Lean
Y ahí estaba yo,acostado en el sillón mirando cualquier tontería en la televisión.Hasta que Alen se me acercó.
-¿Padre como te convertiste en lo que eres ahora?.-preguntó sin rodeos.
Me levanté lentamente del sillón y lo miré con los ojos entre cerrados.
-Hijo será una aventura muy peligrosa para mostrarte como me convertí en lo que soy ahora,¿estás seguro de tus palabras?.-pregunté con voz de macho.
El asintió decidido y yo solo cerré los ojos por un momento,los abrí de nuevo y lo tomé de los hombros.
-Yo.-lo apunté con mi dedo.-Y tu.-dije apuntandome a mi.-Tendremos la mejor aventura de nuestras vidas,ahora necesitaremos a alguien que nos cuide.-dije levantándome del sillón.
Miré las escaleras.
-¡¡Alex!!.-grité pero nadie contestó.-Mmm,tal vez salió a algún lugar,entonces tendremos que hablarle a tu tía Antonio.
Tomé a Alen y lo puse en mis hombros para después salir por la ventana y caminar hasta la casa de Antonio,acercarme a la puerta y tocar varias veces.
-¡¡Antonio,vamos al parque!!.-grité.
-¡¡Estoy desayunando!!.-gritó Antonio desde dentro de la casa.
-¡Wey andele no seas puto!.-dije con asento Mexicano.
-¡Esta bien,pero deja de estar tocando la puta puerta!.-gritaron de nuevo.
Dejé de tocar la puerta y esperé por unos momentos a que Antonio terminara de desayunar.Cuando la puerta se abrió,de esta salió Antonio con una cara de enojo puro.
-Vámonos.-dijo Antonio caminando al parque.
Yo la seguí desde atrás junto con Alen.
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-Muy bien,lección número pizarrón.-dije parado enfrente de los columpios.-Tienes que saborear tu entorno.
-Saborear tu entorno.-repitió Alen escribiendo mis palabras en una pequeña libreta.
-Esto consiste en saborear a las personas y calificarlas como mujer,hombre,anciano o energía nuclear.-dije escondiendome en los arbustos.
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-¿Quienes son los tuyos?.-me preguntó una mujer con un bebé que estaba sentada a un lado de mi en la banca.
-Esos dos.-dije suspirando y apuntando a Lean que se escondía en los arbustos y a Alen que estaba parado mirando al otro.
-Tener hijos es difícil.-dijo la señora.
-Ni que lo digas.-dije cruzandome de brazos.
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-Muy bien Alen,¿Ves a esos dos que están ahí?.-le pregunté.
-Si.-respondió.
-Tenemos que saborearlos para poder calificarlos.-dije gateando y saliendo del arbusto para quedar detrás de una anciana y entonces ponerme lentamente a un lado de ella y pasar mi lengua lentamente por su mejilla.
-¡¡¡AAAAAAAAAH!!!.
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-Muy bien,lección número segunda.-dije levantando una mano con dos dedos arriba.
Aún sentía el maldito ardor de la marca que me había dado esa vieja con su bastón en la mejilla,lo tenía un poco inflamado pero Antonio me puso un poco de pomada en el golpe y me cacheteo en la otra mejilla diciendo que era un completo pendejo.
-Tenemos que saber usar las cosas de manera correcta y usarlas en el momento adecuado y preciso o puedes explotar.-continúe hablando.
-...explotar.-dijo Alen,escribiendo lo que dije en la libreta.
-Por ejemplo...esta cabellera blanca que me robé de la vieja que me golpeo.-dije levantando la peluca.-Puedes usarla como un arma.
Me acerqué a un niño que estaba en los columpios y se la lancé directo en las manos,me alejé lentamente y después de unos minutos la peluca explotó junto con el niño que salió volando.
-¿Ves?,ahora inténtalo tu.-miré a Alen con una sonrisa.
El sólo asintió y dejo su pequeña libreta y lápiz con Antonio,para después regresar a donde estaba yo y buscar con la mirada algún artefacto que sirviera.En la mirada del pequeño se pudo presenciar un artefacto que le habia llamado la atención.Al acercarse se agachó y lo tomó para después acercarmelo.
-Una cuerda.-dijo.
-Eso servirá.-dije encogiendo mis hombros.-Ahora junta tu cuerda con otra cosa y se volverá un arma letal.
Alen regresó su vista al suelo y buscó algo que sirviera para juntarlo con la cuerda,un poco lejos encontró una roca,corrió hasta donde estaba,la tomó y la amarró a la cuerda,sacando después un marcador negro de sus bolsillos de pantalón y dibujandole ojos a la roca.
-Listo,su nombre es Cordón de tocino.-dijo Alen.
-Muy bien,ahora lanza a Cordón de tocino hacia algún lugar en específico y alejate de ese lugar.-puse mis manos en mi cadera.
Alen se acercó a un grupo de niños y lanzó a Cordón de tocino a ese lugar,para después alejarse lentamente y quedar al lado mío.Después de unos segundos en donde los niños miraban con extrañes al Cordón,este término explotando y levantando arena a su paso en donde nosotros nos llenamos igual de tierra y se nos metió hasta en los zapatos.
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-Y por último la lección número three,tienes que mandar a la mierda las opiniones de la gente.-dije dando una voltereta.
Apunté a una señora y le lancé lodo en la cara,continúe haciendo eso con la demás gente y al final me escondí detrás de una banca junto con Alen.
-¿Ves?,así es como soy ahora,un chico al que no le importa la opinión de la gente,que no le teme a nada,la soledad era mi amiga hasta que me convertí en esto,se que es algo arriesgado lo que hago y en algunas ocasiones estúpido,pero así es como me divierto.-giré un poco mi cabeza y observé a Alen que estaba atento a mis palabras.-Hijo no dejes que nadie te haga cambiar.
Salí lentamente del escondite y miré que el parque estaba hecho un desastre.
-Muy bien....es hora de irnos antes de que la Policía llegue.-tome a Alen y lo puse de nuevo en mis hombros,me acerqué a Antonio y la tomé en mis brazos para salir corriendo.
Saqué mi celular y llamé a Borrunio que después llegó unos minutos,me subí en su lomo y nos fuimos a casa volando.
--Tirititi,cortes comerciales :v.--
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¡¡Las Personas Son Raras!!
HumorNuestra familia rara regresa, pero ahora con más poder de volver locas a todas las personas. Las cosas nunca cambiaron, pero ahora ellos se encuentran en la ciudad. ¿Qué estupidez harán ahora? ¿Por qué no lo descubres ti mismo? ¿Por qué tengo hambre...