Nuestra familia rara regresa, pero ahora con más poder de volver locas a todas las personas.
Las cosas nunca cambiaron, pero ahora ellos se encuentran en la ciudad.
¿Qué estupidez harán ahora?
¿Por qué no lo descubres ti mismo?
¿Por qué tengo hambre...
Mandé a Lean a que se tomara un baño ya que la sala comenzaba a apestar y no quería que mi abuela se enojara conmigo por haber traído a un vagabundo a la casa.Lean al escuchar la palabra vagabundo,se levantó y caminó en dirección al baño.Mientras él se tomaba una ducha,yo sacaba ropa que él dejaba cuando venía a hacer una pijamada conmigo.
-¡Antonio me das una toalla,por favor!.-gritó Lean desde el baño.
-¡Si,ya voy!.-grité de vuelta,tomando una toalla que estaba colgada en una silla.
Al estar frente a la puerta,la toqué varias veces y por fin la puerta se abrió,mostrando el cabello mojado del rubio,su sonrisa se ancho al verme y me arrebató la toalla,sin antes decir un gracias.
Decidí sentarme en el sillón y continuar viendo caricaturas,tomé mi teléfono y marqué el número de las pizzas,tenía flojera de cocinar,además no soy muy buena en la cocina,hasta el agua hirviendo se me quema.Esperé a que el rubio bajara con la ropa ya puesta,y lo miré bajando las escaleras para acercarse a mi y deparramarse en el sillón.
Y aquí estábamos los dos,mirando las caricaturas,para ser específicos Bob Esponja,hasta que escuché el timbre de la casa,me levanté de nuevo con pereza y abrí la puerta,mostrando al chico de las pizzas,tomé las cajas de pizza y le di el dinero al repartidor,para después cerrar la puerta con una patada.
-¡Traje pizzas!.-dije sentandome de nuevo en el sillón y abriendo la caja para tomar una rebanada y dejar la caja aún lado de Lean.
-Genial.-dijo con la mirada en la televisión,tomando una rebanada de pizza y metiendosela a la boca.
Estuvimos así por un rato,hasta que Lean comenzó a ahogarse por un pedazo de pizza y le tuve que dar una patada en el estómago para que lanzara el pedazo.Después de eso Lean se levantó del sillón y yo hice lo mismo.
-Creo que me tengo que ir,ya sabes,para darle la noticia a mi madre y a...Alex.-habló Lean con una sonrisa.
Al escuchar el nombre de Alex,quedé completamente congelada,Lean aún no sabía sobre el noviazgo de Alex,al mirar como el rubio salía corriendo de la casa,no pude evitar correr de igual manera,tratando de detenerlo,pero el chico ya había desaparecido de mi campo de vista.Miré por un momento las calles solitarias de la noche,suspire y entré de nuevo a casa,cerrando la puerta atrás de mi,me senté en el sillón con un punzante dolor en el pecho,algo malo hiba a pasar,lo presentía,me quedé en el sillón mirando la tele,sintiendo nervios,estaba en una esquina del sillón con una sábana en mi cuerpo y un café en mis manos,esperando.
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Escuché la puerta tocando,miré en esa dirección y me levanté del sillón,caminando con lentitud.Al estar frente a la puerta pude escuchar unos sollozos en el otro lado de la puerta.Abrí la puerta y mi corazón se encogió al ver a Lean completamente devastado,tenía lágrimas en sus ojos que resbalaban por sus mejillas y caían al frío suelo,sus ojos estaban rojos e hinchados,me miró y esos hermosos ojos azules estaban apagados,como si ya no fuera el mismo.
-Lean...-el al escuchar su nombre levantó la mirada y me sonrió.
-E-Estoy bien...
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Acaricie su mejilla y él puso su mano encima de la mía,sus lágrimas mojaban mi mano y la de él,me mordi el labio y con la otra mano tomé su otra mejilla y quité con mi pulgar sus lágrimas.
-¿P-Puedo quedarme aquí?.-me preguntó,mirándome con suplica,Lean ya no tenía ningún propósito en quedarse en esa casa que compartía con Alex y su familia.
-Claro...ven,pasa.-bajé mis manos de su rostro y tomé sus manos.
Entramos a la casa y cerré la puerta,guíe a Lean a mi habitación y encendí las luces.
-Puedes dormir aquí.-hablé,observando con tristeza a Lean.
-¿Y-Y tu?.-me preguntó,tratando de limpiar sus lágrimas.
-Dormiré en el sillón,no te preocupes.-dije con una sonrisa.
-N-No,esta es tu casa,tú duerme en tu habitación.-dijo.
-Los dos dormiremos en el sillón,¿vale?,será más cómodo mientras miramos la televisión.
Lean asintió y tomé unas cuantas sábanas de mi habitación,para bajar las escaleras y sentarnos en el sillón,Lean se tapó el cuerpo con una sábana y se acostó en el sillón,recargando su cabeza en mis piernas,yo por mi parte,me senté y me tape con una sábana,dejando que Lean acueste su cabeza en mis piernas,acaricie su cabello rubio,escuchando unos cuantos sollozos y mi pierna mojada por las lágrimas de Lean.
-Antonio....Me duele el pulmón.-susurró Lean,con tristeza en su voz.
Espero que Lean se recupere,tal vez....ya no vuelva a ser el mismo...
