Panda.

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Lean.

Pst,Lean despierta,es hora de levantarse dormilón...

Una voz me susurraba en el oído,sentía que mi mejilla era pellizcada por unos dedos,me removi y me tape el rostro con las sábanas.

-¡Levantate pinche huevón!.-gritaron,arrancandome las sábanas del cuerpo.

-No quiero,déjame morir con mi sufrimiento.-dije dándole la espalda.

-Lean por favor,cuéntame lo que sucedió,tal vez así te desahoges.-habló Antonio,moviendome a los lados.

Abrí lentamente los ojos y giré mi cuerpo para mirarla,Antonio me miraba con suplica para después sonreirme y acariciar mi cabello.Suspire y me levanté del sillón,miré mi cuerpo y me encontraba sin camiseta,frunci el ceño y miré a Antonio.

-Estabas sudando,así que decidí quitarte la camiseta.-dijo encogiendo sus hombros.

-Tratabas de violarme,no me mientas.-dije riendo un poco.

Ella río también,pero yo comencé a llorar de nuevo,tapando mi rostro,había recordado a Alex con ese tipo y no pude evitar sentirme herido,mi pulmón se sentía mal,todos se habían olvidado de mi,hasta mi hijo Alen se había encariñado con ese tipo.

-No llores Lean.-habló Antonio,sentándose a un lado de mi,dando palmadas a mi espalda.

Abracé con fuerza a Antonio,ella era la única con quien podía contar,aparte de que era la única que sabía que estaba vivo.Escondí mi rostro en su cuello y permití que esta vez las lágrimas salieran con mi permiso,Antonio pasó sus brazos por mi cuello y cerró los ojos,tratando de aguantar las lágrimas que se acumulaban al ver a su amigo destrozado.Me separé de ella y limpié mis lágrimas,mis ojos tenían unas ojeras horribles,como si estuviera muerto.

-¿Me contarás lo que sucedió?.-preguntó Antonio,acariciando mi espalda.

Asenti y comencé a contarle sobre lo que pasó ayer,cuando me fui a mi casa.

¤¤¤¤

Había corrido hacia mi casa,donde todos se encontraban,mi familia y mi novio Alex.Estaba tan sonriente,tenía tantas ganas de ver sus reacciones al saber que habia sobrevivido.Al estar frente a casa,me acerqué con lentitud a la puerta,levanté la mano e hiba a tocar,pero la luz de la habitación que compartía con Alex estaba encendida,una idea pasó por mi mente,tal vez le daría una sorpresa a Alex,entrando por su ventana y que él fuera el primero en verme,subí por unas escaleras que estaban pegadas a la pared de afuera,al estar en la ventana de la habitación,había unas cortinas que tapaban la ventana,pero había una parte que estaba abierta,en donde podría ver lo que sucedía dentro.

Al posar mi vista en la habitación,mis ojos se ensancharon,sintiendo como mi corazón,si,mi corazón,era quebrado por lo que habia visto en esa habitacion,Alex estaba ahí,besándose con un pelirrojo de una manera muy linda,como si estuvieran mostrándose su amor,después se escuchó que la puerta de la habitación se abría y de esta entraba Alen.

-¡Papi!.-gritó Alen,corriendo hasta donde estaba el pelirrojo.

-¡Pequeño!.-dijo él,tomando a Alen de los brazos y elevandolo para darle un fuerte abrazo.

Bajé la mirada por un momento,poniendo una mano en mi pecho y apretando mi ropa en ese lugar,dolía mucho,como si me hubieran arrancado un órgano a la fuerza.Decidí bajar de la ventana e irme de ese lugar,no tenía nada que hacer ahí.

Después de todo,ellos ya me habían olvidado....

¤¤¤¤

Terminé de contarle a Antonio,el suceso y al mirarla,ella se encontraba llorando,saltó y me dio un fuerte abrazo,que yo correspondi.

-V-Ven,vamos a desayunar.-habló sollozando,mientras tomaba mi mano e hibamos al comedor.

Nos sentamos a desayunar una deliciosa comida que habia hecho la abuela de Antonio,platicamos con ella por un rato,hasta que nos dijo que se tenía que ir,se despidió dándonos un beso en la frente a cada uno.

-¿Entonces donde vivirás?.-preguntó Antonio.-Puedes quedarte aquí,si quieres,mi abuela no tendrá ningún problema en que te quedes.

-Gracias Antonio,aunque...trabajaré para pagar mi hospedaje aquí,ya sabes,ahora tengo que vivir con mi propio dinero y no con el de mi madre.-dije dando un largo suspiro y continuando con mi desayuno.

-Sabes...puedes trabajar en la cafetería conmigo,están pidiendo un mesero para el turno matutino,y yo estoy en ese turno.-habló Antonio.

-¿En serio?.-pregunté con una gran sonrisa.

Ella asintió y yo no pude soportar darle un gran abrazo,diciéndole lo agradecido que estaba con ella.


--Tirititi,cortes comerciales.--

¡¡Las Personas Son Raras!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora