Señorita Inocencia [Andy Biersack y tu] (EDITANDO).

Separación

- ¿Y entonces? - Cerró la puerta de su habitación y me senté en la cama.

- Si, claro que puedes sentarte...

- Oh vaya, no sabía que después de años de hacerlo y que tu me hayas dicho que podía, debía preguntarte.

- Pero, por supuesto que si. - Sonrió, sonrió sinceramente por primera vez en el día, ese era mi Rob.

- Ahora, ¿Me dirás?

- Ella... Se retiró del colegio.

- ¿Y?

- He estado viéndola...

- ¿Te disculpaste con ella?

- Bueno... Técnicamente, no he estado viéndola a ella. - Sonrió, y su sonrisa en seguida se convirtió en una horrible mueca, se cubrió la cara con una mano, y se mordió el dedo índice de la misma.

Jamás le había visto así, siempre ha sido tranquilo y paciente, a lo máximo que ha llegado es a hacer un rabieta de niño pequeño.

- Ella está embarazada... La conozco y por más que quiera hacerme a la idea de que puede ser de otra persona... Yo... Lo sé... Sé que es mío... - Coloqué mi mano en su hombro y lo abracé, lo más fuerte que pude, y él me correspondió.

- Estarás bien, Robert, yo estoy aquí y te apoyaré...

- Espera... - Me miró, separándose lentamente de mi, mirándome como si de pronto me hubiera salido un bigote. - Esto... dime por favor que no...

- ¿Qué?

- ¿Ya lo sabías? 

- Rob...

- Y no me lo dijiste... - Se levantó frustrado, con sus manos jalando su cabello infinitamente, estaba frustrado, y estaba a punto de estallar.

Golpeó su escritorio y arrojó todo lo que estaba sobre él al suelo, arrojó una lámpara al suelo y esta se partió, haciendo un ruido estrepitoso nada agradable, me levanté lo más rápido que pude y lo tomé por la muñeca, intentando detenerlo, se volteó, con los ojos llenos de furia.

- Mierda... - Le vi la mano y esta estaba sangrando levemente, se había hecho daño con algo. - Hayden, no puedo más... Esto... no es algo que yo pueda hacer... Si incluso tu me escondes cosas, entonces... ¿En quién puedo confiar?

- Robert...

- No tienes excusa, eres lo único que tengo... y bien lo sabes...

- Pero...

- Vete...

- Rob...

- Por favor. - Una lágrima rodó por su mejilla, no se molestó ni siquiera en limpiarla, está mal, realmente mal, se le notaba, todo esto estaba afectándolo demasiado, y yo no sabía como ayudarlo... No sabía como sacarlo de ese desastre, pero, el punto es... ¿Cómo esperas sacar a alguien de un desastre del que tu misma no has logrado salir?. - Quiero estar solo... 

Quitó su brazo bruscamente, y se sentó en su cama.

- Ya te lo he pedido una vez, hablo en serio, necesito esto... - Se recostó y cerró los ojos, a la espera del chasquido de la puerta al cerrarse, me acerqué a él lentamente, y besé su frente, hizo una mueca y apretó la mandíbula, sus manos se hicieron puños, se estaba derrumbando, y al parecer no quería ser salvado, no quería salir del desastre, tal vez, y conociéndolo, esperaría a que todo esto lo aplaste y se lo lleve... Pero, es un idiota si cree que lo dejaré solo... Necesito estar junto a él.

- Volveré mañana Rob, cuídate.

(...)

Tocaban y tocaban la puerta, sin darle a una la oportunidad de levantarse a abrir con tranquilidad, corrí, inclusive casi me caigo por las escaleras, quién quiera que sea debe de tener un buen motivo, no, un motivo excelente para casi, haberme costado la vida.

Abrí la puerta de un tirón y dejé que la luz me invadiera por completo, Alexey me miraba a penas por debajo de la capucha con los ojos rojos, y envueltos en lágrimas, me miraba como una madre que acababa de reprender a su hijo injustamente.

- Alexey... ¿Qué...?

Se deslizó por mi lado, entrando a la casa.

- No quiero creerlo, por favor dime que no es verdad... Te lo suplico, tu no podrías, yo lo sé.

- Cálmate, ¿De qué estás hablando? - Lo miré confundida.

- Ay Hayden, por favor... - Se quitó la capucha. - ¿Es verdad?

- ¿Qué es verdad?

- ¿Sales con mi padrastro? ¿Ustedes están en algo?

- Pero, ¿Qué te pasa? - Buscó en sus bolsillos y sacó rápidamente su celular, lo sacó y buscó algo mientras yo cerraba la puerta. 

- De esto. - Me dio el celular, casi arrojándomelo, miré la pantalla y en ella una foto, mi padre y yo, tomados de las manos, en una mesa del centro comercial, ambos sonriendo y mirándonos.

- Alexey...

- Hayden, por favor... Dime que esto no es verdad. - Sus lágrimas comenzaron a caer de sus ojos con tal rapidez que parecía que no paraban.

- Tienes que escucharme...

- ¿Sales con él, verdad?

- No, Alexey escúchame...

- No quería creerlo... - Colocó su muñeca sobre su boca, parecía que comenzaba a desesperarse. - Mamá tenía razón.

- Alexey yo no salgo con él, no podría, jamás.

- ¿Y entonces como rayos me explicas eso? - Señaló la foto en su celular, que seguía entre mis manos.

- Es que... Alexey, no es algo que yo pueda decirte... Al menos no sola...

- Necesitas aprender a mentir.

- Es la verdad, Alexey por favor... - Me puse frente a él, evitándole el paso hacia la puerta.

- Quítate.

- Te estoy diciendo la verdad...

- Es que no tiene sentido Hayden, explícame, porque como están las cosas no tengo más que pensar que eres una cualquiera y una vulgar por salir con un hombre casado, mayor, y que es padrastro de uno de tus amigos.

- De mis mejores amigos. - Se golpeó la frente con la palma abierta de la mano y mordió su labio con rabia.

- ¿Por qué hiciste esto? ¿Y el Señor Biersack qué? ¿No tienes suficiente con él? - Su voz se quebró, si que la gente puede sacar ideas y situaciones ridículas cuando está desesperada y completamente ciega.

- Alexey ya basta, no puedo creer que me pienses que soy capaz de algo así.

- Mierda. - Golpeó la pared detrás de mi. - Tengo pruebas, ¡Maldita sea! No puedes negármelo Hayden. Tengo fotografías, Ithan no es... - Lo tomé por las mejillas y lo miré a los ojos, esperando que entienda, y que no vaya corriendo a su casa a contarle todo a su mamá, le grité, dejando salir todo el aire que estaba en mis pulmones, esperando que este llegara a ser suficiente.

- Ithan es mi padre, Alexey...