Antonio.
Estuve un buen rato en el trabajo,tomando las órdenes de las personas y dárselas de aquí para haya.Fue un poco agotador,ahora me encontraba dándole el pedido a un hombre adulto,mientras que Thomas trataba de lucir normal frente a un grupo de chicas de mi edad que estaban en una mesa,se veía que eran las ricachonas y las favoritas de papi,tocaban el cuerpo de Thomas con descaro y él sólo se alejaba un poco de las manos que se le acercaban.
Suspiré y me arremangue los brazos de la camiseta blanca que tenía como uniforme,me acerqué a las mujeres y me puse frente a Thomas,protegiendolo,las chicas me miraron con cierto asco,eso no me afectó para nada,si quería podía lanzarles a mi mascota Cocodrilo cuando se me pegara la gana.
-¿Ya ordenaron muchachitas?.-pregunté con cierto enfado en mi voz que ellas no pudieron detectar.
-Este..si,pero no queremos hablar contigo,mejor vete de donde viniste y dejanos solas con este hombre.-dijo una de las chicas,tomando una voz seductora al decir las últimas palabras.
-Escuchame bien trapo usado.-la chica se ofendió al decirle ese sobrenombre.-Si no respetarás a los camareros como es debido,es mejor que te vayas mucho a la verga y me dejes en paz a mi y a mi amigo,vete mejor a putear con algún chico que según se cree "Genial" y arruina tu vida por no andar usando condón.-me di media vuelta y tomé a Thomas del antebrazo de nuevo.
Las chicas sólo se fueron hechas furia y yo me crucé de brazos con una sonrisa victoriosa.
-Antonio,el jefe nos regañará por haberle faltado el respeto a unos clientes,además de que no pagaron sus pedidos.-habló Thomas con nerviosismo.
-Ellas me ofendieron primero,además...-levanté una cartera rosa que tenía en mi mano derecha.-Tomé su cartera,así que digamos que pagaron y nos dieron mucha propina por hacer un excelente trabajo.
Thomas me miró preocupado,esa expresión nunca la había visto,siempre había pensado que Thomas le era indiferente a los problemas,pero esta vez todo fue lo contrario,tal vez él tenía miedo de ser despedido.
-Ya tranquilo,no se acabará el mundo sólo por esto.-me encogí de hombros y pasé un brazo por el hombro de Thomas,parandome de puntitas claro,porque él era muy alto para mi pequeña estatura,y eso que yo ya era mayor de edad,al igual que él.
Alguien a nuestras espaldas pasó un brazo por los hombros de los dos y se puso en medio de nosotros.
-¡Conseguí el trabajo!.-gritó Lean,besando mi mejilla y la de Thomas,el cual se pasó la mano por su rostro para quitar el beso que le habían dado.
-¡Eso es excelente Lean,ahora podrás pasar un buen rato con nosotros!.-hablé,poniendo una mano en mi cadera.
-No puede ser,primero Antonio ¿y ahora Lean?,todo será un caos si están juntos en el mismo empleo,incendiaran la cafetería.-dijo Thomas con cierto fastidio en su voz,no soportaría estar con esos dos que lo único que saben hacer es romper cosas,explotar y tener mascotas extrañas,Antonio un Cocodrilo y Lean una especie de Borrego con alas y cuerno.
-Ay tampoco es para tanto,Lean y yo prometemos no explotar o incendiar algo ¿cierto Lean?-miré a Lean y este asintió en respuesta.
-Espero que lo cumplan,ahora,Lean ve por un mandil y una libreta con bolígrafo,están aún lado de las cajas.-señaló Thomas,y Lean sólo asintió de nuevo,tomando las cosas asignadas.
Cuando Lean regresó,yo me acerqué al chico y saqué mi teléfono para tomarle fotografías.Después le hablé sobre las normas que se deberían de seguir y que por favor no explotara nada.
ESTÁS LEYENDO
¡¡Las Personas Son Raras!!
Hài hướcNuestra familia rara regresa, pero ahora con más poder de volver locas a todas las personas. Las cosas nunca cambiaron, pero ahora ellos se encuentran en la ciudad. ¿Qué estupidez harán ahora? ¿Por qué no lo descubres ti mismo? ¿Por qué tengo hambre...