Desperté como loca, no pude dormir gracias a Andy y a su charla que me habían dejado preocupada, y aún así, ahora, todavía no sé de que hablaba.
Me duché en tan solo diez minutos, salí y me puse el uniforme, es un día frío, así que me vestí con una sudadera negra. Me miré al espejo y, por primera vez en la vida, me di cuenta de que tenía ojeras, y no ojeras leves sino unas que se notarían a kilómetros de aquí, me sentí frustrada, nunca había tenido unas, ya que siempre he dormido bien, pero últimamente no he podido.
Caminé hasta mi armario y abrí un cajón donde había guardado todo, absolutamente todo el maquillaje, aún no entiendo como todo eso entró ahí, pero entró.
Tomé las cosas que creí necesarias para el momento, que Cassie había dicho que se utilizaban para eso, no tenía más remedio, no iba a dar la imagen de mujer derrotada, no cuando Andrew podría pensar que es por él, me miré a mi misma en el espejo. Si, es verdad, es por él, pero él no tiene porque enterarse.
Busqué en mi teléfono tutoriales de maquillaje, porque me di cuenta de que no sabía ni papa de el tema, cuando encontré y supe lo necesario lo intenté, no salió mal, que primero el prymer, luego el corrector, base y polvo, luego mi cara quedó tan uniforme que me dio miedo, no sabía que el maquillaje hiciera eso. Entonces recordé el día del partido y como muchas personas me habían mirado y, sobre todo, como me había sentido, ese día me sentí hermosa, como si fuera Clarissa Pinkola Estés y estuviera escribiendo "Mujeres que corren con los Lobos", bueno, me salí del tema. La cosa aquí es que el maquillaje no es tan abominable ni absurdo como yo creía.
El delineado me quedó muy bien, a decir verdad, me encanta como contrasta con mis ojos, me sentí orgullosa de mi misma y bajé a la cocina, no había nadie, miré sobre la mesa, donde se encontraban una nota y un sobre.
"Cariño, debo salir de viaje, una de las empresas quiere cerrar un trato, pero es un retiro empresarial, ya sabes, esos en los que trabajas con tus compañeros de oficina para llevarse mejor y eso, bueno, mi cielo, te dejo dinero suficiente para ti, te amo
- Mamá".
Abrí el sobre y habían cinco billetes de $20, yo no sé si mamá cree que gasto mi peso al día. Son $100 para tres días, normalmente suelo usar $30 o menos si es que es posible, pero bueno, ya que. Tomé una manzana y me la comí mientras jugaba con Hamburguesa en el patio, arrojándole una pelota pequeña que yo tenía.
Después fui a mi habitación y tomé mi mochila, me cepillé los dientes y me miré al espejo, me siento bien, es en serio la primera vez en la que estoy de acuerdo completamente con mi imagen personal. Y supongo que eso está bien.
(...)
- Estoy tan cansado. - Dijo Kyle, apoyándose en el hombro de Cassie, bromeando con ella.
- ¿Entrenamiento? - Le preguntó.
- No, Robert no nos ha llamado y es raro, si lo hubiera hecho yo estaría en cama, al borde de la muerte. Papá nos llevó a Camile y a mi a una caminata en el bosque.
- Oh, bueno. - Sonrió. - Tendré que cuidarte. - Él le sonrió.
- Eres la mejor.
- Lo sé. - Ambos sonrieron y se besaron.
- Por cierto, Hayden, ¿Sabes por qué Robert no ha dado señales de vida, desde la fiesta?
- ¿En serio? - ¿Que si lo sé? Perfectamente. - No, no lo sé.
- Bueno, vamos.
- ¡Hayden! - Volteé y vi a Alexey corriendo hacia mi, cuando llegó a mi lado colocó sus manos en sus rodillas y descansó allí unos segundos. - ¿Se puede saber... - Jadeó un par de veces. - ...por qué no has venido al Breng's? - Me miró.
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Señorita Inocencia [Andy Biersack y tu] (EDITANDO).
Fanfiction- Hunter... Hayden Hunter... - ¿Eh? ¿Si? - ¿Podría explicarme por qué se sonrojó cuando dije su nombre? - E-es es calor.. Si, eso es. - No lo creo. Señorita Hayden, ahora mismo estamos en Otoño, todos temblamos de frío. - Me maquillé de más. - Usted...