- Andy. - Gemí una vez más sobre sus labios cuando volvió a penetrarme. Tiré de su cabello y el mordió la piel de mi cuello.
Había perdido la noción del tiempo, no sabía la hora, ni siquiera me importaba, el sol había desaparecido ya desde hace rato, y nosotros seguíamos en la piscina.
- Shhh... - Me calló. - Nos van a oír. - Descansó su cabeza sobre mi hombro mientras seguía penetrándome, con tanta intensidad como cuando comenzamos.
- Es que... Ya no aguanto. - Mordí mi labio y sentí su mano inquieta juguetear con mi feminidad, mientras que su miembro aún seguía adentro.
- Andy. - Me aferré más a su espalda, al grado de clavarle las uñas y él jadeó.
- Tranquila... ya casi... - Me miró sonriendo, con esa sonrisa maliciosa que adoptaba cuando estábamos en situaciones como estas.
Gruñó en mi oído, y volvió a acariciar mis pechos suavemente, con una delicadeza impresionante.
- No puede... Ser... - Gemí cuando mordió mi oreja. - Se siente tan bien... - Hundió sus dedos en mis caderas cuando lo dijo y entonces, por cuarta vez en la noche se vino, llegó al orgasmo y me hizo llegar a mi.
Temblé entre sus manos y jadeé en su oído, mientras el me abrazaba.
Me acomodó el traje de baño y él se vistió con el suyo, me ayudó a salir de la piscina y entonces sentí un frío horrible y mis piernas comenzaron a doler, y sin querer, me quejé.
- ¿Qué sucede?
- Mis piernas duelen. - Me dio una sonrisa diminuta y me dio un ligero beso. - Lo siento, es mi culpa. - Me cargó como a una princesa y entramos a la casa, la fiesta seguía, incluso ahora había más gente, aunque apestaba a alcohol y en cada esquina podías ver a una pareja haciendo lo que no se debe hacer en público.
De pronto sentí ganas de golpearme, porque, exactamente lo que me molestaba de ese lugar, era lo que nosotros acabábamos de hacer.
- No te he visto en todo el día. - Se acercó Wendy. - Andy deja de distraerla.
- Lo siento, es que...
- Estuvimos en la piscina todo el día. - Sonrió Andy, me bajó y entonces alcancé a ver a Cassie al fondo, con dos tipos acorralándola, tratando de coquetea con ella, y ella parecía indefensa y asustada cual gacela.
- Wendy. - Señalé.
- No puede ser... - Andy la detuvo cuando ella comenzó a caminar.
- En cosas de hombres no te metas Wen, puedes salir herida, a veces no nos medimos.
Caminó hacia ellos y yo mantuve mi mirada en él, son dos contra uno, si llega a haber violencia física, van a hacerlo pedazos.
Pero entró al círculo, tomó de la mano a Cassie y salió de allí.
- Ellos sólo vinieron y yo... - Hipo, estaba más ebria de lo que demostraba.
- Tranquila... Vamos a acostarte... - Le dije.
- Voy yo con ella. - Ofreció Wendy y se la llevó.
- Andy esos chicos lo están viendo mal.
- Descuide, no tiene que preocuparse por ellos...
- ¿Por qué?
- Me la deben... - Sonrió. - No se meterán conmigo o con usted, o con nadie, al menos no esta noche, y no les volveremos a ver... - Me besó. - Vamos, le prepararé algo de comer...
Caminamos hasta la cocina, y ahí estaba Alec junto con Adrianna, y otra mujer... Ese cabello Merry... Adrianna sonrió al vernos, y Andy me tomó con fuerza la mano.
- No la defraudaré esta vez. - Me susurró al oído y besó mi mejilla lentamente.
- Hola. - Saludó Merry con la mano y Adrianna la miró, haciendo un gesto de asco.
- ¿Cómo están? - Respondió Andy generalizando.
- Yo estoy perfecta. - Respondió Adrianna ironizando.
La miré y ella sonrió.
- ¿Qué? - Dijo torciendo la boca.
- No la molestes Adrianna. - Advirtió Alec, adelantándose a Andrew, el cual se mordió el labio y me apretó la mano sin hacerme daño.
- Sólo vinimos por algo de comer.
- ¿Ella cocinará? - Interrogó Adrianna.
- No, yo lo haré.
- Osea que no sabe hacer nada la enana.
- Basta. - Le dijo en voz baja Alec y noté que tomó su brazo, a pesar de que intentó ser discreto.
- Claro que sabe, sólo que quiero consentirla... - Se acercó al mesón y tomó una tabla de picar junto con patatas, y entonces comenzó a lavarlas.
- ¿Ella es tu novia? - Preguntó de improvisto Merry.
- Ella es eso y más para mi, mi novia, mi futura esposa, la madre de mis hijos, ella es mi "Para siempre"... - Me sonrió y me guiñó un ojo, se volteó y tomó un cuchillo con el que empezó a pelar las patatas.
Tal vez fueron los celos contra esa mujer o simplemente mis ganas de él, pero me acerqué en ese momento y lo besé, lo besé de la manera en la que él me había enseñado, dulcemente, con pasión y con amor, demostrándole absolutamente todo lo que sentía por él, cuando nos separamos mordió mi labio y me sonrió.
- Es como ver el video. - Insinuó Adrianna y ambos la miramos extrañados, Merry la miró mal.
- ¿Qué video? - Interrogué.
- No te importa. - Adrianna salió del lugar y Merry la siguió.
- En un segundo estará listo, amor. - Me dijo Andrew cuando colocó una sartén con aceite en la estufa.
- Está bien. - Miré a Alec y noté que su mejilla estaba roja, y nos miraba con una seriedad infinita, y si... ¿Él nos vio? Realmente, esto no debe ser algo que deba importarme, digo... Él no es mi problema...
- Andy... - Rompió el silencio Alec, se mordió el labio y continuó. - No le creas a Adrianna...
- ¿Qué no le crea, qué? - Volteó Andy y lo miró.
- Sólo no le creas... - Salió de la cocina y nos dejó solos.
- ¿De qué cree que hable?
- No lo sé... - Acaricié sus brazos una vez que me abrazó.
- Huele a quemado.
- Ay no... - Volteó asustado y me soltó.
Estamos en un buen lugar, por primera vez en mucho tiempo, y me siento muy bien por ello, nada... En absoluto nada... Podría separarnos ahora... O bueno... Eso era lo que yo esperaba...
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Señorita Inocencia [Andy Biersack y tu] (EDITANDO).
Fanfiction- Hunter... Hayden Hunter... - ¿Eh? ¿Si? - ¿Podría explicarme por qué se sonrojó cuando dije su nombre? - E-es es calor.. Si, eso es. - No lo creo. Señorita Hayden, ahora mismo estamos en Otoño, todos temblamos de frío. - Me maquillé de más. - Usted...