Invisible

19. WORK

– ¿Cómo estás, amiga? – me preguntó Mery a la vez que me abrazaba.

– Mejor – le respondí.

– ¿Has vuelto a tener noticias de esa zorra? – negué

Ya han pasado dos tres desde que vi a Elena por última vez. No ha habido noticias de ella desde entonces. Es como si hubiera desaparecido de la faz de la tierra. Obviamente no podía bajar la guardia.

Comenzamos a andar por los pasillos del instituto. Teníamos que ir al salón principal para que nos dieran una charla sobre la universidad y todo ese rollo.

Quedaban menos de 2 días para dejar el instituto atrás. Me daba pena. Era el final de una etapa y el comienzo de otra. Cada una más difícil que la anterior pero claro, con lo que saques de aquí te ganarás la vida.

– Los agentes no han encontrado rastro de ella y ni de su familia. Parece que han huido – añadí.

Además, prefiero no volver a recordar todo lo que ha pasado. Lo bueno es que ya casi no me dolían las heridas. Sin embargo, las letras seguían en mis muñecas. Sigo sin saber que significa y cada vez que las veo me agobio más ya que puede tratarse de algo que tenga que ver con el por que me hizo todo esto. No se pero tengo la sensación que todo tiene que ver con mi pasado.

– Mejor que no estén. Así no te pueden hacer nada – dijo mi mejor amiga sacando su móvil y desbloqueándolo – Cambiando de tema. Ahora que duermes al lado de César, ¿por qué no aprovechas y le comes a besos? – dijo ella pervertidamente.

– ¿Quien te ha dicho que no lo he hecho ya? – dije entrecerrando los ojos. Está se paró en seco y me miró con los ojos muy abiertos– Es broma, boba.

Está soltó un suspiro y comenzamos a andar de nuevo.

– Ya te iba a matar por no contármelo – dijo volviendo su vista al móvil.

– ¿Tu crees que en las condiciones que estoy yo lo haría? – se encogió de hombros.

– Por poder – dijo ella a lo que yo rodé los ojos.

Entramos al salón y la mitad de las sillas estaban ocupadas.

Distinguí el tupé de de Adam en la última fila a la derecha del todo. Fuimos hacia él quien estaba con César.

Nos sentamos junto a ellos.

– ¿Vosotros puntuales? ¿Tenéis fiebre? – pregunté tocando las frentes de los chicos.

– Muy graciosa rubia – dijo Adam quitando mi mano de su frente

– Sinceramente no teníamos nada que hacer y mejor estar sentado que de pie – añadió César repitiendo el gesto de Adam y riendo.

– Sois unos vagos – dije negando.

– Unos vagos preciosos – dijo Adam haciendo el gesto de apartase el pelo hacia atrás que hace Mery.

–Idiota– dijo Mery guardando el móvil.

Y entonces apareció el director en el escenario. Todos los ruidos cesaron y este empezó a hablar sobre que la universidad será más dura y seria y más cosas así a las que no presté atención.

No estaba segura de lo que quería estudiar pero si que iba por las ramas de la moda. No soy una obsesionada como Mery pero si que me gusta todo lo que tiene que ver con ese mundo.

Me gustaría abrir mi propia tienda de ropa o pasear por una pasarela de gran importancia.

Puede que esas dos cosas sean parte de mis muchos sueños que quiero cumplir.