Pepinillos.

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Lean.

Alguien tocaba la puerta de la casa,era de noche así que nadie se encontraba despierto,excepto yo que me puse a llorar como nena en la habitación de Antonio ya que la chica había salido a divertirse a algún lugar.Bajé las escaleras e inspeccioné las otras habitaciones en donde se encontraban Isaac y su hermanito,al ver que descansaban plácidamente terminé por caminar arrastrando los pies hasta la puerta.Al abrirla me encontré con un Policía y aún lado de él estaba Antonio con una sonrisa de felicidad absoluta,yo suspiré y toqué el puente de mi nariz.

-¿Que sucedió oficial?-pregunté,alejando mis manos de la nariz.

-Esta chica se encontraba dentro del Museo de historia natural,arriba del esqueleto del T-REX,se encontraba completamente sobria y no tenía ningún rastro de alcohol en su sistema,tuve que dispararle un tranquilizante para osos ya que fue muy resistente a los otros tranquilizantes.-habló el oficial con un rostro demasiado serio.

Mi boca estaba ligeramente abierta ¿tranquilizante de oso? ¿tanto puede soportar esta chica? El Policía movió a la chica y me la dejó en mi pecho,abracé a Antonio y miré al oficial.

-Que tengan buena noche.-habló el oficial,bajando un poco la gorra en modo de despedida.

-Igualmente.-dije,mirando como el oficial entraba en su automóvil.

Al perder de vista al auto,bajé la cabeza y miré a Antonio,se veía débil,eso sería algo obvio ya que el tranquilizante la relajó demasiado.Cerré la puerta y me senté en el sillón,tomé el control remoto y prendí la televisión.

-¿Como entraste al Museo?.-pregunté con cierta curiosidad.

-Tengo mis...métodos,hahaha.-reía Antonio,con los ojos levemente cerrados.

Tomé su cabeza y la acosté encima de mis piernas para que durmiera,de todas formas yo no tenía sueño así que me quedaría viendo la televisión hasta que saliera el sol y tuviéramos que ir a trabajar,para poder despertar a Antonio y esperar a que ya estuviera compuesta para esas horas.

Sentí sus manos en mi rostro,quité la mirada de la televisión y bajé la vista para mirarla,ella aún sonreía como idiota pero sus ojos se encontraban más abiertos que antes.

-Lean...nunca te lo dije pero eres muy,muy,muy,muuuy sexy.-dijo Antonio,riendo después.

-Duérmete de una vez,mañana tenemos que ir a trabajar.-hablé,observandola.

-Si no fueras gay te hubiera violado desde hace mucho,serías como mi esclavo personal.-fantaseó Antonio,tocandome la cara con sus dos manos.

Sonreí y le di un beso en la mejilla,para después acariciar su cabello y poner atención a la película que estaban dando en la televisión,escuchando la respiración relajada de Antonio,se había quedado dormida.


--Tirititi,cortes comerciales.--

¡¡Las Personas Son Raras!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora