Llegada

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- Claro que no.

- Usted no lo nota, y es difícil saber apreciar eso.

- Pero, por supuesto que no...

- Hay una canción, llamada "Lunar de Clavícula".

Lo miré seria, no es posible que me esté cambiando el tema.

- ¿Y? - Rió.

- Tiene una estrofa que dice: "Sería una grosería, si cambias tu manera de moverte al caminar, yo la extrañaría, en silencio, pues lo más bello en secreto está mejor".

- Alec...

- Escucha... - Me interrumpió, si cree que así se conquista a una chica pues no, está totalmente equivocado. - Me molesta muchísimo que haya sido con él, con quien... Pues... Eso...

- ¿Cómo lo supo?

- No lo supe, lo supuse.

- Es un idiota. - Sonrió y soltó una sonora y grave carcajada. 

- Quisiera haber sido yo... - Me miró, y se movió rápidamente hasta poder tomar mi mano entre las suyas.

- No me conoces, no sabes nada de mi, y no tienes motivos para querer algo así Alec.

- Claro que los tengo. - Miró mi mano. - Eres bellísima, ¿Sabes? - Besó mi mano. - Casi lo olvidaba.

Quité mi mano y él, se entristeció, fue casi como ver a un cachorro, solo faltó que dejara de menear la cola y que sus orejas se hayan bajado, pero no.

- Andrew, quiere invitarte a un evento.

- ¿Un evento?

- Vamos a tener una fiesta con viejos amigos.

- ¿En dónde?

- Bueno, técnicamente es en una piscina con una casa de playa... - Movió sus manos. - En la playa.

- ¿Qué?

- Si.

- ¿Qué playa?

- Malibú. - Susurró.

- ¿Qué?

- Malibú. - Habló entre dientes esta vez. ¿Es que es idiota?

- ¿Dónde? Alec.

- Es en Malibú, ambos viajaremos, pero, el quiere ir contigo, me pidió que te invitara.

- Malibú. - Miré mis manos entrelazadas. - No creo que sea posible realmente. 

- Adrianna también ira, porque son viejos amigos de la misma universidad a la que los tres íbamos.

- ¿Adrianna? - Esa miserable mujer violaría a Andy en el momento en que tenga la primera oportunidad.

- Si, Andy quiere ir, porque hace mucho que no tiene una vida social, ya sabes, con eso de su trabajo y su casa...

- ¿Estás chantajeándome? - Respondí.

- Claro que no.

- ¿No se supone que deberías de estar feliz porque lo más seguro es que no vaya?

- Yo juego limpio, él es mi único y mejor amigo, y lo estoy ayudando, él hecho de que esté enamorado de ti no cambia nada.

- Claro, porque es lo más normal que podrías hacer en la vida. - Me crucé de brazos y él me sonrió, guiñándome un ojo. Maldito idiota... Sin embargo, sigo diciendo que es del tipo de hombre que aparece en revistas, anuncios y comerciales y con una sola sonrisa hace que cualquier mujer se enamore.

Señorita Inocencia [Andy Biersack y tu] (EDITANDO).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora