fue a Antonio,ella se veía realmente feliz pero esa felicidad fue desapareciendo en el transcurso del tiempo,al principio venía todos los dias a nuestra casa,despues venia unos cuantos dias hasta que dejó de venir,todos estábamos preocupados por eso,pero al saber que Antonio sólo se la pasaba con un chico llamado Rogelio,todos nos sentimos mejor ya que no le había ocurrido nada.

Thomas también había venido,nos dijo que se había separado de Nela,que su relación no funcionaba,pero al menos los dos hicieron las pases y se volvieron mejores amigos y Nela regresó con su hermano y con su padre.

Ahora los días se veían más alegres y relajados,no como antes que sólo habían explosiones y cosas sin sentido,supongo que sin Lean ya las cosas no eran iguales como antes.

En este momento me encontraba caminando por el mismo cementerio,tenía un ramo de rosas en las manos y la ubicación a donde hiba era la de siempre.Al llegar a mi destino dejé las rosas en la tumba y me senté frente a ella,tocando el cemento duro que tenía un poco de suciedad,y pasando mis dedos por el nombre escrito en una placa pegada en unos azulejos blancos.

-Lean me haces mucha falta.-susurré recargando mi cabeza en el cemento,mirando la placa con el nombre.

Tu igual Alex...

Al escuchar esa voz levanté la cabeza del cemento y giré mi cabeza,no había nada,mis ojos sólo miraron el suelo y regresé mi vista a la placa.

-Ahora me estoy volviendo loco.-resople y volví a acostar la cabeza en el cemento.

Me quedé en esa posición por una hora,no quería despegarme de Lean ni un segundo pero era hora de irme a casa,el cementerio cerraría y quedarme dentro por la noche no era muy bonito que digamos.

Me levanté y miré por un momento las rosas de color rojo,hasta que sentí unas manos tapando mi vista.

-¿Q-Quien es?.-pregunté tomando las manos que tenía en mis ojos y tratando de alejarlas.

-Soy una persona a quien conociste en este mismo lugar.-dijeron a mis espaldas.

-Mason.-dije sonriendo y girandome para ver al chico.

Me lancé y lo abracé con fuerza,él correspondió mi abrazo y estuvimos un momento de esa manera hasta que nos separamos y el me sonrió con dulzura,pasando su pulgar por mi mejilla.Me perdí en su rostro y comencé a acercarme lentamente,el hizo lo mismo y al final nos fundimos en un lindo beso.

-¿Nos vamos?.-preguntó Mason,tomando mi mano y entrelazando nuestras dedos.

Asenti y comencé a caminar junto con él.

¿Les olvidé decir que Mason y yo éramos pareja?...

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--Tirititi,cortes comerciales.--

¡¡No me golpeen!!

Ya faltan unos cuantos capítulos para el final de esta excelente historia,no lloren que siempre podrán pasar por esta historia y recordar buenos momentos.


¡¡Las Personas Son Raras!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora