Señorita Inocencia [Andy Biersack y tu] (EDITANDO).

Unión

Desperté, con los ojos completamente hinchados, después de la conversación con Andrew salí del lugar, sin hacerle caso a Alec, quien seguía en el mismo lugar, donde lo había dejado, me puse de pie y tomé una larga ducha, la necesitaba, nada más puede volver a pasar entre Alec y yo.

Me vestí con el uniforme, y con una sudadera azul marino que es de la escuela, con el mismo sello que el de las chaquetas de cuero del equipo de fútbol. Peiné mi cabello y este parecía bastante rebelde, así que lo recogí en un chongo despeinado medio alto, dejando solo el flequillo y alguno que otro mechón suelto en la frente.

Me maquillé, realmente, hoy lo necesitaba.

Le coloqué un plato pequeño con croquetas a Hamburguesa para que desayunara, yo no lo hice, simplemente lo acaricié y jugamos un rato, después me fui a lavar los dientes, tomé mi mochila y salí de la casa, me encaminé hacia el Breng's, si Alexey tenía turno, de seguro lo encontraría allí.

Abrí la puerta y dejé que el calor y el olor de café recién hecho del lugar, me llenara los pulmones, ese delicioso aroma, me acerqué a la fila para ordenar y la campanilla de la puerta sonó, entonces, como un ninja despiadado y con sueño, me volteé rápidamente, si, mi estúpida esperanza de que ese haya sido Andrew.

- Buenos días, ¿Qué le sirvo? - Dijo amable la muchacha.

- Por favor, un café grande y una orden de galletas de chispas de chocolate.

- Claro. - Se retiró un momento y me trajo lo que le pedí, con las galletas en una bolsa, y el café en el vaso de cartón típico.

- Gracias.

- A usted. - Le pagué y me retiré, entonces escuché mi nombre siendo gritado por un chico que hablaba como niño.

- ¡Hayden! - Llegó a mi lado. - ¿Cuándo será le día en que no me ignores?

- Lo siento, es que ya me iba.

- Oh bueno. - Hizo una mueca.

- ¿Y tú uniforme?

- Suspendido. ¿Recuerdas?

- Es cierto. - Me palmeé la frente suavemente. - Lo había olvidado.

- SI así es, mala suerte, lo peor del mundo no ir al colegio. - Ironizó. - En fin, veo que no vas a desayunar mucho...

- Así es... - Formé una línea con mis labios y él rió.

- Sobre mi cadáver. - Detrás de él sacó una bolsa con una bandeja blanca desechable dentro.

- ¿Qué es esto?

- Pastel de zarzamoras y bocadillos de queso. Tienes que alimentarte bien y no aceptaré un no por respuesta. - Me la ofreció y yo la tomé, entonces me abrazó. - Ten un buen día enana, te despeinaría pero arruinaría tu magnifico peinado. 

- No te burles. - Dije señalándolo con un dedo, ambos reímos. - Buen día Alexey.

- Buen día Hayden. - Volvió a su puesto y yo salí del lugar, caminé lentamente bebiendo mi café y comiendo mis galletas, definitivamente tendría que comer lo que Alexey me había dado, pero ahora no, ya tenía suficiente.

En cuanto llegué al colegio vi a Cassie parada con las demás chicas. Pasé de largo hasta que todas me gritaron, volteé y me saludaron con las manos moviéndose de lado a lado y sonriendo.

- Me encanta tu cabello maldita. - Una vez más me sentí ofendida, resulta que los jóvenes de hoy en día se insultan para decir que luces bien.

- Gracias... - Me encogí de hombros. - Supongo...