Pasión y Placer

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Me había acostado hace casi media hora, Parker cumplió, y me trajo comida, incluso se quedó aquí conmigo, al igual que Cassie, cuando terminamos se marcharon y me quedé sola a oscuras, tratando de dormir, algo que me sorprende y me intriga mucho es... ¿Dónde está Adrianna?

¿Y si ya llegó? ¿Y si está allí abajo con Andrew? - Tonta, no deberías pensar así. - Me reproché a mi misma, - Te ha demostrado que te ama, no deberías dudar de él.

Sacudí mi cabeza, como si así, esas ideas pudieran salir de mi cabeza, escuché un pequeño clic, no me moví en lo más mínimo, de pronto, ese sentimiento, esa estúpida sensación que tenía cuando Dante me acechaba, el miedo se apoderó de mi cuerpo cuando aquella persona que acababa de entrar a la habitación, él o la misma que incluso le habían puesto el seguro a la puerta, se sentó en la cama y cada vez se aproximaba más, y más, y más.

Sentí sus brazos envolverme suavemente, bajo las cobijas, y el miedo se evaporó como por arte de magia, Andy, mi Andy era quién se había metido a la cama conmigo, sentí sus brazos descubiertos, él es, único.

No solo traía mucho calor en la piel, sino, que también traía otra cosa, se apegó a mi, abrazándome más, y entonces sentí algo duro y muy caliente presionando contra mi espalda baja.

Me apretó más contra él. 

- ¿Qué hace? - Susurré.

Al parecer le había dado la pauta para que piense que era el momento, bueno, tal vez lo era.

- Ven aquí. - Me dijo, sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, esta, literalmente es la primera vez que usa el "Tú" conmigo, se siente mejor de lo que pensaba, no lo creía necesario, pero ahora sé que si.

Con sus manos hizo que me girara hacia él y lo vi, sus ojos, tan azules y encendidos como en un amanecer, cuando el sol se ve reflejado en el mar, esto es belleza pura, ahora sé porque el puede hablar acerca de Belleza Poética.

Me encontraba a su lado, ambos completamente pegados.

- Ahora besa tan bien. - Susurró sobre mis labios una vez que nos separamos.

- ¿Ahora? - Peiné su cabello hacia atrás y tiré de él, y jadeó, hizo ese ruido tan hermoso que sólo él sabe usar, que no me gustaría escuchar en otra persona.

- Ahora, antes sólo me seguías el juego. - Lamió mi labio inferior y yo mordí el suyo, ahora el gimió, tomó mi mano izquierda y de pronto, yo estaba tocándolo. - Hayden... Ahora eres tú la que me domina. - Me miró, con la respiración lenta y sus ojos ardiendo en lo más profundo de su deseo, de su Pasión y su Placer.

"Ahora eres tú la que me domina" Resonó en mi mente y seguí repitiéndomelo, esas palabras, se sentían tan bien, era como saborear miel o chocolate, algo dulce y un poco amargo.

Subí y bajé mi mano a lo largo de su miembro, seguíamos besándonos, pero sentía que su frenesí iba a salir dentro de unos segundos más, realmente no me equivoqué.

De repente y con un sólo movimiento él se encontraba sobre mi, tocando mis piernas con total lentitud, palpando todo, todo lo que había, todo lo que él deseaba tener

Cerré los ojos y me dejé llevar, su aroma, su perfume estaba en el aire, invadiendo todos mis sentidos, al igual que su sonrisa, su estúpida sonrisa con la cual me estaba mirando, con la cual me había hechizado por completo.

Dejé de sentir una ligera presión en mi vientre y miré, Andrew está desabrochando  mis pantaloncillos de mezclilla, desenfrenado como si tuviera que encontrar algo rápidamente.

Los jaló a lo largo de mis piernas y los arrojó a un lado de la habitación. Contempló mi cuerpo aún vestido una vez más, retrocedió sobre sus rodillas y metió sus manos bajo mi camiseta, ascendiendo lentamente por el camino de mi cadera a mi cintura, mientras mi piel comenzaba a ser descubierta, él recorría mi piel desnuda con su lengua, mientras sus ojos no se apartaban de mi.

Me quitó la camiseta por fin, y admiró, una vez más, mi cuerpo, debía hacer algo, siempre es él quien toma la iniciativa, ya es momento de que yo haga algo.

Lo tomé por la nuca instintivamente, y lo acerqué a mi, le lamí los labios y él sonrió.

- ¿Está feliz? - Interrogué.

- El solo hecho de poder asegurarme de que esté bien me hace feliz, usted es mi prioridad, es mi todo, es lo que más amo en el mundo.

Él, realmente es perfecto, es la única persona que ha hecho que me sienta así, bueno, contando con que él es mi primer amor, pero, realmente no me refiero a eso, si no... A que nadie me ha hecho sentir así de segura, así de amada, así de... No lo sé... Es que... Todo con él es indescriptible.

Miré hacia el techo y ahogué las lágrimas manteniéndolas siempre en mis ojos, gracias al cielo, él no se percató, en lugar de detenerse se inclinó un poco y besó mi frente. Sentí sus dedos en mi feminidad, y sentí como mi ropa interior era retirada lentamente, volvió a is labios y me besó, mientras sentía su miembro, lentamente entrando en mi.

Temblé, y me abracé a él con fuerza, mientras que el mordió mi hombro.

- Es la tercera vez. - Jadeó. - Y aún sigue siendo apretada, estrecha, deliciosamente estrecha. - Lamió, mordió y chupó mi cuello.

Gemí, y comenzó a mecerse de adelante hacia atrás, entrando cada vez más en mi, la sensación cada vez que estamos en esto, es tan diferente e idéntica a la vez, y puedo ver, que antes que todo, él lo disfruta, y es lo que me gusta de esto...

- Hayden... - Gimió en mi oído.

- Andrew. - Fue mi turno de gemir, pero entonces grité.

- ¿Así está bien? - Lo metió entero y se quedó ahí, esperando a mi respuesta.

- Más que bien. - Mis uñas de repente fueron a su espalda y la aruñaron. - Es perfecto.

Cuando lo aruñé gimió, con esa voz gruesa y profunda que me encanta.

Aumentó el ritmo. Mordió mi labio con fuerza, y acarició mis pechos por debajo del sujetador.

- ¿Está cerca, mi vida? - Dije con la voz agitada.

Me miró sonriendo, pícaro, feliz y seductor cómo el solo.

- Mi amor, mi Hayden. - Me besó, lentamente como si tuviéramos todo el tiempo del mundo para hacerlo. - A penas estamos empezando... La noche es joven y debemos aprovecharla...

Señorita Inocencia [Andy Biersack y tu] (EDITANDO).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora