Katniss Y Peeta--Sinsajo--Historia Alternativa

Capítulo 2

-Katniss estas viva -dice Peeta sollozando y abrazándome más fuerte.

-Sí, lo estoy, gracias a ti Peeta -empiezo a llorar, sin creerme todavía de que esto sea real.

-Snow me mostro el 13 después del bombardeo, dijo que...él dijo que... -no termina de hablar ya que empieza a llorar.

-Peeta estoy bien, tu estas bien y te prometo que no volveré a dejar que Snow te lleve.

En ningún momento nos dejamos de abrazar, nos quedamos así como 10 minutos, abrazados, sin poder creer que esto sea real, sin que pueda creer que él está aquí, conmigo. Después de que mi emoción por verlo paso, puedo notar que esta flaco, muy flaco, casi puedo sentir sus huesos con mi abrazo. Puedo notar también que Haymitch y los doctores se fueron dejándonos solos.

-Peeta tranquilo, ya estas a salvo -le susurro en el oído ya que él sigue sollozando.

-Lo único que me importa es saberte a salvo, viva.

-Estoy viva y estoy contigo, no me pienso apartar de tu lado más -le digo separándome de él para poder verlo a la cara, veo que esboza una sonrisa.

-¿Estarás conmigo? ¿qué hay de Gale? -pregunta un poco más tranquilo, me descoloca esa pregunta, me malinterpreto pero ni yo misma sé que quise decir con eso.

-Buenos días señor Mellark -dice un doctor entrando a la habitación interrumpiéndonos. -Seré su doctor personal Sr. Mellark, la presidenta quiere que le tengamos especial trato al esposo de nuestro Sinsajo. -Sonríe acercándose y noto como Peeta se pone nervioso y miedoso.

-Hey Peeta -digo agarrándole las manos -estas a salvo aquí, nadie te va a lastimar.

-Katniss le pido que salga un momento para revisar a su esposo -me dice el doctor, el cual me atendió cuando recién llegue al 13.

-¡No! -grita Peeta haciendo que pegue un brinco -por favor no te vayas -Peeta se pone bastante nervioso.

-Solo te revisaran Peeta -veo en sus ojos terror, ¿qué tanto le habrá hecho el maldito de Snow? -pero si quieres me quedare contigo, ¿esta bien doctor?

-Sí así se siente mejor el Sr. Mellark, creo que esta bien -respondea

El doctor pasa poco más de una hora revisando a Peeta, le pregunta algunas cosas que responde, otras simplemente cierra sus puños y ojos, puedo notar lo mucho que sigue sufriendo y se me parte el corazón al verlo así, lo único que puedo hacer es abrazarlo.

-Bien Sr. Mellark, lo mejor será que este hospitalizado pon unos quince días, para que aquí le den el alimento que necesita y también necesitara medicamentos -el doctor se dirige a la puerta -lo mejor es que vaya con el Dr. Aurelius, él le ayudara a tratar de superar lo que le paso. Katniss, ¿podemos hablar un momento a solas?

-S...sí -digo saliendo un momento de la habitación. -¿pasa algo? -pregunto impaciente.

-Bueno Peeta tiene anemia debido a que lo mataban de hambre en el Capitolio, no es severa pero si hay que mantenerlo bien alimentado.

-Estaré al pendiente de que coma bien.

-También tienes que convencerlo de ir con Aurelius, es importante -ya sé porque lo dice, yo nunca voy con el doctor a pesar de que debo de ir -Katniss tú tienes que apoyarlo más que nadie ahora que se quedó solo. Ahora no creo conveniente que le digas lo de su familia, espérate hasta que salga del hospital.

-Está bien -le digo pensando en cómo voy a decirle que toda su familia está muerta... muerta por mi culpa.

-Bien, voy a dar una orden para que puedas venir en las tardes a cuidarlo, más en específico para que sepas si comió o no -se despide de mí y se va a lo que creo es la habitación de Annie.

Cuando entro a la habitación veo a Peeta acostado en la cama, abrazando sus rodillas. ¡Dios! jamás lo había visto tan mal, siento tanta rabia por Snow que ahora más que nunca quiero ir a matarlo con mis propias manos. Peeta se percata de mi presencia y me sonríe. ¿cómo puede sonreír después de todo lo que paso?

-¿Cómo te sientes? -pregunto arrepintiéndome de inmediato por mi estúpida pregunta, ¿cómo se ha de sentir? Obviamente mal después de que lo torturaron y casi lo matan de hambre.

-Mejor, los medicamentos que me dio ese doctor me han hecho efecto y ya no me duelen tanto mis heridas.

-Me alegro -sonrío, me acerco a la cama, me siento y empiezo a acariciar su pelo -tienes que descansar, te dejaran aquí quince días y si te sientes mejor te darán de alta -puedo ver como cierra sus ojos, se siente tan bien tocarlo, saber que está a salvo. Me quedo mirando su cara, aunque esta delgado sigue viéndose muy atractivo, sus pestañas son las que más llaman mi atención. Peeta parece más relajado con mis caricias, yo misma siento que estoy más relajada y esa noche en vela me pasa factura ya que empiezo a sentir mis parpados muy pesados, no sé en qué momento me quedo dormida, lo único que sé es que me duermo abrazada a Peeta