Katniss Y Peeta--Sinsajo--Historia Alternativa

Capítulo 20

Advertencia: Contiene escena subida de tono, chicos si no quieren leer esa parte lean solo el final =P

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Peeta está encima de mí besándome el cuello, yo no tengo ni idea de que hacer y lo único que hago es meter mi mano debajo de su playera lo cual creo que le gustó dado que lo oigo suspirar.

-Peeta... -gimo cuando siento sus manos subiendo mi blusa y tocando con sus dedos mi piel, Peeta me quita mi blusa sin que ponga ninguna objeción, después siento como empieza a besar mi estómago, yo agarro su pelo alborotándoselo, sus besos me hacer sentir algo que nunca pensé que podría sentir, yo jamás pensé en este tipo de situaciones pero no me desagrada lo que hace Peeta.

-Eres tan hermosa –dice entre besos, empieza a subir hasta mis pechos, me besa por encima del brasier.

-¡Peeta! –gimo algo fuerte sintiendo muchos escalofríos recorrer todo mi cuerpo, de repente Peeta mete su mano debajo del brasier tocando mi pecho, haciendo que vuelva a gemir y arqueé la espalda.

Yo quiero hacer algo, pero no tengo ni idea de qué hacer, no tengo ningún tipo de experiencia sobre esto y cuando intento mover mis manos Peeta las agarra y las pone arriba de mi cabeza, empieza a besarme, pero su beso se siente distinto, lleno de deseo, me hace sentir muchas cosas, cosas nuevas.

-Ahhh –suspiro cuando comienza a besar debajo de mi oreja, no sé en qué momento flexiono las piernas y Peeta aprovecha para ponerse en medio, me besa el cuello pegándose a mí, moviéndose hacia arriba y puedo sentir su excitación –Peeta... -gimo al sentirlo, instintivamente cruzo mis piernas sobre él pegándonos más.

-Katniss –gime Peeta y eso hace que todo mi cuerpo se caliente, me empieza a estorbar la ropa, quiero sentirlo sin nada que nos separe, jamás había tenido este tipo de pensamientos antes, y sé que no es el momento te pensar en esto dado que estamos en una guerra pero siento que mi sentido común se quedó afuera de esta habitación.

-Ohh Peeta –vuelvo a gemir cuando Peeta se vuelve a mover haciéndome sentir un cosquilleo por todo mi cuerpo, quito mis manos de su agarre y empiezo a desabrochar su pantalón, escucho como empieza a suspirar y algo me da el impulso para darle vuelta y ponerme encima de él.

Comienzo a besarlo con más desesperación, Peeta me empieza a acariciar la espalda desnuda, provocándome un cosquilleo por la parte donde pasan sus manos, cuando logro desabrochar su pantalón vuelvo a meter mis manos por debajo de su playera, esta vez toco su abdomen y no su espalda, pero puedo notar que algo estoy haciendo mal dado que Peeta se empieza a tensar.

-¿Peeta? –pregunto parando mis caricias.

Pero Peeta no dice nada y me vuelve a besarme levantando sus caderas haciendo que nuestros sexos se rocen.

-Ahhh –gimo dejando de besarlo, deseando no tener más la ropa que se interponga entre nosotros, por lo que me dedico a quitarle la playera, meto de nuevo mis manos y empiezo a quitársela, Peeta se alza y se la quita, pero... siento que algo no va bien, Peeta se nota tenso, ¿se supone que así debe de estar?

Peeta empieza a besar mi oreja haciendo que todo pensamiento se vaya al olvido, se siente tan bien que no puedo pensar con claridad, mis manos empiezan a acariciar su pecho, bajando poco a poco a su abdomen, lo empujo levemente para que se acueste y empiezo a besar su cuello provocándole suspiros, después empiezo a bajar hasta su pecho y vuelvo a sentir que se tensa, pero no le tomo importancia y continuo besándolo hasta llegar a su abdomen.

-¡Noo! –grita haciéndome a un lado y parándose de la cama.

-¿Qué pasa? –pregunto alarmada.

-Lo siento... de verdad perdóname pero no puedo –dice Peeta y en su mirada hay algo distinto, es como terror pero más malo.

-¿No... no te gustó? –pregunto un poco avergonzada y herida.

-No es eso.... Perdóname... yo... lo lamento –dice poniéndose la playera y dirigiéndose a la puerta.

-Espera -digo interponiéndome en su camino -¿qué pasa?

-Lo siento –dice quitándome de su paso y saliendo del cuarto.

Yo me pongo mi blusa rápidamente y salgo a buscarlo, pero no lo encuentro, recorro los pasillos cercanos a la habitación pero no lo hallo en ningún lado.

Al regresar a mi habitación me siento en la cama preguntándome ¿qué demonios fue lo que paso? En primera, porque me deje llevar así cuando mis prioridades ahorita son otras y la segunda, ¿por qué demonios reacciono así Peeta? Él fue quien propicio esto y después me deja... me deja confundida con su reacción, solo me hace pensar que es cierta las sospechas de Prim.

Paso toda la noche esperando a que regrese Peeta pero él no llega, cuando amanece salgo de mi habitación decida a saber la verdad, este día tengo que saber qué demonios paso en la noche con Peeta y no solo ayer en la noche, sino también en el Capitolio, así se lo tenga que preguntar al mismo Snow.