Me dejé caer en mi cama y me recosté, esperando que milagrosamente el dolor en mis pies por haber caminado tanto, desapareciera, sin embargo, otro tipo de tortura comenzó.
El celular en mi bolsillo comenzó a vibrar, luego paró, volvió a hacerlo y luego paró, así estuvo casi por media hora, hasta que decidí contestar.
- Gracias al cielo. - Se escuchó del otro lado.
- ¿Qué sucede? - Dije, sin darle importancia, no lo merece, es más, debí haber apagado el celular y no debí contestar, no tenía que hacerlo, pero... realmente no hay un pero, no sé que hacer.
- Hayden, por favor, escúcheme, deme la oportunidad de explicarle todo, por favor.
- Ya me lo explico aquel día, Adrianna ¿No?
- No, por favor, escúcheme. - Escuché roces del otro lado, como si estuviera moviéndose desesperadamente al otro lado de la línea.
- Y eso no es todo, ¿Verdad? - Anne, también le hizo daño y él no me lo ha dicho.
- ¿Qué? - Sonó confundido. - ¿De qué habla?
- ¿De qué hablo? - Me indigné. - Usted dígamelo.
- Pero por favor, escúcheme, necesito que hablemos, las cosas no pueden terminar así de fácil cuando usted y yo nos amamos... - Le corté, no quiero escucharle decir eso.
- Oh, claro que pueden. - Si hubiera sido Cassie, hubiera movido el dedo índice de lado a lado en forme engreída, pero con clase.
- Hayden, mi amor. - Rayos.
- No.
- ¿No que?
- No me va a convencer. - Vamos Hayden, piensa, has leído mucho como para dejarte ganar ahora.
Lo tengo, celebré internamente.
- ¿Convencerla como? - Su tono cambió de preocupado a coqueto, y en serio que quise decirle que se olvide de todo y que sigamos juntos, pero las cosas no son así y si él no me respeta, y yo tampoco, nadie más lo hará.
- De ninguna manera. - Casi grito mientras me sentaba al borde de la cama. - Ahora... - Un nombre, cielos, un nombre, rápido, rápido... Torrance. - Lo siento, tengo que irme, Jack llegó.
Me despegué el teléfono de la oreja y antes de colgar alcancé a escuchar por el altavoz un alterado:
- Espere, ¿Quién es Jack?
Colgué y me sentí la mujer más fuerte del mundo por haber resistido, tal vez no sé muchas cosas, como por ejemplo que pasó entre Adrianna y él, o como sucedió el roce de Anne y él, o porqué Kyle parece ser el chico perfecto para Cassie y un buen amigo para mi, o porque Rob estaba actuando así conmigo, tampoco sé que le pasa a Lupita, no sé porque no la dejan bailar...
¿Qué?
Me reí de mi misma por haber desvariado tanto, en tan sólo segundos. Me levanté y bajé a la cocina por algo para comer. Cuando bajé, me encontré en la puerta de la cocina, como una película, un recuerdo pasó por mi mente.
La Hayden de dos años corría por la cocina ensuciando todo con harina, mientras su padre la perseguía, bueno, fingía que la perseguía, ya que la estaba dejando ganar, la cargó en cuanto la atrapó y la levantó en el aire, besando sus mejillas, mientras ella reí como la pequeña inocente que era, el teléfono sonó, y cuando su padre iba a dirigirse a contestarlo, su madre le gritó.
- Mira como traes a la niña. - Le gritó mientras tomaba el teléfono y contestaba. - Llame luego. - Colgó.
- Estábamos cocinando para ti. - Se defendió.
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Señorita Inocencia [Andy Biersack y tu] (EDITANDO).
Fanfiction- Hunter... Hayden Hunter... - ¿Eh? ¿Si? - ¿Podría explicarme por qué se sonrojó cuando dije su nombre? - E-es es calor.. Si, eso es. - No lo creo. Señorita Hayden, ahora mismo estamos en Otoño, todos temblamos de frío. - Me maquillé de más. - Usted...