- Rob, yo... - Un ruido me llamó la atención, venía de la cocina.
- ¿Lo escuchaste? - Asentí y ambos nos pusimos de pie. Comenzamos a buscar, una vez más se escuchó el golpe, hasta que Rob tocó mi hombro. - Creo que ya sé que lo causa. - Señaló el ventanal y detrás de él, temblando, estaba Hamburguesa.
- ¡Oh! ¡No! - Abrí la puerta rápidamente y lo cargué, a pesar de que estaba lleno de tierra y lodo.
Se acomodó en mi pecho sin dejar de temblar, mientras soltaba pequeños quejidos que me rompían el corazón de poco en poco.
- ¿No te preocupa que tenga rabia o pulgas? - Le miré.
- Es mío y está completamente sano. - Le acaricié las orejitas con suavidad, y así, lentamente pareció relajarse.
- ¿Tuyo? ¿Desde cuándo? - Parecía extrañado.
- Yo. - Todo el revoltijo de Andrew y yo ayer me vino a la cabeza. - Es una larga historia. Ven, hay que darle un baño. - Rob me siguió escaleras arriba.
- ¿Por qué lo dejaste afuera? - Entramos al tocador.
- Yo no lo dejé afuera, no podría.
- ¿Entonces?
- Creo saber quién fue. - Dejé a mi pequeño cachorro en el lavabo, abrí el grifo y esperé a que el agua se templara.
- ¿Quién?
- Dante. - Acaricié su pequeña cabeza y él cerró sus ojos. Cuando sus patitas sintieron el agua caliente, dejó de llorar.- Lo siento tanto, Hamburguesa.
- ¿Hamburguesa? ¿Qué clase de nombre es ese? - Hamburguesa comenzó a moverse por todo el lavabo, jugando con el agua.
- No te burles. - Comencé a quitarle el lodo con un poco de shampoo, ya pronto compraré cosas especiales para él.
- Es que es un nombre ridículo. - Sonrió.
- Andrew se lo puso. - Lo miré.
- Ah. - Su sonrisa se borró de su rostro, llevó sus manos a su nuca. - Mi mochila está ahí con tus apuntes, yo debo irme.
- Rob, no actúes como un niño. - Negó con la cabeza.
- No lo hago. - Salió del baño y luego escuché sus pasos de regreso. - Por cierto, ¿Quién es Dante?
- Te has perdido de muchas cosas. - Hamburguesa estornudo y se sacudió, mojándonos a Robert y a mí con pequeñas gotas de agua. Sonreí, ¡Que tierno es!
- ¿Cómo qué?
- Mamá tiene un nuevo novio. - Sonreí, mientras enjuagaba con mucho cuidado a Hamburguesa, quien comenzaba a tener su color y aspecto de antes.
- Hayden ¡Eso es maravilloso!
- Si, bueno... - Agaché la cabeza, dejando que el cabello me cubra el rostro. - Me golpeó e intentó abusar de mi. - Hamburguesa lamió mi mano y comenzó a frotar su cabeza en ella, como si supiera que necesito algo de apoyo.
Miré a Robert y él me miró a mi, compasivo, triste. Se acercó a mi y me rodeó con sus brazos, dándome calor en la que había comenzado a ser una fría tarde.
- ¿No lo logró verdad? Dime por favor que no te ha hecho daño. - Agaché la mirada.
- No, claro que no. Aún no. - Dije esto último en voz baja, pero él igual lo escuchó.
- Hayden, si llegas a necesitar algo ¡Lo que sea! Sabes que puedes contar conmigo, que estaré aquí a penas me llames. - Acarició mi mejilla y me miró, conectando sus ojos con los míos. - Voy a cuidarte toda la vida. - Dijo, antes de bajar la vista hacia mis labios.
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Señorita Inocencia [Andy Biersack y tu] (EDITANDO).
Fanfic- Hunter... Hayden Hunter... - ¿Eh? ¿Si? - ¿Podría explicarme por qué se sonrojó cuando dije su nombre? - E-es es calor.. Si, eso es. - No lo creo. Señorita Hayden, ahora mismo estamos en Otoño, todos temblamos de frío. - Me maquillé de más. - Usted...