Me di la vuelta para ver quien había tirado de mi. Entonces, quien tenía en frente, aprovechó y me cogió para bailar.
– ¿Pero que haces? Ni se te ocurra volver a besarme – le dije advirtiéndolo.
– No te preocupes lindura. Eso fue antes – dijo mirándome sonriendo.
Miré hacia atrás para buscar a César y lo vi bailando con una melena morena.
Cristina, como no.
Hubo un momento en el que César y yo coincidimos la mirada pero por culpa de Marcos que volvió a tirar de mi hizo que perdiera el contacto visual.
– Marcos...
– ¿Algún problema? – preguntó juntándome más con él.
– Si. La cercanía – dije sonriendo falsamente.
– Oh. Si a mi no me molesta. Además. Soy mucho mejor que tu noviecito – dijo haciendo una mueca – Soy más guapo, listo, divertido...
Rodé los ojos. Me estaba agobiando.
Por favor, que venga un ángel y me saqué de aquí.
Entonces fue cuando Marcos se separó bruscamente de mi porque alguien le empujó.
– Ella es mía – le dijo a Marcos señalándose para después cogerme y alejarme de allí.
– ¡Gracias! – dije saltando sobre él – Eres mi ángel – dije abrazándolo como un koala.
– ¿Un ángel? Por favor, rubia. Soy tu mejor amigo – dijo guiñándome un ojo.
Cuando llegamos a la mesa me bajó. Después de unos segundos, llegaron Mery agarrada a César.
– ¿Somos los mejores o no? – dijo Mery señalándose a si misma – Ha sido mi idea – añadió rápidamente.
Adam levantó ambas manos en signo de inocencia.
– Te he salvado. Vale. Pero yo quería bailar – dijo mi mejor amigo haciendo un puchero.
– ¿Y quien te quita de hacerlo? – pregunté arqueando una ceja.
Entonces, todos los presentes nos fuimos a la pista a bailar. Entre risas, coreografías improvisadas y los movimientos de cadera de Adam, el tiempo voló. Puede que haya sido una de las mejores noche de mi vida, sin contar ciertos... momentos.
*César*
Un ruido fuerte hizo que abriera los ojos. El agudo sonido siguió sonando.
Miré a mi derecha y vi como mi móvil vibraba a la vez que la pantalla se iluminaba. Pude leer "mamá" en esta última.
Me senté en la cama y cogí la llamada.
– Hijo, hijo. ¿Estás bien? – preguntó ella ¿asustada?
– Si – respondí – ¿Por qué la pregunta?
Entonces fue cuando hubo un silencio de unos 10 segundos.
– ¿Mamá?
– César... Tu padre ha vuelto.
Abrí los ojos como platos. Era imposible.
Me levanté de la cama y rápidamente salí de la habitación cerrando suavemente la puerta a mis espaldas.
– Lo vi hace unos minutos por la ventana del hotel. Estaba cogiendo un taxi – dijo nerviosa – Llevaba una maleta...
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Invisible
Teen FictionSara Blake. Una chica de 17 años con un pasado difícil y lleno de preguntas sin respuestas. Su vida dejó de ser la misma cuando su madre, Samantha, falleció en un accidente de coche. Ya han pasado once años desde su muerte y han conseguido superar...